Comunicado
Global

Migración y desarrollo: Oportunidades y retos para los políticos

En su última Serie de
Investigación sobre Migración (Migration and
Development: Opportunities and Challenges for Policymakers), la OIM
advierte que el nexo entre migración y desarrollo, que
implica flujos cada vez más complejos de personas, dinero y
vínculos, es un reto considerable para los políticos
encargados de la migración de todo el mundo.

Según el informe, las intervenciones
“para todos los usos” y las “victorias
fáciles” serán escasas, si no imposible, en
este ámbito. Con el fin de tener un cierto éxito
aquí, los políticos de los países
desarrollados y en desarrollo tendrán que trabajar
más estrechamente con las agencias multilaterales, las ONG y
el sector privado para dar respuestas multidimensionales.

La migración internacional puede tener
una repercusión importante y positiva en las
políticas de desarrollo, siempre y cuando se tomen las
medidas adecuadas para limitar las consecuencias negativas de la
emigración de trabajadores muy cualificados de los
países en desarrollo. Sin embargo, en el informe se afirma
que hay que encontrar nuevos modos de implicar a las comunidades de
expatriados en el desarrollo de sus países de origen a
través de incentivos, vínculos y políticas
migratorias favorables al desarrollo. Dichas políticas
podrían incluir acuerdos bilaterales sobre migración
temporal, legitimaciones para la protección social y
formación específica sobre la
reintegración.

El informe subraya la necesidad de comprender
mejor a los distintos actores que pueden contribuir a mitigar los
efectos negativos para el desarrollo de la migración. Se
indica, por ejemplo, que el sector privado tiene un papel que
desempeñar al mitigar las consecuencias adversas de la fuga
de cerebros, sobre todo en los sectores de la educación y la
sanidad. Esto es posible proporcionando formación a
más profesionales, con el fin de aumentar la oferta general
de recursos humanos cualificados en los países de origen,
compensando así las repercusiones de una emigración
ulterior.

Según el informe, también
habría que tomar medidas para garantizar que las remesas se
usan con más eficacia para reducir la pobreza y fomentar el
desarrollo económico. Según el Banco Mundial, en
2005, las remesas dirigidas a los países en desarrollo
alcanzaron US$167 mil millones, un aumento de un 73% frente a 2001.
Sin embargo, los autores del informe señalan que las remesas
propiciarían más el desarrollo si los costes de
transferencia fueran más bajos y hubiera más
actividades conjuntas.

Entre las recomendaciones, se indica
también la necesidad de aumentar la coherencia de las
políticas y la coordinación entre los responsables
políticos en todas las instancias, evaluar la eficacia de
las políticas migratorias actuales y aumentar el
diálogo y la cooperación internacionales sobre
cuestiones migratorias y de desarrollo.

Si desea más información,
póngase en contacto con:

Macha Farrant

Research Fellow, Institute for Public Policy Research

Tel: +44 20 7470 61 28

Email: "mailto:m.farrant@ippr.org" target="_blank" title=
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