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Jóvenes detenidos: estudio investiga el destino de jóvenes migrantes, solicitantes de asilo y refugiados en Libia

Libya - Un nuevo estudio realizado por Asmita Naik para el Centro de Migración Mixta (Mhub por sus siglas en inglés) revela un patrón que persiste entre jóvenes migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en Libia, que durante meses permanecen detenidos en forma arbitraria y en condiciones precarias y de hacinamiento sin el debido proceso.

El estudio presenta una visión condenatoria de la detención actual de jóvenes migrantes, solicitantes de asilo y refugiados en Libia y explora sus experiencias entre noviembre de 2012 y noviembre de 2014.

La detención se produce en instalaciones de todo el país; según informes, muchas de estas instalaciones están bajo el control de las autoridades de gobierno o fuerzas de la milicia. Según se ha sabido, las violaciones graves de los derechos, la violencia y la brutalidad son comunes, incluso en algunos de los centros de detención más notorios de Libia.

En este estudio se sugiere que la ausencia de un marco humano y ordenado para el manejo de los flujos migratorios en Libia es un factor que contribuye al número creciente de migrantes, solicitantes de asilo y refugiados dispuestos a arriesgar la vida en el Mediterráneo para llegar a la seguridad de Europa.

Como el primer estudio de este tipo para evaluar la situación particular de los niños y jóvenes refugiados, migrantes y solicitantes de asilo en los centros de detención de inmigrantes de Libia, este aporta información oportuna sobre la situación actual en el país. El derecho a la libertad y la liberación de la detención arbitraria constituyen derechos fundamentales de todos los seres humanos, y su denegación sistemática, en especial a los menores y jóvenes vulnerables, es una cuestión de suma preocupación.

El trabajo de campo se llevó a cabo entre noviembre de 2014 y febrero de 2015 en cuatro países, entre estos Italia, Malta, Francia y el Reino Unido, y se basa en entrevistas detalladas a 45 ex detenidos (el 85% de los cuales eran niños no acompañados o jóvenes).

Los impulsores de la migración: Los países de África nororiental citaron sobre todo razones políticas, la violencia y el conflicto como los principales impulsores de su emigración y su intención de buscar protección internacional. En cambio, los países de África occidental informaron sobre todo de tensiones familiares y dificultades interpersonales como la razón por la que abandonaron sus países de origen. Los menores de edad indicaron que viajaban solos y no con miembros de la familia debido a que enfrentaban amenazas inminentes y acoso; porque sus familias no podían permitirse el lujo de enviar a más de una persona; o porque, como huérfanos, tenían que valerse por sí mismos.

Viaje a Libia: Las familias a menudo les prestaron apoyo financiero para el viaje. Muchas veces, los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados se enfrentaron a nuevas exigencias de pagos en efectivo y violencia por parte de los traficantes y las tribus en el camino. Las mujeres enfrentaron el peligro de la violencia sexual. En su afán de extorsionarlos por pagos adicionales, los traficantes mantuvieron detenidos a muchos de los migrantes al llegar a Libia. Una vez libres, se enfrentaron a la peligrosa vida cotidiana, en vista de la siempre presente amenaza de violencia y extorsión por parte de pandillas civiles en Libia.

Circunstancias de la detención: La razón de la detención suele especificarse como el ingreso “ilegal” o la ausencia de documentos y por lo general va acompañada de la violencia. Ninguno de los entrevistados fue informado de sus derechos o ha tenido acceso a un abogado. Solo se les permitió llamar a sus familiares y amigos para pedirles fondos adicionales para su liberación. No pudieron solicitar asilo y a ninguno se les ofreció ayuda para regresar a su lugar de origen. En su mayoría los migrantes y refugiados permanecieron detenidos durante varios meses.

Condiciones de la detención: Con frecuencia las condiciones se describieron como deplorables. Mientras que los hombres y las mujeres por lo general se mantenían separados, los niños varones no acompañados a menudo permanecían detenidos junto a hombres adultos desconocidos. Las palizas y la violencia eran comunes y la violencia sexual por parte de los guardias era un riesgo constante para las mujeres detenidas. La comida solía ser insuficiente. Las condiciones de saneamiento eran deplorables. La mayoría informó haber dormido en celdas atestadas sin cama o colchones. El acceso al aire libre era restringido excepto en situaciones en que los detenidos eran llevados afuera para realizar trabajos no remunerados para el personal del centro de detención o para empleadores externos. El tratamiento médico por lo general era deficiente.

Vida después de la detención: Los entrevistados pudieron salir de la detención ya sea mediante el pago de sobornos considerables, la fuga o simplemente por ser despedidos a voluntad de los guardias. Algunas veces llegaron habitantes locales y pagaron la liberación de los detenidos a cambio de trabajo no remunerado. Los migrantes y refugiados permanecieron vulnerables a la detención renovada tras su liberación. Una vez llegan a Europa, su destino puede variar. Los que tienen un estatus migratorio no resuelto se enfrentan a un futuro incierto y difícil. Los niños y jóvenes están en riesgo de ser explotados por bandas criminales organizadas que operan en Europa. Los que poseían algún tipo de estatus de protección pudieron seguir adelante con sus vidas, recibir una educación, adquirir conocimientos de idiomas y conseguir trabajo, en un esfuerzo por forjar un nuevo futuro. Algunos ex detenidos siguen padeciendo las secuelas físicas y psicológicas de sus duras vivencias.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) está distribuyendo refugios y artículos domésticos entre familias vulnerables afectadas por la emergencia compleja en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa de Pakistán y las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA por sus siglas en inglés), en estrecha coordinación con el gobierno y socios humanitarios.