Comunicado
Global

Un estudio de la IOM se centra en la difícil situación de las mujeres migrantes en Mesoamérica

Costa Rica - Con motivo de la celebración, el 23 de septiembre, del Día Internacional contra la Trata de Personas, la OIM en Costa Rica publica hoy, 18 de septiembre, un estudio titulado La trata de mujeres: una expresión de la violencia contra las mujeres y un nuevo sitio web (Las mujeres en las migraciones).

Ambas iniciativas se centran en el plan de acción de la OIM en la región, considerada como uno de los principales corredores migratorios del mundo.

“La única manera de prevenir eficazmente la trata de mujeres es combatiendo todas las formas de violencia contra ellas.  Este delito solo puede comprenderse como el proceso acumulativo de violencia diaria a la que están expuestas miles de mujeres y que las empuja a situaciones de gran riesgo en su intento por escapar de ella.  La migración forzosa, para huir de la violencia en la pareja, abusos sexuales o violencia callejera, es una de esas situaciones en la que los sueños de las mujeres acaban convirtiéndose en trágicas pesadillas.  A lo largo de la ruta migratoria, quedan expuestas a numerosos riesgos y son más vulnerables de convertirse en víctimas de agresiones, violaciones y trata con fines de explotación sexual y laboral.  Todas las organizaciones de la región que trabajen con migrantes deben conocer las vulnerabilidades y necesidades especiales de las mujeres”, explica Ana Hidalgo, jefa del proyecto regional de combate de la trata de la OIM.

De los 214 millones de migrantes internacionales que se estima existen en el mundo, un 49% son mujeres.  Sin embargo, este porcentaje se eleva a un 51% en el hemisferio occidental.  Hoy día, más mujeres que en ningún otro momento de la historia migran solas.

La información sobre la magnitud de la trata en la región es escasa.  Se estima que tan solo un reducido porcentaje de víctimas logran escapar de sus captores y otro menor aun consigue hablar de sus experiencias y denunciarlas a las autoridades.  La información y las entrevistas de las que se disponen señalan la existencia de un elevado porcentaje de mujeres y menores víctimas de la trata, en especial con fines de explotación sexual y, cada vez más, para su explotación laboral, como es el caso de la servidumbre doméstica.

Los destinos de las víctimas latinoamericanas y caribeñas suelen ser principalmente Europa y Estados Unidos, si bien Brasil, Colombia, la República Dominicana y México han sido también clasificados como países de destinos de las víctimas de este hemisferio.

En Mesoamérica, los casos de explotación se dan también a escala regional.  Algunos son principalmente países de origen (Nicaragua, El Salvador y Honduras), mientras que otros lo son de destino (México, Guatemala y Costa Rica).  Asimismo, se ha producido un aumento de los casos de trata interna de mujeres.

Por ejemplo y según informa la Policía Nacional de Nicaragua, de 21 víctimas identificadas, 20 eran mujeres nicaragüenses tratadas en el país o en El Salvador, Guatemala o Costa Rica.

El estudio advierte de que, si bien la mayoría de casos de trata de mujeres tienen fines de explotación sexual, también se dan otros de explotación laboral, mendicidad y extracción de órganos.  Los hijos de las víctimas son igualmente víctimas de la explotación por parte de los tratantes.
 
En entrevistas realizadas para el estudio de la OIM, las víctimas confirmaron que pese a no estar seguras de que las propuestas recibidas fueran seguras, sinceras y fiables, la pobreza y la escasez de empleo influyeron en su decisión de aceptar estas ofertas falsas.

Según dicho estudio, las mujeres sufren la discriminación laboral por su condición sexual y migratoria, lo que muchas veces las conduce a situaciones laborales precarias y de explotación.  También deben enfrentarse a la violencia sexual, de los tratantes, compañeros de trabajo, autoridades y otros delincuentes con los que se encuentran a lo largo de la ruta migratoria, lo que las lleva a buscar una pareja para estar protegidas.

Otras de las vulnerabilidades y amenazas incluyen: la falta de políticas para combatir la violencia sexual, los oficiales corruptos que soslayan los casos de trata y explotación sexual o ser vendido a redes de tratantes.

“No obstante, conseguir escapar y regresar a sus hogares no significa el fin de sus pesadillas.  Una vez de regreso, deben enfrentarse a posibles represalias violentas o a ser tratadas de nuevo, a la posible estigmatización por parte de la familia y la comunidad, al acceso limitado al empleo y a opciones generadoras de ingresos o verse obligadas a pagar las deudas que contrajeron para migrar”, agrega Hidalgo.

De las 46.000 víctimas de la trata que han recibido asistencia de la OIM y que se encuentran actualmente en la base de datos de la OIM sobre la trata de personas, un 64% son mujeres y menores.

La base de datos de la OIM en México confirma que un 80,6% de las personas asistidas fueron mujeres, la mayoría de Centroamérica, víctimas de la trata con fines de explotación sexual y laboral.

El sitio web www.mujeresenlasmigraciones.info,  creado por la OIM y la ONG Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA), brindará información a las migrantes y a quienes consideren la opción de partir, instituciones estatales, sociedad civil, investigadores y el público en general, además de mejorar la coordinación y la asistencia ofrecida a las mujeres migrantes.

Tanto el estudio como el sitio web forman parte de la campaña UNETE de las Naciones Unidas, concebida para acabar con la violencia contra las mujeres y financiada por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Si desea consultar el estudio La trata de mujeres: una expresión de la violencia contra las mujeres, visite:http://issuu.com/iomsanjose/docs/tratademujeresyviolencia.

Para más información, póngase en contacto con 

Carolina Urcuyo
OIM San José
Tel.: +506 22 12 53 08
E-mail: curcuyo@iom.int