Comunicado
Global

Primer grupo de familias abandona el campamento <I>Champ de Mars</I> con ayuda de la OIM

Un primer grupo de familias ha recibido esta semana ayuda de la OIM
para abandonar definitivamente los refugios y tiendas de
campaña, situados justo en frente del destruido Palacio
Nacional, en los que han vivido durante los últimos dos
años.

En total, 176 familias han sido reubicadas en viviendas de su
elección, además de haber recibido por adelantado una
subvención para un año de alquiler dentro del marco
de un programa diseñado y dirigido por el Gobierno de
Haití y financiado por Canadá.

La histórica plaza Champ de Mars, en pleno centro
de la capital, Puerto Príncipe, ha albergado a unas 4.600
familias extremadamente pobres que, desde el terremoto, han vivido
en condiciones infrahumanas y de hacinamiento. Las mujeres, en
particular, han sido con frecuencia víctimas de la violencia
sexual y de género.

En virtud de un acuerdo marco desarrollado por el Gobierno de
Haití y la comunidad humanitaria, el propósito del
programa de reubicación es el de facilitar el retorno del
mayor número posible de familias desplazadas a causa del
terremoto a sus lugares de origen.

En torno a unas 126.000 familias permanecen aún en
campamentos, en condiciones cada vez peores, y tendrán que
pasar al menos entre dos y cinco años antes de que, mediante
el enfoque de regeneración de vecindarios, se consiga
reconstruir los vecindarios para el retorno de las mismas.

"Una semana antes de que Champs de Mars se vista de
carnaval, resulta oportuno ofrecer a estas familias vulnerables la
oportunidad de rehacer sus vidas, así como que nuestra labor
de ayuda empiece a cobrar forma", asevera Luca Dall'Oglio, jefe de
la misión de la OIM en Haití.

El devastador terremoto de enero de 2010 dejó sin hogar a
1,5 millones de personas y casi destruyó la ya debilitada
economía, además de contribuir a una sensación
de pérdida, individual y colectiva, combinada con
culpabilidad frente a los que murieron, ansiedad por el futuro,
frustración e ira.

Champ de Mars es un foco de tensión. Para quienes
viven en endebles refugios y tiendas de campaña, la
protección es otro problema de peso. La OIM incorpora las
cuestiones relativas a la protección para garantizar que
todo el que participe en el proceso de reubicación (los
desplazados, las personas en contacto directo con ellos y los
líderes comunitarios) sea consciente de la gravedad de la
violencia sexual y de género.

Igualmente, la OIM ha facilitado apoyo psicosocial a los
residentes en campamentos de Haití, incluido Champ de
Mars
. El equipo de salud de esta misión, que trabaja en
condiciones especialmente difíciles, se encarga de coordinar
las soluciones sanitarias siempre que es posible.

La OIM inició esta labor asegurándose de que se
daba prioridad y de que se satisficiesen las necesidades de salud
de las familias más vulnerables, incluidas embarazadas,
mujeres con hijos menores de cinco años, ancianos, familias
monoparentales, discapacitados y personas con enfermedades
crónicas como la tuberculosis o el VIH.

Uno de estos casos era el de Bettyna, parapléjica de 19
años de edad que permaneció durante dos años
en una colchoneta en el campamento, dependiendo de la ayuda de su
madre. Su brillante sonrisa y su alegría mientras la
montaban en una silla de ruedas para subir a continuación al
autobús que la trasladaría a su nuevo hogar,
ocultaban las penurias vividas y los dolores crónicos que
padece debido a la falta de atención médica.

Se espera que la reubicación de Champ de Mars
cobre velocidad en los próximos meses. Al mismo tiempo, se
llevan a cabo esfuerzos paralelos de reconstrucción de
viviendas de calidad y de provisión de instalaciones de
salud públicas y comunitarias sostenibles en los vecindarios
de origen, algo de una importancia especial en un país en el
que se han desarrollado barriadas no planificadas y que es
particularmente vulnerable a desastres naturales como terremotos e
inundaciones.

Una parte única del proceso consiste en hacer
partícipes a los residentes en los esfuerzos de
reconstrucción mediante plataformas comunitarias donde se
proponen y debaten diferentes planes. Se impulsará la ayuda
de estos líderes comunitarios en materia de
planificación urbana y en la identificación de
prioridades de rehabilitación para así garantizar la
participación de la comunidad.

Dentro del proceso de reconstrucción, se brindará
apoyo a pequeños proveedores de materiales y servicios de
construcción para hacerlos más competitivos y
garantizar el apoyo de la comunidad a sus negocios. También
se contará con equipos técnicos encargados de evaluar
los desperfectos de las viviendas y, en los casos en que sea
posible, repararlas. Los propietarios cuyas viviendas no puedan ser
reparadas recibirán ayuda para reconstruirlas, iniciativa
que permitirá a las personas que abandonan los campamentos
recuperar viviendas existentes.

El cierre de los campamentos en Haití es una prioridad
tanto para el Gobierno como para el conjunto de la comunidad
humanitaria. La OIM lleva la iniciativa a la hora de identificar
soluciones sostenibles para el retorno a los lugares de origen de
las familias residentes en campamentos. Asimismo, colabora con la
UNOPS, la OIT y el PNUD, y con organizaciones humanitarias locales
e internacionales, para responder con prontitud a las peticiones
del gobierno dentro de la estrategia de reubicación y
reconstrucción.

Para más información, póngase en contacto
con:

Leonard Doyle

OIM Haití

Tel: +509 3702 5066

E-mail: "mailto:ldoyle@iom.int">ldoyle@iom.int