La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en
vísperas de celebrar su Nonagésima segunda
Reunión del Consejo en Ginebra, manifiesta que los gobiernos
podrían sacar verdadero provecho al forjar sólidas
asociaciones con interlocutores no estatales, a saber el sector
empresarial y la sociedad civil, a fin de encontrar medios
acertados para encauzar los patrones migratorios mundiales y
multidimensionales actuales.

Los 120 Estados Miembros de la OIM que participarán en la
reunión del Consejo, incluidos Nepal y la República
de Montenegro, los Miembros que ingresarán en esta
sesión, deliberarán sobre “Asociaciones en el
ámbito de la migración:  Alentando la
participación empresarial y de la sociedad civil” como
parte de su Diálogo  Internacional sobre la
Migración de 2006.  Este evento de dos días de
duración se inicia el 28 de noviembre.

El Director General de la OIM Sr. Brunson McKinley dijo
“En este mundo donde prevalece y aumenta la movilidad y donde
los lazos multinacionales son cada vez más extensos, los
migrantes traen consigo oportunidades económicas y sociales
prometedoras que el mundo no puede subestimar.  Las
asociaciones entre gobiernos, el sector privado, la sociedad civil
y los migrantes son primordiales para identificar los retos y
encontrar soluciones viables a las dimensiones
socioeconómicas y laborales de la migración en
particular”.

La Iniciativa Internacional sobre Migración y Desarrollo
(IIMD) de la OIM, desarrollada en colaboración con sus
asociados interinstitucionales, aspira a encarar estas cuestiones a
través de actividades concretas.

Las asociaciones entre gobiernos y el sector privado son
particularmente útiles a la hora de identificar las brechas
y excedentes en los mercados laborales, que pueden encararse a
través de estrategias migratorias y de retención
apropiadas, para así satisfacer las demandas actuales y
futuras del mercado laboral mundial.

Esta perspectiva puede beneficiar a ambas partes puesto que las
empresas dependen en mayor medida de políticas educativas y
coherentes de migración laboral al tiempo que los gobiernos
desean beneficiarse de los enfoques y recursos del sector
privado.

La sociedad civil trae consigo una dimensión humana
esencial al desarrollo de políticas de gestión
migratoria al tiempo que hacer escuchar la voz de los
migrantes.  Las ONG, organizaciones de la diáspora y
comunidades religiosas cuentan con redes locales, nacionales e
internacionales que pueden consolidar aún más las
relaciones entre gobiernos y comunidades de migrantes y
también mejorar los procesos de integración.

El sector privado y la sociedad civil también son
interlocutores decisivos en las crecientes repercusiones que tienen
las remesas en el desarrollo de los países de origen,
estableciendo con ese fin vías seguras, transparentes y a
bajo costo para alentar a los migrantes a investir partes de sus
ahorros en iniciativas de desarrollo a través de bancos de
la diáspora, de instituciones de micro finanzas, de redes de
oficinas de correos y de cooperativas de crédito.

Asimismo, las diásporas pueden alentar y movilizar a
migrantes calificados para que transfieran parte de sus
competencias requeridas a fin de mitigar los efectos nefastos que
tiene la fuga de cerebros en muchos países de origen.

Un ejemplo de cómo las asociaciones entre el sector
empresarial y la diáspora de migrantes pueden traer consigo
beneficios múltiples a los migrantes, sus comunidades de
origen y comunidades y sociedades de destino es el programa que
realiza la OIM, conjuntamente con las autoridades italianas y las
cooperativas italianas en Modena.

La cooperativa administrada por migrantes ghaneses, denominada
“Ghana Coop” exporta fruta desde Ghana a Italia, y
reinvierte las ganancias en el desarrollo de las comunidades de
origen a través de la creación de empleos y de
servicios como el suministro de electricidad limpia. 
También ha establecido un fondo especial para el
envío de las remesas de los migrantes a bajo costo y de
manera legal a Ghana.   Asimismo, garantiza la seguridad,
los sueldos y la dignidad de sus trabajadores.

El Presidente de “Ghana Coop”, Thomas McCarthy, que
participará en la reunión del Consejo, dijo: 
“Nuestro objeto es emplear a más de 60 personas en un
par de años y extender la plantación de piñas
a más de 100 hectáreas.  Esta es una
pequeña prueba de sostenimiento que normalmente las empresas
en gran escala no tienen que pasar.”

Este tipo de asociación también ilustra
cómo la sociedad civil y el sector privado pueden contribuir
a mejorar y respetar los derechos humanos de los migrantes, un
componente esencial de una buena gestión migratoria que
fuera reconocido por la Junta de Asesoramiento Corporativo de la
OIM.

Esta Junta, creada durante la Nonagésima Reunión
del Consejo de la OIM, celebrada en Ginebra en noviembre de 2005,
constituye un importante paso con miras a integrar al sector
privado en las políticas y prácticas relativas a la
movilidad.  Dicha Junta está integrada por 17
directores de empresas, y es representativa de la amplia gama de
industrias e intereses mundiales.