Comunicado
Global

Más de 1.800 refugiados rohingyas llegaron a Bangladesh la semana pasada mientras la violencia continúa en Myanmar

Cox’s Bazar – En tan sólo tres meses una cantidad estimada de 624.251 refugiados rohingyas han cruzado a Cox’s Bazar en Bangladesh, huyendo de la violencia y de la opresión en el Estado de Rakhine al norte de Myanmar. De ellos, 1.800 han llegado en los últimos siete días. Esto lleva la población total de rohingyas que buscan seguridad en el distrito a más de 836.000.

“Aunque el número de personas que llegan es mucho menor que durante las primeras semanas de la crisis, cientos de refugiados continúan cruzando a diario la frontera entre Bangladesh y Myanmar,” dijo Andrew Lind, quien es el Coordinador de Emergencia de la OIM en Cox’s Bazar. “La gente sigue llegando a los asentamientos haciendo espantosos relatos de haber sufrido abusos físicos y sexuales, acoso e incluso de haber presenciado asesinatos. Todos ellos temen por los parientes que han dejado atrás en Myanmar,” agregó Lind.

Una mujer de 30 años de edad que habló con la OIM el lunes 27 de octubre, cuando llegó al asentamiento de Balukhali con sus cinco hijos dijo que huyó de su aldea cuando la misma fue incendiada hacía siete días. Dijo que las personas que atacaron el pueblo estaban divididas en dos grupos: uno que raptaba personas y otro que prendía fuego a las casas de los pobladores. “Los vi cómo secuestraban a las personas pero no pude ver adónde los llevaban,” declaró.

Tras haberse ocultado durante dos días en un pueblo cercano, temiendo nuevos ataques en la zona, ella comenzó a avanzar hacia la frontera con sus hijos. Le dijo a la OIM que su marido había muerto hacía ya varios meses puesto que no tenían acceso a cuidados de salud en el Estado de Rakhine.

Durante días, sus dos hijos mayores llevaron a los dos menores, mientras que la madre llevó al quinto niño y además de lo poco que había podido salvar de los ataques a su hogar. Le dijo a la OIM que su hijo de cuatro años de edad rechaza ahora comer y sigue preguntando si van a ser atacados nuevamente. “No hay paz. No podemos conciliar el sueño…si no estamos seguros, no volveremos,” dijo ella.

Como los demás refugiados, la familia llegó casi sin pertenencias a un inmenso y congestionado ambiente, en donde la respuesta de la comunidad humanitaria sigue aún tratando de ponerse al día con las múltiples necesidades de una población en estado de desesperación.

Los servicios de agua, sanidad e higiene (WASH por su sigla en inglés) siguen siendo un problema serio. La Organización Mundial de la Salud (WHO por su sigla en inglés), descubrió que más del 60 por ciento de las fuentes de agua que fueron sometidas a pruebas estaban contaminadas con E. coli. Gran parte de tal contaminación es el resultado de la poca profundidad de los pozos de agua ubicados a menos de 30 pies de las letrinas. Las letrinas colapsadas por el uso y la falta de espacio para eliminar los desechos también contribuyen a este problema que amenaza las vidas.

La semana pasada, la OIM había perforado trece pozos por tubería profunda en la Zona SS, un área menos congestionada en el asentamiento de Balukhali, en donde la gente que llegó en las pasadas dos semanas se ha instalado. En total, la OIM ha ahora perforado 374 pozos por tubería profunda y ha instalado 4.973 letrinas (permanentes y de emergencia) en los asentamientos de Cox’s Bazar y en las comunidades receptoras.

Las preocupaciones en materia de protección en los asentamientos también van en aumento. Con tantas personas vulnerables e indigentes viviendo en un área tan pequeña, los asentamientos se han convertido en un objetivo para los oportunistas traficantes de seres humanos que buscan explotar a los refugiados. La OIM procura fondos para proteger de mejor manera a los refugiados y ofrecer apoyo a los sobrevivientes de explotación y trata de personas.

Para mayor información por favor contactar a Olivia Headon en la OIM Cox’s Bazar. Tel: +8801733335221, Email: oheadon@iom.int