Comunicado
Global

Tres años después del bombardeo de Samarra, los iraquíes desplazados deben hacer frente a un futuro incierto

La carencia continuada de alimentos, de refugios apropiados, de
asistencia sanitaria y de empleo así como las preocupaciones
entorno a la seguridad de los más de 1,6 millones de
desplazados internos a causa de la violencia desencadenada tras el
bombardeo de la mezquita de Al-Askari el 22 de febrero de 2006, han
provocado que, tres años después de dichos
acontecimientos, el futuro de estas personas siga siendo incierto
sin que tenga lugar una intervención humanitaria adecuada.

El examen anual de la OIM sobre las necesidades de los
desplazados revela que, a pesar de que hoy día es
mínimo el número de iraquíes desplazados a
causa de la violencia y de que muchas provincias han dejado de
registrarlos, su número continua siendo preocupantemente
elevado.

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"/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/published_docs/studies_and_reports/iom_displacement_report_post_samarra.pdf"
target="_blank" title=""> "background-color: rgb(153, 204, 255);">Three Years of Post-Samarra
Displacement

Los desplazados internos representan el 5,5 por ciento de la
población iraquí y la difícil situación
en la que se encuentran apenas ha cambiado en los últimos
tres años.  Las evaluaciones que la OIM ha realizado a
un 80 por ciento de los 1,6 millones de desplazados a causa del
conflicto de Samarra muestran que el acceso a un refugio adecuado,
alimentos y oportunidades de empleo siguen estando entre las
principales necesidades.


Un 59 por ciento de dichos desplazados cuentan con alojamientos
de pésima calidad por los que pagan una elevada renta y, a
medida que pasa el tiempo, estos desempleados son testigos de la
reducción de sus recursos financieros.  Otros han
tenido que recurrir a las familias de acogida, viviendo en
difíciles condiciones de hacinamiento; y un 22 por ciento de
ellos, viven en asentamientos colectivos, edificios públicos
o refugios improvisados, siempre bajo la amenaza de
desahucio.  Sólo el 16 por ciento ha podido tener
acceso a los hogares que abandonaron a causa del conflicto. 
Para todos ellos, el agua no contaminada, el saneamiento y la
electricidad representan necesidades difíciles de
satisfacer.

El examen de necesidades realizado por la OIM revela igualmente
que el 19 por ciento de los desplazados internos de todo el
país continúan sin tener acceso al sistema
público de distribución de alimentos (SPD) del
gobierno, del cual depende una gran parte de la población
iraquí.  Únicamente el 44 por ciento tiene
acceso esporádico al SPD, por ello el 81 por ciento de la
población considera la alimentación como una
necesidad prioritaria.

Asimismo, la salud de estos desplazados representa un asunto de
gran preocupación debido, particularmente a las precarias
condiciones de vida, a la carencia de agua potable y saneamiento o
de protección de los elementos de la naturaleza.  A
pesar de que la gran mayoría de los ellos afirma tener
acceso a los servicios de atención sanitaria, la
evaluación llevada a cabo por la OIM expone que la carencia
de personal cualificado, medicamentos y equipo así como los
frecuentes daños ocasionados a las instalaciones
médicas, dificultan la posibilidad de ofrecer una asistencia
médica de adecuada calidad. 

Las cerca de 297.000 personas, entre las que se incluyen los
refugiados, que han retornado a sus antiguas viviendas deben hacer
frente a severas condiciones: propiedades e infraestructuras
gravemente dañadas y pérdidas de los medios de
subsistencia.  La evaluación de la OIM muestra que,
como resultado, los artículos alimentarios y no alimentarios
y el combustible se encuentran entre las principales necesidades, a
las cuales habría que sumar la atención sanitaria, el
empleo y el agua no contaminada.

En general, el 61 por ciento del total de desplazados tras el
bombardeo de Samarra desearía poder retornar a sus lugares
de origen pero, en muchos de los casos, no cuentan con los medios
para ello o para seguir adelante con sus vidas aunque la
situación de seguridad lo permita.

A pesar de contar con fondos y seguridad limitada, la OIM
continua con sus labores de asistencia a los desplazados,
retornados y comunidades de acogida, distribuyendo ayuda
alimentaria de emergencia, agua y material doméstico
así como realizando proyectos de asistencia
comunitaria.  Desde 2006, la OIM ha llevado a cabo
satisfactoriamente 315 proyectos en 952 emplazamientos los cuales
representan un coste directo de más de US$ 32
millones.  

Sin embargo, la asistencia global a estas comunidades
vulnerables sigue siendo insuficiente. 

"Tanto nosotros como otras personas que trabajan sobre el
terreno hacemos todo lo posible para ayudar pero las necesidades
son enormes y muy variadas.  Necesitamos de manera urgente una
mayor respuesta humanitaria para cumplir con los retos con los que
nos enfrentamos.  El futuro de Iraq depende de la
resolución de la crisis de desplazamientos," afirma Rafiq
Tschannen, jefe de la misión de la OIM en Iraq.  "No
obstante, el hecho de que la población retorne a sus
hogares, aunque en cantidades inferiores a las esperadas, supone un
acontecimiento positivo el cual esperamos sea mayor en un
futuro."

Para acceder a la Evaluación de las necesidades de
emergencia de la  OIM, visítese: "paragraph-link-no-underline" href=
"http://www.iomiraq.net/iomdmreturnee.html" target="_blank" title=
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Para más información sobre los desplazados y los
retornados en Iraq, póngase en contacto con:

Martin Ocaga

OIM Iraq

E-mail: "mailto:mocaga@iom.int">mocaga@iom.int

o

Liana Paris

Tel. +962 6 565 9660, extensiones 1061 y 1033

E-mail: "mailto:lparis@iom.int">lparis@iom.int