El Ministerio colombiano de Educación y la OIM han llevado a
cabo la construcción y equipamiento de una escuela en el
corregimiento de La Chorrera, departamento del Amazonas, que
beneficiará a 250 menores de las comunidades
indígenas de Huitoto, Bora y Muinane.

«Lo remoto de la zona suponía todo un
desafío,» explica el jefe de la misión de la
OIM en Colombia, José Ángel Oropeza. «Para el
transporte de los materiales de construcción hasta La
Chorrera era necesario cruzar el río durante 15 o 20
días. »

Anteriormente, la comunidad se veía obligada a cancelar
las clases debido a las inundaciones de la planta física de
la institución educativa. La nueva escuela, que cuenta
también con dos internados que ofrecen alojamiento a los
menores que lo necesiten, ha sido construida bien lejos de la zona
de inundaciones.

El proyecto de educación en zonas fronterizas, financiado
por el Ministerio de Educación e implementado por la OIM, ha
sido diseñado para la mejora de las infraestructuras
físicas y el equipamiento de las escuelas en zonas
fronterizas y rurales de ocho departamentos colombianos. Su
objetivo consiste en ofrecer una educación de calidad que
preserve y potencie la identidad cultural de los estudiantes.

En los departamentos de Nariño y Putumayo son más
de 10.000 los estudiantes de 39 escuelas distintas que han podido
beneficiarse de este proyecto, actualmente en marcha.

Asimismo, gracias a dicho proyecto se ha realizado una
evaluación de las necesidades educativas en ambos
departamentos, en la que se incluye un censo de 75.000 viviendas
destinado a identificar a los menores que no van a la escuela y una
evaluación de 742 instituciones educativas.

Dicho censo ha descubierto que en Putumayo un 12 por ciento de
los hogares no disponen de ningún tipo de medios de
comunicación con el mundo exterior -ni teléfono ni
radio.  Asimismo ha confirmado que la tasa de abandono de los
estudios es de un 7,4 por ciento para los menores de menos de 17
años.  A pesar de que un 72 por ciento de los
jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 16
años siguen una escolarización, este porcentaje
disminuye a un 43 por ciento para los jóvenes de 17
años en adelante.

En Nariño, las familias afirmaron que la principal
razón para no enviar a sus hijos a la escuela era
económica.  Si bien un 85 por ciento de los menores de
entre 11 y 14 años de edad asisten a la escuela, tan
sólo un 37 por ciento del grupo de edad de 16 y 17
años lo hace, mientras que la cifra de jóvenes que
finalizan la educación secundaria se reduce a un 24 por
ciento.

La mayoría de centros educativos que participan en el
proyecto se encuentran próximos a la frontera entre Colombia
y Ecuador, punto que unos 135.000 colombianos han atravesado
huyendo del conflicto y la violencia perpetrados por los grupos
armados ilegales.

La Estrategia de Puertas Abiertas en las Escuelas, creada por la
OIM y financiada por la Agencia para el Desarrollo Internacional
(USAID), se centra en las necesidades educativas de la
población vulnerable y desplazada.

Para más información, póngase en contacto
con:

Jorge Gallo

OIM Colombia

Tel. +57 1 622-7774

E-mail: "mailto:jgallo@iom.int">jgallo@iom.int