Comunicado
Global

OIM: Enfoque basado en los derechos para reducir el riesgo de prevalencia del VIH/SIDA entre los migrantes y las comunidades receptoras

Ginebra – En este Día Mundial de la Lucha contra el SIDA la OIM se une a ONUSIDA y a otros socios para trabajar en conjunto para poner fin a la amenaza a la salud pública del VIH/SIDA, enfocándose en el derecho a la salud para todos y asegurando que todos tengan acceso a cuidados de la salud de calidad.

A pesar del progreso significativo en la reducción de la carga que implica el VIH/SIDA en todo el mundo, quedan brechas en lo relativo a promover la salud en diversas poblaciones claves como las de los migrantes y refugiados, de conformidad con las obligaciones en materia de derechos humanos internacionales y de los instrumentos relevantes regionales e internacionales.

“En todas las regiones del mundo hay leyes punitivas y discriminatorias, políticas y prácticas que siguen violando los derechos humanos y que mantienen las condiciones que dejan a muchas poblaciones sin acceso a servicios en materia de VIH,” dijo el Director General de la OIM William Lacy Swing en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA (1° de diciembre).

Resulta alentador destacar que la Estrategia ONUSIDA 2016-2017: acción acelerada para poner fin a la epidemia del SIDA  identifica a migrantes, refugiados y poblaciones afectadas por las crisis para brindar respuestas orientadas a objetivos. Sin embargo, esto va a requerir de acción urgente a lo largo de todo el espectro de derechos para estos grupos poblacionales entre los cuales se incluyen derechos civiles, culturales, económicos, políticos, sociales, sexuales y reproductivos.

La OIM cree firmemente que para lograr la visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2030 – y no dejar detrás a ninguno de ellos – y para cumplir con los objetivos de la Cobertura Universal de Salud, es imperativo que los derechos de la salud y las necesidades de los migrantes sean abordados de manera adecuada en todos los sectores, usando evidencias y un enfoque integral por parte de los  gobiernos.

“Si bien la migración no se equipara automáticamente a la vulnerabilidad frente al VIH, y no todos los migrantes y las poblaciones móviles corren un riesgo aumentado frente al VIH, en muchos contextos estas poblaciones están expuestas a un conjunto único de factores socio-culturales, económicos y medioambientales que las hacen más vulnerables frente al HIV,” declaró Jacqueline Weekers, Directora de la División de Salud Migratoria de la OIM.

En todo el mundo, la OIM trabaja con gobiernos y socios internacionales para brindar programas que adopten un enfoque basado en derechos para disminuir la vulnerabilidad frente al VIH y el riesgo entre los migrantes, asegurando el ingreso universal a la prevención, cuidado, tratamiento y apoyo en materia de VIH, y combatiendo la información errónea y la estigmatización en torno a la población afectada.

Por ejemplo, como componente de los programas de evaluación de salud de la OIM previos a la partida, la OIM ofrece asesoramiento y pruebas de VIH para refugiados y migrantes que viajan a más de quince países receptores. Hasta ahora en el año 2017, la OIM ha provisto más de 65.000 pruebas de VIH, incluyendo asesoramiento previo y posterior a la prueba, en más de 50 operaciones de la OIM en todo el mundo. En donde fuera necesario, la OIM provee derivaciones para cuidado de seguimiento a sistemas de salud local o regional.

En Sudán del Sur (2016-2017), las poblaciones que preocupan desde el punto de vista humanitario han ahora mejorado su acceso a asesoramiento en materia de VIH/SIDA, pruebas, y tratamiento, desde que la OIM completó el lanzamiento de servicios integrales en los sitios para Protección de Civiles (PoC por su sigla en inglés) de Bentiu, Malakal y Wau, en octubre de 2017, beneficiando a aproximadamente 171.000 personas incluyendo a miembros de la comunidad receptora.

En Medio Oriente, la OIM se encuentra implementando el Programa Respuesta para Medio Oriente (MER por su sigla en inglés, desde enero de 2017 hasta el presente), un enfoque innovador con la participación de varios países que tiene como objetivo dar apoyo a la provisión continuada de cuidados en contextos de conflicto mediante la provisión de servicios esenciales en materia de VIH, tuberculosis y malaria, a refugiados, personas desplazadas internamente (IDPs por su sigla en inglés) como así también a las comunidades receptoras en Siria, Yemen, Líbano y Jordania.

En Myanmar (2014-2016), la OIM estableció centros sociales para trabajadoras del sexo y hombres que tienen sexo con hombres en localidades afectadas por la migración. Los centros ofrecieron un espacio para capacitación en educación con pares, grupos de autoayuda, y acceso a Asesoramiento y Pruebas Confidenciales Voluntarias (VCCT por su sigla en inglés), controles regulares de infecciones transmisibles por vía sexual y terapia antiretroviral.

Uno de los compromisos claves delineados en la Declaración de Nueva York sobre refugiados y Migrantes adoptada en 2016 fue “abordar las vulnerabilidades frente al VIH y las necesidades específicas en materia de cuidado de las salud de migrantes y refugiados”.

La Declaración también instó a los Estados Miembros y socios a “tomar los pasos necesarios para reducir el estigma, la discriminación y la violencia que confrontan por su condición de VIH positivos, además de apoyar su derecho a la salud y el acceso a la prevención, tratamiento, cuidado y apoyo en materia de VIH”.

Para el logro de estos objetivos es imperativo asegurar que la salud de los migrantes y de los refugiados sea abordada de manera adecuada en el Pacto Mundial para una Migración Ordenada, Segura y Regular, y también en el Pacto Mundial para Refugiados.

Para mayor información, por favor contactar a la Sede de la OIM:

Jorge Galindo, Tel: +41227179205, Email: jgalindo@iom.int

May Al Bezreh, Tel: +41227179148  malbezreh@iom.int