Suiza - Hoy, 30 de julio de 2014, la OIM celebra el primer Día Mundial contra la Trata de Personas.

La trata de personas es una grave violación de los derechos humanos y un delito atroz que afecta a las sociedades de todo el mundo, en donde se victimiza a millones de mujeres, hombres y niños, incluidos los más vulnerables entre las comunidades de migrantes, solicitantes de asilo, refugiados y apátridas.

La trata también se suele relacionar con muchas otras formas de explotación, tales como la explotación sexual, trabajos forzados y servidumbre, matrimonios forzados y todas las prácticas similares a la esclavitud.

La brutalidad y la injusticia relacionadas con la trata de personas es inconmensurable para cada una de las víctimas, cuya vida, sueños y expectativas quedan destruidos.

La trata de personas es un negocio muy lucrativo; esto se ilustra a través de las estimaciones más recientes de la OIT publicadas esta primavera que sugieren que solamente en la economía privada los trabajos forzados generan USD 150 mil millones en ganancias ilegales al año.

Dos terceras partes de esta cifra (USD 99 mil millones) provienen de la explotación sexual comercial, mientras que los restantes USD 51 mil millones son el resultado de la explotación económica forzosa, lo que incluye el trabajo doméstico, agricultura y otras actividades económicas.

La comunidad internacional ha reconocido que debemos adoptar un enfoque multidisciplinario y basado en los derechos que garantice que las medidas que se tomen para combatir la trata de personas no afecten adversamente los derechos humanos y la dignidad de las víctimas de trata.

Un área clave de acción para prevenir este crimen aterrador y esta violación de los derechos humanos es hacer frente a la demanda de servicios y bienes producidos por las víctimas de trata.

Pero no hay actor que pueda afrontar la demanda por sí solo; las causas fundamentales y los factores que contribuyen a alimentar la demanda de estos bienes y servicios se encuentran diseminados a lo largo de los países de origen, tránsito y destino y no se pueden tratar en forma aislada de la oferta.

Una respuesta integral para hacer frente a la cadena de la trata en su totalidad requiere de la acción combinada de las diferentes partes interesadas: los Estados, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, el sector privado, los empleadores y empleados y sus organizaciones, así como los ciudadanos individuales en su calidad de consumidores y miembros de la sociedad.

En 2006 se creó el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas (ICAT por sus siglas en inglés), el cual reúne a la OIM, 16 organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales con el fin de facilitar un enfoque holístico y completo de la comunidad internacional para hacer frente al problema de la trata de personas.

Esta declaración conjunta en nombre del ICAT es un indicio del compromiso renovado de sus organizaciones miembros por la cooperación y coordinación interinstitucional en apoyo de los Estados Miembros en la lucha contra la trata de personas.

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Mathieu Luciano
en la Sede de la OIM
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