Comunicado
Global

La OIM crea cualificaciones y empleo para impulsar la recuperación del país tras el terremoto

Dos años después del terremoto que asoló el
país, la OIM colabora con el Gobierno de Haití para
reducir la cifra de personas que continúan residiendo en
campamentos al mismo tiempo que, en pos de la recuperación
nacional, sienta las bases para un crecimiento económico
basado en la creación de empleo.

Haití ha sido testigo de uno de los esfuerzos
humanitarios de mayor envergadura jamás organizado
así como de uno de los desastres urbanos más
calamitosos de la historia reciente. Conjuntamente con el Gobierno
haitiano y socios nacionales e internacionales, la OIM
desempeña un papel activo en muchos frentes y ofrece alivio
y soluciones a una sociedad paralizada que empieza ahora a
recuperarse.

Los resultados de toda esta labor son alentadores:

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target="_blank" title="">IOM Haiti Transitional Shelter Programme
Monthly Report, December 2011

La cifra de personas en campamentos se ha reducido en un 66%,
pasando de un máximo de 1,5 millones en julio de 2010 a
515.819 residentes en 707 emplazamientos identificados en todas las
zonas afectadas por el terremoto. Con ayuda de la comunidad
internacional, muchos de ellos han encontrado viviendas
mejores.

Hasta ahora han sido construidos más de 100.000 refugios
transitorios en los que se alojan en torno a 420.000 personas.

Se han puesto en marcha una serie de iniciativas, incluido el
"proyecto 16/6", impulsado por el gobierno, según el cual se
conceden subsidios de alquiler para desalojar los campamentos y se
llevan a cabo obras públicas para rehabilitar vecindarios
devastados.

Asimismo, se distribuyeron más de un millón de
láminas plásticas (el equivalente a 21,3
km²).

Antes del 12 de enero de 2010, Haití era ya uno de los
países más pobres del mundo. Alrededor de un 75% de
sus habitantes vivían con menos de dos dólares
diarios y un 47% carecía de acceso a la asistencia
sanitaria.

La catástrofe puso de relieve decenios de inestabilidad
política crónica y la falta de oportunidades
económicas que habían sumido a muchos haitianos en
una pobreza absoluta, sin olvidar la elevada cifra de
víctimas mortales y los considerables daños sufridos
por las infraestructuras gubernamentales.

Si bien se han dado pasos importantes para emprender el camino
de la recuperación, siguen existiendo desafíos
estructurales, en especial en el ámbito del desarrollo
económico, ya que el país pasa de la ayuda de
emergencia a una recuperación sostenible. La OIM está
a la vanguardia de dichos esfuerzos.

La Organización estaba ya presente en el país
antes de que acaeciera este desastre que se cobró la vida de
muchas personas y asoló la capital, Puerto Príncipe,
y otras zonas urbanas densamente pobladas. El impacto del
desplazamiento de 1,5 millones de personas fue tan devastador que
resultó en el estancamiento de la economía. Durante
las masivas labores de ayuda que siguieron, la OIM participó
en la organización de 1.500 campamentos y facilitó a
ciudadanos y empresas los medios para salir adelante y colaborar en
los esfuerzos de reconstrucción.

Se contrataron pequeñas empresas de ingeniería
para la construcción de escuelas y edificios gubernamentales
resistentes así como contratistas locales que se encargaron
de la construcción de más de 10.000 refugios
transitorios y de viviendas duraderas, de canales de riego para el
cultivo y de la mejora de las redes viales rurales, fundamental
para el traslado de los productos agrícolas a los mercados.
Asimismo, se introdujeron mejoras en el sistema sanitario
público de algunos de los barrios más marginales del
país y los contratistas locales pudieron adquirir las
competencias necesarias para ampliar sus negocios y crear
empleos.

"Gran parte de nuestro trabajo se centra en la indispensable
tarea de conseguir la recuperación de las empresas
nacionales, sobre todo de los negocios pequeños y de una
persona", explica Luca Dall'Oglio, jefe de la misión de la
OIM en Haití.

"Tanto si contratamos albañiles para construir viviendas
seguras como empresas de ingeniería para reconstruir la
infraestructura, estamos sentando las bases de una economía
dinámica en la que los puestos de trabajo sustituirán
a la ayuda humanitaria", añade Dall'Oglio.

Gran parte de la labor de la OIM se basa en la protección
de las personas sin hogar, obligadas a permanecer en campamentos, y
en brindarles ayuda para que encuentren soluciones de viviendas
duraderas. En la actualidad, la cifra de residentes en campamentos
ha caído en un 66%, porcentaje que no cesa de disminuir. A
medida que la población abandona dichas instalaciones, en su
mayoría tras haber recibido subsidios de un año para
el alquiler, se encuentran en condiciones óptimas para
adquirir nuevas competencias y conseguir empleos mientras se lleva
a cabo la reconstrucción de las comunidades.

Place Boyer y Place St. Pierre, dos de los principales
campamentos de la capital, ambos situados en parques
públicos, cerraron sus puertas recientemente con ayuda de la
OIM y dentro del marco del "proyecto 16/6".

Ambos parques proporcionan espacio para el esparcimiento, muy
necesitado en esta ciudad superpoblada. Asimismo, las personas que
residían en ellos han encontrado un puesto de trabajo a
medida que el proceso de reconstrucción de viviendas e
infraestructura en las comunidades afectadas cobra velocidad.

La presión a la que está sometida la congestionada
capital ha sido aliviada a través de la
descentralización.

La OIM, en colaboración con la autoridad de viviendas
sociales (EPPLS, por sus siglas en inglés), ha finalizado
recientemente un proyecto de alojamiento en zonas urbanas de la
ciudad meridional de Les Cayes. Entre los beneficiarios se
encuentran víctimas discapacitadas de Puerto
Príncipe. Estos nuevos y orgullosos propietarios abonan
mensualmente pequeñas cuotas hipotecarias.

Entretanto, en Puerto Príncipe, un equipo de más
de 200 haitianos se encarga de cartografiar la distribución
de cada una de las viviendas de zonas afectadas por la
catástrofe. Esta minuciosa labor, bajo supervisión de
la OIM, es fundamental en el proceso de reconstrucción,
además de lanzar luz sobre la propiedad de bienes, lo cual
sigue siendo en ocasiones un obstáculo para el
desarrollo.

"La OIM sigue estando comprometida con Haití y el pueblo
haitiano, y lo estaremos durante mucho tiempo. Me congratula que el
gobierno del Presidente Martelly trabaje en estrecha
colaboración con la OIM y la comunidad humanitaria a medida
que la situación va mejorando", concluye el Director General
de la OIM William Lacy Swing.

Para más información póngase en contacto
con:

Leonard Doyle

OIM Haití

Tel: + 509 3702 5066

E-mail: "mailto:LDoyle@iom.int">LDoyle@iom.int