Comunicado
Global

Las remesas tienen un impacto positivo pero desigual en las zonas rurales de China

Las remesas enviadas por millones de migrantes internos en China a
sus lugares de origen, si bien mejoran considerablemente el
bienestar de las familias rurales, tienen un coste humano alto
tanto para los migrantes como sus familias, así lo
señala el último informe de la Serie de
Investigación sobre Migración de la OIM.

Con el nombre de Las Remesas Nacionales de los Migrantes en
China, su Distribución, Vías y el Sustento que
proporcionan (Domestic Migrant Remittances in China, Distribution,
Channels and Livelihoods), esta publicación señala
que, pese al interés que ha despertado la gran cantidad de
dinero los migrantes internos chinos envían a sus familias
–se estima que sólo a través de medios
oficiales, en el 2005 se enviaron aproximadamente US$ 30 mil
millones–, es necesario prestar mas atención al coste
humano que tiene la migración interna e incluirlo en los
temas de debates de políticas, temas como la
separación prolongada y la repercusiones que tienen las
remesas en las desigualdades de género y las varias
generaciones dentro de las familias.

Las malas condiciones y las extenuantes horas de trabajo
combinadas con el deseo de enviar la mayor cantidad de dinero
posible implican que muchos migrantes frecuentemente no inviertan
su dinero en ropa de cama de abrigo, prendas de vestir o alimentos
apropiados, lo cual afecta a su salud.

El informe también destaca el impacto de la
migración en los ancianos, quienes a menudo se les encargan
ocuparse de los nietos y tierras de los migrantes. Al igual que en
muchas comunidades rurales pobres del mundo, los hijos más
que las hijas, suelen ser los beneficiarios de una gran
proporción de los escasos recursos que tenga la familia,
mientras que las hijas son retiradas de las escuelas para trabajar
en el cultivo de las zonas más pobres de las casas.

Las remesas internas de China, mucho mayores que las procedentes
de los migrantes chinos en el exterior o que las de migrantes
extranjeros de cualquier otro país, han contribuido entre el
20% y el 50% a los ingresos totales de las familias rurales. Aun
cuando las remesas de la migración temporal han ayudado a
reducir la desigualdad de los ingresos en las zonas rurales, sin
embargo, son insuficientes para contrarrestar la diferencia de
ingresos entre el campo y la ciudad en China, hoy día una de
las más grandes del mundo.

El informe identifica asimismo las diversas tendencias de las
remesas en China en comparación con otras partes del mundo.
En China, los hombres envían más remesas que las
mujeres. Con algunas variaciones en cuando a las obligaciones de
género y  el número creciente de mujeres
migrantes, los hombres de las regiones rurales pobres necesitan
ahorrar más dinero para la dote de una novia, además
de reparar o construir una casa para aumentar sus probabilidades de
casarse.

La falta de remesas de alrededor de un cuarto de los migrantes
internos chinos es otro tema sobre el que versa el informe. Los
salarios no remunerados son un factor clave en este asunto a pesar
de los esfuerzos del Gobierno para pedir un tratamiento justo de
los migrantes y el pago rápido de sus salarios. Otros
factores incluyen una urbanización creciente establecida con
migrantes que se trasladan a las ciudades permanentemente y que
tienen menores probabilidades de enviar dinero o una suma
equivalente a aquella remitida en calidad de migrantes
temporales.

El informe, sin embargo, percibe la gran cantidad beneficios de
las remesas. Al tiempo que éstas alivian la pobreza en las
zonas rurales necesitadas y cubren las necesidades en tiempos
difíciles, también costean los gastos escolares de
los miembros de las familias con migrantes, se usan para comprar
bienes de consumo y otras cosas y, en general, tienen un efecto
positivo en el crecimiento económico del país.

Si desea mayor información, póngase en contacto
con:

Franck Laczko

OIM en Ginebra

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