Cox’s Bazar – Cuando cuatro jóvenes bangladeshís que viven en las cercanías del campamento de refugiados más grande del mundo – el cual alberga alrededor de un millón de refugiados rohingyas de Myanmar  - oyeron acerca de un programa gratuito dedicado a la enseñanza de habilidades comerciales y de construcción, inmediatamente vislumbraron allí una buena oportunidad.

“Muchas personas habían llegado a la frontera [desde 2017] y se construían casas en todas partes. Pero no había suficientes contratistas y los que había, no tenían mucha experiencia,” dice Reza.

“Habíamos estado hablando sobre  comenzar nuestra propia empresa de contratación, pero sin tener a alguien que no había nadie que brindara capacitaciones comerciales o sobre construcción, por lo que esa idea parecía imposible. Yo crecí aquí y no hay buenas escuelas. La mayor parte de los artesanos adquieren habilidades con el paso del tiempo”, agregó.

Esta realidad cambió cuando la OIM comenzó con un nuevo servicio de enseñanza de habilidades comerciales y de construcción en el inmenso campamento de refugiados de Kutupalong, que se encuentra en las afueras de  Cox’s Bazar’s. El programa intensivo de 25 días y 84 horas de duración ofreció capacitación en muchos aspectos, desde cómo mezclar el cemento hasta cómo realizar trabajos de albañilería, además de conocimientos contables y relaciones con los empleados.

La escuela está vinculada con el Proyecto de Mantenimiento de Sitios e Ingeniería, o SMEP – que es una iniciativa conjunta de la OIM, el ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos, destinado a mejorar la infraestructura en los campamentos de refugiados que se encuentran diseminados a lo largo de kilómetros de terrenos escarpados que alguna vez estuvieron cubiertos de bosques. Los refugiados viven con el riesgo permanente de sufrir aludes o inundaciones durante la temporada de monzones.

Anan, amigo de Reza de 29 años, que también completó el curso, dijo que la zona plantea asimismo desafíos muy singulares en materia de construcción. No hay virtualmente rocas para ser utilizadas en la construcción o para asegurar los cimientos de las estructuras. Se utilizan por consiguiente bloques de concreto para asegurar las viviendas proclives a sufrir los efectos de las inundaciones y para hacer el pavimento.

“Aprendimos a fabricar bloques de concreto. Las técnicas para mezclar el cemento de forma correcta y las proporciones y tipos de arena eran totalmente nuevas para nosotros”, sostuvo Anan, quien con anterioridad había trabajado en construcción pero que nunca había recibido capacitación formal.

Cuando Reza y sus amigos se graduaron en el mencionado programa se sintieron listos para lanzar su propia empresa: Star Construction. Además de ofrecer sus servicios a las agencias de asistencia que trabajan en los campamentos, la compañía planea brindar servicios a la comunidad local en Cox’s Bazar y dar empleo a trabajadores locales.

Este servicio de capacitación es una de las varias iniciativas lanzadas por la comunidad internacional para ayudar a las “comunidades de acogida” en Cox’s Bazar, que con anterioridad era una zona fronteriza aislada a la que el esfuerzo de alivio para los refugiados ha podido aportar expertos técnicos procedentes de todo el mundo.

La OIM considera la capacitación de la comunidad en habilidades que van desde la construcción hasta las computadoras pasando por la administración como un elemento clave para la localización de la provisión de servicios de asistencia en Bangladesh, de acuerdo con Manuel Pereira, Jefe de Misión Adjunto de la OIM Bangladesh.

Debido al éxito de su primera instalación para capacitación, la OIM está planeando expandir sus esfuerzos y agregar un taller de dos pisos en Kutupalong. En tal centro se ofrecerá capacitación sobre habilidades básicas para trabajar con metales, mecánica y posiblemente soldadura, agregó.

Para mayor información por favor contactar a George McLeod en la OIM Bangladesh, Tel: + +880 18 7071 8078, Email: gmcleod@iom.int