Un estudio de la OIM en Jordania y Líbano revela un alto grado de angustia entre los refugiados iraquíes
La OIM llevó a cabo un estudio para determinar el estado de
salud mental y las necesidades psico-sociales de los refugiados
iraquíes en Jordania y Líbano. De acuerdo con dicho
estudio, los refugiados iraquíes presentan altos niveles de
angustia en los ámbitos emocional y psicológico.
El estudio se llevó acabo de noviembre de 2007 a enero de
2008 y en él participaron 200 familias (800 personas) en
Jordania y Líbano. Según los resultados obtenidos,
más de la mitad de los entrevistados presentaron
síntomas de la angustia, como lo son los ataques de
pánico, la cólera, la fatiga, el miedo y los
desajustes del sueño.
Un 21 por ciento de la muestra de refugiados en Jordania y un 34
por ciento de la muestra en Líbano fueron víctimas
directas de la violencia (es decir, presenciaron el asesinato de
amigos y familiares, actos de tortura, violaciones o raptos, o
fueron víctimas de alguno de los tres últimos). En
estos casos, el nivel de angustia de las víctimas era
insoportable.
Existen además diversas condiciones que agravan la
situación de los afectados, como la inseguridad que viven
como refugiados, el desempleo, la falta de reconocimiento de sus
capacidades profesionales, la baja calidad de vida y la falta de
acceso a diversos servicios sanitarios y sociales (como la
educación). En dichos casos, la situación es
particularmente grave entre los iraquíes que llevan dos o
más años fuera de su país.
Por otra parte, la violencia doméstica también va
en aumento en las familias de refugiados, puesto que los hombres
han dejado de ser el sostén de la familia, como
solían serlo. Ello es la consecuencia de la ruptura de las
estructuras sociales, una cierta desorientación al interior
de las comunidades iraquíes en ambos países y la
falta de oportunidades para participar en actividades sociales que
les permitan expresar su enojo y frustración mediante la
actividad física. Así pues, un 15 por ciento de
las mujeres entrevistadas en una muestra específicamente de
mujeres reportó un aumento de la violencia familiar. "Una
mujer iraquí educada debe tolerarlo todo en silencio…
Es la única forma en la que mi esposo puede deshacerse de su
enojo", declaró una mujer a los investigadores.
Un 80 por ciento de las familias entrevistadas tanto en Jordania
como en Líbano manifestó el deseo de establecerse en
otro país o de regresar a Iraq. Sin embargo, las
oportunidades para realizar sus deseos en un futuro cercano son
escasas, por lo que el estudio resaltó el posible impacto de
esta situación incierta en la salud mental de las
familias.
Cabe mencionar que aunque los niños resultaron ser menos
vulnerables al cambio de vida que han experimentado, muchos de
ellos presentaron problemas de conducta o dificultades de
aprendizaje que se atribuyen a la angustia y al estrés que
viven sus familias, a la diferencia entre el programa
académico iraquí y aquel de sus países
receptores, y a la ausencia prolongada de la escuela. Por
otra parte, muchos niños simplemente no estaban inscritos en
las escuelas por falta de establecimientos que puedan responder al
aumento en la demanda de la educación, así como por
el hecho de que muchos niños se han visto obligados a buscar
empleos para hacer frente a las dificultades financieras.
El estudio se realizó conjuntamente con una serie de
organizaciones internacionales y no gubernamentales. Entre ellas se
encuentran UNICEF, que otorgó su apoyo financiero al
programa, la Liga de la Juventud Iraquí (Iraqi Youth League)
y la Unión de Mujeres Jordanas (Jordanian Women’s
Union). Por otro lado, el estudio subrayó que a pesar
de los evidentes problemas de los refugiados iraquíes y su
necesidad de apoyo psico-social, es poco probable que los
refugiados busquen ayuda puesto que existe un estigma tradicional
relativo a los problemas de salud mental, una escasez de servicios
adecuados en ambos países o un difícil acceso a los
mismos, y la falta de información entre la comunidad de
refugiados acerca de dichos problemas.
En Jordania, la escasez de servicios de salud mental dificulta
la ayuda a los refugiados, mientras que en Líbano dichos
servicios están privatizados, por lo que muchos refugiados
iraquíes no tienen acceso a ellos por falta de recursos
económicos.
El informe recomienda una intervención urgente para
evitar problemas psicológicos a largo plazo y reducir el
sufrimiento actual de los refugiados. Además, la OIM
recomienda capacitar a diversos profesionales de los servicios
sociales y de salud para crear sistemas nacionales de respuesta y
evitar el abuso de los medicamentos en el tratamiento de los
síntomas de los refugiados. La OIM también recomienda
intervenciones directas, como lo serían la creación
de centros multi-funcionales y espacios seguros que ofrezcan
terapia y actividades recreativas, así como cursos de
capacitación vocacional.
"El grado de inestabilidad entre los refugiados es
altísimo. Las agencias humanitarias y los gobiernos
están satisfaciendo las necesidades básicas de los
iraquíes desplazados al interior del país y en el
extranjero, pero necesitamos de una respuesta similar para asegurar
su bienestar psicológico, que es igualmente importante",
comentó Guglielmo Schinina, Jefe de la Oficina de la OIM
Para Asuntos Psico-sociales en Oriente Próximo.
El estudio está a su disposición en el sitio
web:
"/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/published_docs/brochures_and_info_sheets/report_psy_assessment.pdf"
target="_blank" title="">Report on Psychosocial Needs of Iraqis
Displaced in Jordan and Lebanon
El informe titulado "Report on Psychosocial Needs of Iraqis
Displaced in Jordan and Lebanon" le proporcionará más
información acerca de este tema.
Si desea más información aún, favor de
ponerse en contacto con:
Mio Sato
OIM en Jordania
Tel.: +962 65 65 96 60, ext. 1051
Correo Electrónico:
href="mailto:msato@iom.int">msato@iom.int
o con
Rocco Nuri
OIM en Líbano
Tel.: +961 01 752 118 ext 37
Correo Electrónico:
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