Un año después del paso del ciclón Aila, el
más devastador que haya azotado el suroeste de Bangladesh,
la OIM y el Instituto de Desarrollo BRAC (BDI, por sus siglas en
inglés) han organizado el primer diálogo de
políticas sobre medio ambiente, cambio climático y
migración del país.

En la reunión, a la que asistieron responsables
gubernamentales de políticas, representantes de la sociedad
civil y entidades auspiciantes, se llevó a cabo igualmente
la presentación de un estudio que la OIM encargó al
investigador independiente Mathew Walsham, titulado: Evaluando las
pruebas: medio ambiente, cambio climático y migración
en Bangladesh.

A continuación, el BDI presentó un segundo estudio
en el que se examinaban las relaciones entre el cambio
climático y la urbanización en el país.

Ambos estudios muestran los efectos, complejos pero tangibles,
que el cambio climático y los desastres naturales como los
ciclones pueden tener en los patrones migratorios.  A largo
plazo, el resultado es la migración desde regiones
medioambientalmente vulnerables.  Ambos documentos admiten
además la carestía que persiste en materia de
estudios que muestren la relación entre el cambio
climático y el desplazamiento.

« Bangladesh tiene que adquirir mayores conocimientos y
responder con anticipación si quiere minimizar riesgos y
maximizar los beneficios derivado de la migración por
motivos medio ambientales. Si bien la reducción de riesgos y
la respuesta posterior al desastre han mejorado de manera
significativa, el ciclón Aila nos ha demostrado que
aún queda mucho por hacer», afirma Rabab Fatima,
representante regional de la OIM para el sur de Asia.

Cerca de cuatro millones de personas que vivían en zonas
costeras bajas se vieron directamente afectadas por Aila el 25 de
mayo de 2009. El ciclón acabó con la vida de 190
personas, provocó el desplazamiento de otras decenas de
miles y dejó toda una estela de estragos a su paso. Un
año después, alrededor de 100.000 personas siguen
estando desplazadas en terraplenes de lodo, con reducido acceso a
alimentos, agua potable y saneamiento.

Inmediatamente después del paso del ciclón y
gracias a la financiación del Reino Unido, la OIM
distribuyó sets para el refugio y artículos no
alimentarios entre más de 24.000 familias (120.000 personas)
y estableció una matriz de rastreo de los seguimientos.

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Asif Munier

OIM Dhaka

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Farhana Chowdhury

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