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Los niños rohingyas dibujan sus sueños: y se parecen a su hogar…

Cox’s Bazar – Cuando a Ansarullah de 10 años de edad se le pidió que dibujara su sueño y su mayor deseo, dibujó una casa.

Lo mismo hizo la mayoría del resto de los niños refugiados rohingyas que participaron de la actividad de dibujo conducida por el equipo de Apoyo Psicosocial de la OIM en Cox’s Bazar, Bangladesh.

Los niños representan cerca del 60% de los 688.000 refugiados rohingyas que han logrado escapar de la violencia imperante en Myanmar rumbo a Bangladesh en los pasados seis meses.

Hay imágenes satelitales que han mostrado incendios masivos y destrucción de los hogares que estos niños dejaron detrás. Muchos de ellos han perdido a parientes o amigos debido a la violencia o bien durante el vuelo.

Ahora la mayor parte de ellos vive en los que se ha dado en llamar el mayor campamento de refugiados del mundo, en Cox’s Bazar, Bangladesh, apiñados en albergues hechos de láminas de polietileno o de lonas impermeables, que apenas si los protegen de las malas condiciones del clima.

Ansarullah, quien dice que quiere ser maestro cuando crezca para poder ayudar a las personas, explicó que dibujó las cosas que más le gustan.

“Dibujé flores, mi casa, la gente y mis amigos de Myanmar. Escribí mi nombre y el nombre de mi amigo, y el nombre de mi escuela en la clase de dibujo. Lo disfruté muchísimo.”

Bar, un muchachito muy creativo que dibujó un auto estilo embarcación y otros niños que dibujaron diseños florales abstractos, casas con las familias dentro, dominaron las expresiones de los sueños de los niños refugiados.

Varios jóvenes incluyeron también imágenes de la bandera de Bangladesh en sus dibujos.

“Disfruté la tarea de dibujar las flores, la casa y las personas. Y también disfruté dibujando la bandera de Bangladesh,” agregó Ansarullah.

Si bien los psicólogos reconocen que los dibujos por si mismos no alcanzan para adentrarnos en profundidad en las experiencias emocionales de un niño, Olga Rebolledo, que se desempeña como Coordinadora del Apoyo Psicosocial de la OIM y se encargó de organizar la actividad de dibujo, sostuvo que: “hablando en líneas generales, los significados que los niños le dan a sus dibujos están conectados con lo que ellos esperan y sus deseos de ser protegidos y de sentirse seguros.”

Rebolledo explicó que el simple hecho de darles la oportunidad de conectarse con sus sentimientos y de expresar sus pensamientos puede tener un efecto terapéutico en los niños y niñas.

Pero para Ansarullah, la sesión de dibujo también le brindó otro beneficio. Fue la posibilidad de hacerse de nuevos amigos.

“Asesinaron a mi amigo en Myanmar. Ellos (mis amigos) no están en Bangladesh. La gente se vino para acá, comenzaron a vivir cerca de nosotros y me hice amigo de ellos. Jugamos, remontamos barriletes, estudiamos y escribimos juntos.”

Pero a veces, agregó, él desearía tener más amigos. La actividad de dibujo, señaló, lo hizo sentir mejor porque estaba rodeado de otros niños que hacían cosas divertidas.

“Fue lindo compartir momentos en un lugar agradable como éste”, dijo acerca del albergue básico, abierto al frente, que se encuentra en la clínica local de la OIM en donde se desarrolló la actividad artística. “Me cayeron muy bien los otros chicos.”

Más de 1.300 niños han recibido apoyo psicosocial por parte de la OIM en Cox’s Bazar desde septiembre de 2017.

La OIM ayudó a proveer kits de albergue incluyendo lonas impermeables, varas de bambú y artículos básicos para el hogar que llegaron a manos de 600.000 personas en los primeros cinco meses de la crisis. La OIM está ahora ayudando a distribuir kits para mejorar los albergues y así ayudar a 120.000 familias a que puedan reforzar sus albergues antes de la temporada de lluvias.

Para mayor información por favor contactar a Fiona MacGregor en la OIM Cox's Bazar. Tel. +88017333 35221 Email: fmacgregor@iom.int