Comunicado
Global

Se requiere de acción inmediata para abordar las vulnerabilidades y necesidades de 2.5 millones de migrantes varados

Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha declarado hoy que se requiere con urgencia de cooperación internacional efectiva para abordar las circunstancias adversas de millones de migrantes varados en todo el mundo debido a las restricciones a la movilidad impuestas para intentar controlar la propagación de la COVID-19.

Un esfuerzo conjunto de tres meses para paliar el Impacto sobre los Migrantes de la COVID-19 se pide por parte de la Fuerza de Tareas para Retornos de la OIM, lo cual revela por primera vez la dimensión y complejidades de los desafíos enfrentados por los gobiernos y por las personas que se están desplazando en un momento en el que al menos unos 2,75 millones* de migrantes están varados (al 13 de julio) en todo el mundo.

“El alcance y la correspondiente aplicación de numerosas restricciones a la movilidad, incluyendo cierres de fronteras y confinamientos en toda la nación, relacionados con la pandemia de COVID-19, requiere que los Estados lleguen hasta sus vecinos y hasta los países de origen de los migrantes para el abordaje de sus necesidades y vulnerabilidades”, dijo el Director General de la OIM António Vitorino.

“Debe quedar en claro que los migrantes pueden ser retornados a sus hogares en condiciones dignas y seguras a pesar de las limitaciones impuestas por la COVID-19. Allí donde los gobiernos han tomado cartas en el asunto, cientos de miles de migrantes han podido regresar a sus hogares de un modo que ha tomado en cuenta los significativos desafíos sanitarios que la pandemia plantea.  Se han vuelto a abrir corredores laborales, ayudando a reanimar las economías tanto en los países de origen como en los de destino y suavizar el impacto económico de la pandemia. Se trata de pasos muy positivos, pero debemos ahora movernos para que todas estas buenas prácticas puedan ser replicadas con mayor amplitud”.

A los fines del informe, los migrantes varados son definidos como aquellas personas que se encuentran fuera de sus países de residencia habitual, que desean retornar a sus hogares, pero no lo pueden hacer debido a las restricciones a la movilidad relacionadas con la pandemia de COVID-19. Este panorama general, basado en datos compilados en 382 zonas en más de 101 países, “se considera que no refleja con total precisión la verdadera cantidad de migrantes varados o impactados por la pandemia de COVID-19”, señala el informe.

Desde principios de marzo, la OIM ha estado haciendo un seguimiento de las restricciones a la movilidad mundial y de su impacto. Los datos más recientes revelan que unos 220 países, territorios y zonas han impuesto aproximadamente 91.000 restricciones al movimiento. A raíz de estas medidas mundiales de contención, la OIM ha recibido cientos de solicitudes para asistir a casi 115.000 migrantes varados para que puedan voluntariamente y en condiciones seguras retornar a sus hogares.

Cuando se quedan varados, algunos migrantes quedan más expuestos a abusos, explotación y abandono. La pérdida de los medios de subsistencia puede aumentar las vulnerabilidades y exponerlos a explotación de parte de grupos criminales, tratantes de personas y otros que pueden intentar sacar ventaja de estas situaciones.

En repetidas ocasiones la OIM ha solicitado que los migrantes sean incluidos en los planes nacionales de respuesta y recuperación ante la COVID-19. Con demasiada frecuencia, sin embargo, son excluidos de los mismos o, debido a su condición irregular, no pueden procurar apoyo sanitario y servicios sociales de apoyo, situación que se ve exacerbada por sentimientos en contra de los migrantes que están aumentando en algunos países.

“Los migrantes con frecuencia enfrentan estigmatización, discriminación y ataques xenófobos pero la medida en la cual las redes sociales en particular han ayudado a incubar y amplificar este discurso de odio es un fenómeno muy inquietante”, señaló el Director General Vitorino.

“La violencia de la cual hemos sido testigos, dirigida a los migrantes y a otras personas vulnerables, es inexcusable. Es esencial criminalizar las formas extremas de discurso de odio, incluyendo la incitación a la violencia y a la discriminación, y también hacer responsables a los autores de tales delitos”.

Adicionalmente, medidas tales como el uso de la cuarentena para contener la propagación de la COVID-19 lamentablemente han derivado en el hecho de que los migrantes han sido instalados en depósitos sin las condiciones sanitarias adecuadas en donde no se puede cumplir con las medidas básicas de higiene y de distanciamiento físico, creando un caldo de cultivo para la diseminación de enfermedades potencialmente fatales y una situación en la que los migrantes se encuentran en riesgo de enfrentar todavía un mayor grado de discriminación.

Las circunstancias en las cuales las personas se encuentran varían enormemente. En una reciente Declaración Conjunta las agencias de Naciones Unidas destacaron la situación crítica de cerca de 400.000 marineros que actualmente se encuentran varados en alta mar, muchos de los cuales han estado a bordo de sus embarcaciones por hasta 17 meses – seis meses más que el máximo de 11 permitido. Esto es la antesala de una crisis humanitaria que amenaza el bienestar de los marineros y la seguridad marítima.

A pesar de ello es claro que el diálogo y la cooperación pueden promover resultados concretos.

Una Declaración sobre Migrantes Varados de la OIM destaca el hecho de que algunos gobiernos han sido proactivos en cuanto al abordaje de las cuestiones de vulnerabilidad, permitiendo que los migrantes, con independencia de su estatus migratorios o la existencia de seguro, tengan acceso a instalaciones médicas, en particular las dedicadas al tratamiento de COVID-19, y proveyendo alimentos y alojamiento a otros.

A la luz de las restricciones a la movilidad planteadas por la pandemia Canadá, Portugal, Italia, Alemania y muchos otros Estados han ajustado los acuerdos sobre visa para trabajadores de temporada. El Gobierno de Qatar también anunció que los trabajadores migrantes en cuarentena o que están bajo tratamiento recibirán los salarios que perciben sin recorte alguno y la República de Eslovaquia ha extendido los permisos de residencia para no ciudadanos como una medida excepcional ante la crisis.

Si bien las restricciones a la movilidad siguen impidiendo el libre movimiento de los trabajadores migrantes en todo el mundo, hay algunas excepciones. En semanas recientes, a los primeros de aproximadamente 3.400 mineros de Mozambique se les ha permitido cruzar de regreso a Sudáfrica, para retomar sus labores luego de haber sido médicamente controlados por la OIM y de habérseles informados los riesgos planteados por la COVID19. Se siguen manteniendo discusiones acerca de brindar las mismas facilidades a miles de trabajadores agrícolas.

La cooperación internacional también ha allanado el camino para que la OIM provea asistencia para el retorno voluntario a más de 15.000 migrantes vulnerables y varados en meses recientes, de modo tal de abordar las preocupaciones en torno a la salud pública vinculadas a la pandemia de COVID-19.

 

Nota: *Esta cifra de 2,75 millones representa casos conocidos de migrantes varados en el exterior, de fuentes públicas u oficiales y solicitudes directas a la OIM, con necesidad de recibir diferentes tipos de asistencia, incluyendo alimentos, agua, albergue y/o asistencia para el retorno. Incluye a los migrantes que han sido identificados por las misiones de la OIM, derivados a la OIM por los Gobiernos para recibir asistencia o por oficinas diplomáticas o consulares, asociados de la sociedad civil, otras agencias de la ONU o que se han acercado individualmente a la OIM para solicitar asistencia.

 

Para más información por favor contactar a la OIM en Ginebra:
 Paul Dillon, Tel: +41 79 636 98 74, Correo electrónico: pdillon@iom.int
 Safa Msehli, Tel: +41 79 403 55 26, Correo electrónico: smsehli@iom.int