Comunicado
Global

Los desplazados internos en Iraq y aquellos que han vuelto a sus hogares siguen enfrentando dificultades severas

Mientras que las mejoras en materia de seguridad que se han vivido
durante los primeros meses de 2008 han hecho que la tasa de
desplazamiento disminuya significativamente y han motivado algunos
retornos, 2,8 millones de iraquíes desplazados al interior
del país siguen atravesando condiciones de vida sumamente
duras, con un acceso mediocre a viviendas, víveres,
atención médica, agua y otros servicios
básicos.

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"http://www.iom-iraq.net/Library/Iraq%20Displacement%20and%20Return%20Mid-Year%20Review%202008.pdf"
target="_blank" title=""> "background-color: rgb(153, 204, 255);">Iraq Displacement and
Return Mid-Year Review 2008

De acuerdo con el Informe Semestral sobre Desplazamientos y
Retornos que la OIM publicó hoy, los desplazados internos
(DIs) en Iraq y quienes han vuelto a sus hogares aún carecen
de viviendas adecuadas, tienen un acceso insuficiente al agua
potable, a los víveres y a otros servicios básicos,
como lo son la atención médica, la educación y
la electricidad.


La mayoría de los iraquíes desplazados (un 63%)
que no cuentan con el apoyo de sus parientes se ven obligados a
enfrentar rentas que cada mes se disparan, mientras que para otros,
la única alternativa es refugiarse en cabañas de lodo
u ocupar edificios públicos y vivir con el temor constante
de que los desahucien.

Cuando se les preguntó acerca de sus perspectivas de
retorno, un 61% de los DIs a quienes entrevistaron los observadores
la OIM afirmaron querer regresar al lugar del que son originarios,
mientras que un 21% afirmó que pretendía integrarse
en el lugar en el que se encontraba y un 17% desea realojarse en
algún otro sitio.

Sin embargo, el informe subraya que un 26% de las personas
desplazadas dijo que su propiedad se encuentra ocupada por otra
persona o familia, bajo el control de algún otro ciudadano o
que alguien más la ha reclamado, mientras que un 15%
declaró que su propiedad había sido parcial o
totalmente destruida.

Por otra parte, el acceso a los alimentos sigue estando
restringido y tan solo un 29% de los DIs recibe raciones de comida
del Gobierno de forma regular, un 49% las recibe de forma
esporádica y un 21% no recibe nada en absoluto.  Sin
embargo, un 41% afirmó recibir víveres, en la
mayoría de los casos, de organizaciones de ayuda humanitaria
u organizaciones religiosas de beneficencia.

La gente vive en condiciones por debajo de la norma
mínima establecida, padece estrés como resultado de
los largos periodos durante los que se encuentra desplazada,
enfrenta dificultades financieras, tiene una dieta insuficiente y
los servicios sanitarios a los que tiene acceso son de mala
calidad.  Todo ello sigue teniendo graves consecuencias en la
salud de los desplazados.

La hipertensión, los padecimientos del corazón, la
diabetes, las infecciones cutáneas e intestinales, la anemia
y otros problemas alimentarios que resultan de la
malnutrición están a la orden del día; las
mujeres y los niños son los más vulnerables a estos
padecimientos.  Además, los miembros de las poblaciones
de desplazados internos experimentan cada vez con más
frecuencia traumas psicológicos profundos como resultado de
haber presenciado actos violentos o haber sido víctimas de
los mismos.

De acuerdo con el informe, un 14% de los DIs afirmó no
tener acceso a atención médica, mientras que un 30%
declaró que simplemente no puede pagarse los medicamentos
que tan urgentemente necesita o simplemente no tiene acceso a
ellos.

A pesar de que un 80% de los DIs que la OIM evaluó
dijeron tener acceso al agua, esto no significa que sea agua
potable, ya que un 53% explicó que obtenía el agua de
ríos, lagos y riachuelos cercanos, y un 52%, de
tuberías rotas.

Por otra parte, los niños provenientes de familias
desplazadas en todo el país tienen dificultades para asistir
a la escuela por diversas motivos, entre ellos, las precaria
situación económica de sus familias, la distancia que
tienen que recorrer para llegar hasta las escuelas, la necesidad de
quedarse en casa a cuidar de los demás miembros de su
familia mientras los padres trabajan, el tener que trabajar ellos
mismos por falta de otro ingreso en la familia o el no contar con
los documentos necesarios.  Además, muchas de las
escuelas en las comunidades anfitrionas carecen de los profesores,
el material de lectura y los muebles necesarios para acoger a los
niños. En las zonas con una alta concentración de
familias de DIs, las escuelas a menudo organizan hasta tres o
cuatro turnos para tratar de recibir al mayor número de
niños posible.

A pesar de contar con fondos limitados y de la situación
de inseguridad, la OIM sigue asistiendo a los iraquíes
desplazados, a quienes deciden volver a sus hogares y a las
comunidades anfitrionas mediante la provisión de
víveres de emergencia, agua y utensilios para el hogar,
además de que organiza proyectos de asistencia comunitaria y
apoyo.  No obstante, la asistencia a estas comunidades
vulnerables en general sigue siendo insuficiente.  Hasta que
no se consiga la estabilidad a largo plazo, mejore la
situación del estado de derecho y se restablezcan los
servicios básicos, el desplazamiento interno en Iraq
seguirá siendo una verdadera crisis humanitaria que requiere
de asistencia urgente.

El informe completo está disponible en:

"http://www.iom-iraq.net/Library/Iraq%20Displacement%20and%20Return%20Mid-Year%20Review%202008.pdf"
target="_blank" title="">link

Si desea más información, favor de ponerse en
contacto con:

Dana Graber Ladek

especialista en desplazamiento en Iraq

Tel.: +962 79 611 1759

Correo Electrónico:
href="mailto:dgraber@iom-iraq.net" target="_blank" title=
"">dgraber@iom-iraq.net