El próximo miércoles 8 de diciembre, a medida que la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
celebrada en Cancún alcanza su clímax, la OIM y sus
socios de la Alianza Medio Ambiental y Cambio Climático
(CCEMA, por sus siglas en inglés) abordarán una serie
de cuestiones relacionadas con las medidas específicas que
pueden adoptarse y por quién, para hacer frente a los
numerosos desafíos planteados por la migración
causada por el cambio climático y medio ambiental.



Por su parte, el Director General de la OIM William Lacy Swing
moderará un acontecimiento que tendrá lugar al margen
de la antedicha conferencia.  Éste contará con
oradores de la talla del catedrático Konrad Osterwalder,
rector de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU); el Dr.
Thomas Loster, presidente de la Fundación Múnich Re;
y José Miguel Guzmán, jefe de la sección de
Población y Desarrollo del Fondo de Población de las
Naciones Unidas (UNFPA).  La conferencia principal
correrá a cargo del Dr. Hasan Mahmud, ministro de Bangladesh
de Medio Ambiente y Bosques.



Tal y como se expone en el recién publicado Informe sobre
las migraciones en el mundo 2010 de la OIM, a pesar de la
inexistencia de cifras fidedignas sobre la migración causada
por el cambio climático y medio ambiental, parece evidente
que el recrudecimiento de tales cambios en un futuro cercano
irá de la mano con un incremento de este tipo de
desplazamientos humanos.



La demografía tendría también un papel en este
tipo de migración.  Como ejemplo, el Informe menciona
la situación de Oriente Medio y África Septentrional,
donde la degradación medio ambiental reducirá la
cantidad de tierra de cultivo fértil, exacerbando la escasez
de empleo que afecta a una población joven en rápido
crecimiento.  Como resultado, la población
tendrá que partir en busca de trabajo en un mundo en el que
las oportunidades de migración regular son reducidas.



Para abordar las complejas e impredecibles repercusiones de la
migración medio ambiental, sería fundamental adoptar
una serie de medidas entre las que se incluyeran el establecimiento
de una base de datos mundial sobre este tipo de movimiento. 
De esta forma, se contarían con mejores datos en los que los
gobiernos podrían basarse para formular sus políticas
y respuestas.



Así, otras medidas que podrían mitigar el impacto
negativo del cambio climático en la migración
incluyen: la reducción de los riesgos de desastres
naturales; la elaboración de planes de evacuación; el
desarrollo y la implantación de planes de adaptación
nacionales por un número mayor de países para reducir
la vulnerabilidad de los mismos ante el cambio climático y
reforzar la legislación nacional y las políticas
sobre desplazamientos internos.  Todo ello repercutiría
igualmente en las poblaciones afectadas y en los grupos más
vulnerables.



El evento al margen de la conferencia ha sido organizado por la OIM
y la UNU, en colaboración con la Fundación
Múnich Re y el UNFPA, y forma parte de los esfuerzos de la
CCEMA por incluir la migración en los programas
políticos sobre cambio climático, medio ambiente y
desarrollo.  La CCEMA fue establecida con conocimiento de que
los inauditos desafíos planteados por la migración
medio ambiental requieren de una colaboración
innovadora.  Hasta el presente, entre sus miembros se
encuentran: la OIM; el PNUMA; la UNU; la Fundación
Múnich Re; la OCAH; el Instituto Medio Ambiental de
Estocolmo; la Universidad de Sussex; el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y la
Asociación internacional y mundial de adaptación al
cambio climático (International and Global Climate
Adaptation Partnership).



Para más información, póngase en contacto con




Niurka Piñeiro en Cancún

Tel.: +1 212 684 0559

E-mail: "">npineiro@iom.int