Cox’s Bazar – Ayer, un gran incendio se propagó por tres sitios manejados por la OIM  y provocó el desplazamiento de aproximadamente 45.000 refugiados rohingya, causando daños catastróficos en Cox’s Bazar, Bangladesh, que es el campamento de refugiados más grande del mundo.  

Más de 10.000 albergues sufrieron importantes daños, en tanto que el mayor centro sanitario de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el campamento resultó destruido. La pérdida de este centro, que el año pasado brindó atención durante las 24 horas los 7 días de la semana a más de 55.000 personas complica ahora aún más el desafío de ofrecer respuesta ante la pandemia de  COVID-19.  

El incendio que arrasó los campamentos solo se calmó una vez que llegó hasta los caminos principales, laderas, canales y campos de arroz. A partir de ese momento las llamas menguaron, pero no sin antes consumir instalaciones esenciales, albergues y las pertenencias esenciales de cientos de miles de personas.  

No se conocen aún las causas que provocaron el siniestro. De acuerdo con agencias humanitarias y autoridades locales, 11 personas fallecieron, más de 500 sufrieron heridas y aproximadamente 400 no han podido ser localizadas.  

“Este desastre es un tragedia tremenda que aumenta el nivel de necesidades humanitarias de los refugiados en Cox’s Bazar”, dijo el Director General de la OIM António Vitorino.  

"Debemos comenzar la reconstrucción desde cero. Nuestros corazones están con todos los afectados. Estamos comprometidos en cuanto a ayudarlos a reconstruir todo lo perdido en condiciones de seguridad con el apoyo del Gobierno de Bangladesh, los donantes, asociados y actores humanitarios”. 

Inmediatamente después del desastre, los servicios de respuesta gubernamentales tales como la brigada contra incendios, el ejército y las agencias humanitarias llegaron de prisa al lugar para apagar las llamas. La OIM desplegó sus ambulancias y equipos médicos móviles para ofrecer respuesta a los heridos y brindar apoyo de salud mental y psicosocial. 

Quienes respondieron en primera instancia fueron los voluntarios rohingya que se encontraban en terreno, ayudando a las personas a movilizarse hacia lugares más seguros, apoyando a las brigadas contra incendios y trabajando en general para apuntalar los esfuerzos en pos de brindar socorro. Los equipos de la OIM y sus asociados trabajaron toda la noche para responder a las necesidades más inmediatas de quienes lograron escapar al infierno.  

Hoy las familias comenzaron a retornar a sus lotes de terreno.   

La OIM está proveyendo asistencia de emergencia a todos los afectados. Esto incluye la entrega de kits para albergues y agua apta para el consumo, y también artículos de emergencia como tapabocas, jabón, frazadas, faroles solares, mosquiteros y bidones tipo Jerry.  

Ante el inicio inminente de la temporada de monzones, es crucial proceder cuanto antes a la reconstrucción. La OIM seguirá ayudando a las personas para que construyan albergues duraderos, instalaciones para Servicios de Agua, Saneamiento e Higiene para Todos (WASH por su sigla en inglés) y un centro de salud, instalación esencial puesto que gracias a ella se pudo ofrecer respuesta a la pandemia de COVID-19 el año pasado.   

El Fondo de Emergencia de la OIM ha prometido donar 1 millón de dólares a ser usados en los esfuerzos de asistencia. Se necesitan unos 20 millones de dólares más para poder hacer frente a las necesidades más acuciantes.  

Para más información por favor contactar con:  

En Cox’s Bazar: Mónica Chirac, Tel: +880 18 8009 4048, Correo electrónico: mchiriac@iom.int   

En Bangkok:  Itayi Viriri, Tel: +63 916 237 0574, Correo electrónico: iviriri@iom.int  

En Ginebra: Angela Wells, Tel: +41 79 403 5365, Correo electrónico: awells@iom.int