Una nueva publicación de la OIM, que forma parte de la serie
Cuadernos Migratorios, informa de un dramático aumento de la
migración desde países vecinos y Perú hacia
Argentina durante el primer decenio del siglo XXI.

Esta información queda corroborada por los datos
oficiales de los censos de 1991, 2001 y 2010.  De los 1,62
millones de personas que conformaban el colectivo de migrantes en
1991, la cifra cayó a 1,53 millones en 2001 para volver a
aumentar hasta los 1,81 millones en 2011.

Si bien Argentina se ha convertido en el principal destino en
Sudamérica para la migración laboral, los migrantes
conforman únicamente un 4,5% de la población, lo que
representa un aumento poco significativo comparado con el 4,2% que
conformaban en 2001, además de seguir estando muy por debajo
de los porcentajes registrados  en 1915 (un 30%) y 1947 (un
15,2%).  Los nacionales sudamericanos ascendían al 77%
del total de migrantes en 2010, porcentaje superior a 2011 (un 66%)
y 1991 (un 50%).

Los migrantes en Argentina suelen ser originarios de
países como Paraguay (551.000), Bolivia (345.000), Chile
(191.000) y Perú (158.000). La corriente migratoria de estos
países ha acusado un fuerte incremento en el último
decenio y, gracias a ella, se ha conseguido reducir la edad media
del total de la población y ampliar la fuerza de trabajo en
un país que atraviesa un periodo de crecimiento
económico sostenido.

Con un 75,3% de los migrantes paraguayos; un 74,1% de los
uruguayos y un 71,9% de los peruvianos, la zona metropolitana de
Buenos Aires concentra a la gran mayoría de migrantes. 
Los nacionales bolivianos, en cambio, se reparten de manera
más uniforme por todo el país y tan solo un 55%
reside en la capital.  Esto se debe a que muchos de ellos
trabajan en la producción hortofrutícola, lo que ha
contribuido al aumento de la disponibilidad de productos frescos y
a reducir precios.

“Este aumento sostenido de la migración puede ser
atribuido a un mercado laboral más amplio y diversificado, a
la necesidad de mano de obra poco cualificada y a la estabilidad
económica interna de Argentina”, explica Juan Artola,
director regional de la OIM en Sudamérica.

Los datos sobre el mercado laboral analizados en el informe
confirman la solidez de este que, desde 2003, emplea a nacionales y
extranjeros.  La llegada de trabajadores migrantes no ha
afectado a los empleados locales ni al salario medio percibido.

Los sectores hortofrutícola y de la construcción,
que siempre han tenido que enfrentarse a la escasez de mano de
obra, emplean a nacionales bolivianos y paraguayos,
respectivamente.  Las mujeres migrantes, que sobrepasan
ligeramente a los hombres, trabajan sobre todo como empleadas
domésticas y al cuidado de personas mayores y
niños.

Si desea leer el informe, visite:

"http://www.iom.int/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/published_docs/serial_publications/CM02_Impacto_de_las_Migraciones_en_Argentina.pdf">http://www.iom.int/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/published_docs/serial_publications/CM02_Impacto_de_las_Migraciones_en_Argentina.pdf

Estos son algunos de los próximos temas que se
abordarán en los Cuadernos Migratorios: Migración en
la región del MERCOSUR; Asociaciones de comunidades
paraguayas en Argentina; y Visión general sobre la
migración extra regional en Sudamérica.

Para más información, póngase en contacto
con

Ezequiel Texido

OIM Buenos Aires

E-mail: "mailto:etexido@iom.int">etexido@iom.int

Tel.: +54 11 5219 2033/4/5