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Global

Migrantes haitianos retornados de la República Dominicana se enfrentan a la sequía, pobreza y falta de oportunidades

Haiti - El departamento del sudeste de Haití es uno de los más afectados por la sequía prolongada que actualmente aqueja al país y que ha provocado una inseguridad alimentaria y una situación de desnutrición alarmantes.

Desafortunadamente, es también en esta región donde se ha observado la mayoría de cruces fronterizos desde junio, según informes de control de fronteras de la OIM. En su mayoría  las familias han cruzado la frontera de manera espontánea y han explicado que temían la deportación sin sus familiares y la pérdida de sus pertenencias.

Tras el vencimiento del plazo de inscripción del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE en español) en la República Dominicana el 17 de junio, miles de personas han cruzado la frontera de la República Dominicana para regresar a Haití, ya sea en forma espontánea u obligados por las autoridades dominicanas. Para muchos, el regreso ha sido reto. Centrarse en la situación en Anse-à-Pitres.

Debido a la escasez de recursos, falta de acceso a los servicios básicos y falta de oportunidades de trabajo, muchas familias haitianas del área han utilizado como un mecanismo de defensa tradicional su traslado a la República Dominicana para tener acceso a servicios de salud, escuelas públicas o trabajo en el sector agrícola o de la construcción.

A su retorno a Haití, algunos repatriados volvieron a su comunidad de origen, para ser acogidos por familiares o para alquilar una casa, mientras que otros que no tenían a dónde ir se reunieron en refugios improvisados ​​en los alrededores polvorientos de Anse-à-Pitres.

Parc Cadeau es uno de los cuatro asentamientos informales que han surgido en el área y que carecen de los servicios más esenciales. Se trata de una serie de carpas de colores instaladas en medio de un terreno árido, azotadas por el calor y cubiertas de polvo. Los residentes han utilizado ramas de árboles, palos de bambú, cartón e incluso sábanas para construir sus refugios improvisados. Mientras que los niños corren y juegan en la tierra, un grupo de mujeres charla en la sombra de una iglesia improvisada de madera que construyó la comunidad.

Una de ellos, Istoline, relató que regresó recientemente de Aguas Negras en la República Dominicana, tras vivir allí más de 25 años trabajando como campesina. “Al menos nos sentimos seguros aquí”, comentó Istoline, “porque este es nuestro país y nadie nos puede amenzar. Pero necesitamos un trabajo para quedarnos. Nuestros campos están secos y los animales se están muriendo a causa de la sequía. No tenemos nada que comer”. Las demás mujeres asienten enérgicamente.

Al igual que Istoline, muchos repatriados desean permanecer en su Haití natal, siempre que puedan trabajar y tener un hogar.

Información de contexto

Desde el 17 de junio la OIM ha llevado a cabo actividades de vigilancia fronteriza y ha referido a los casos más vulnerables y necesitados de protección –refugiados, menores no acompañados, familias separadas, ancianos y discapacitados– a las instituciones gubernamentales competentes y organizaciones internacionales para que se les preste la asistencia individual que necesitan.

Enlace al video

 Descripción del video: En Anse-à-Pitres, el más meridional de los cuatro pasos fronterizos oficiales situados al otro lado de la ciudad dominicana de Pedernales, cuatro asentamientos informales han surgido en los últimos meses. En este video, agentes de la OIM llevan a cabo una visita de campo a Anse-à-Pitres para coordinar actividades con los socios humanitarios y donantes.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Ilaria Lanzoni, OIM de Haití, Email: ilanzoni@iom.int, Tel: +509 370 250 66; o Alberto Preato, OIM de Haití, Email: apreato@iom.int, Tel: +509 370 178 28