Comunicado
Global

La OIM responde a las necesidades en el sitio de protección de la población civil de Malakal, Sudán del Sur, tras la destrucción

Sudán del Sur - Tres semanas después de que los combates destruyeran y dañaran el 35 por ciento del sitio de protección de la población civil de las Naciones Unidas en Malakal, Sudán del Sur, miles de personas siguen viviendo en condiciones extremas. La OIM y los agentes humanitarios están trabajando con rapidez y sin tregua para asegurarse de que los más de 40.000 desplazados internos tengan un refugio antes de las fuertes lluvias estacionales comiencen en dos meses

Fighting which erupted on 17 February 2016, forced most IDPs to flee their shelters to areas of the UN Mission in South Sudan base perceived to be safer but not suitable for accommodating thousands of IDPs. At least 25 people died during the attack and more than 120 were injured.

Los enfrentamientos que estallaron el 17 de febrero de 2016 obligaron a la mayoría de los desplazados internos a abandonar sus refugios hacia áreas del campamento de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur que consideraban más seguras pero que no son adecuadas para alojar a miles de desplazados internos. Al menos 25 personas murieron durante el ataque y más de 120 resultaron heridas.

Más de 30.000 personas están viviendo en refugios improvisados. El área está sobrepoblada, con un promedio de tan solo 2,5 metros cuadrados de superficie habitable por persona. La congestión está dando lugar a la falta de saneamiento y está aumentando el riesgo de propagación de enfermedades.

Tras una temporada de lluvias devastadoras en 2014, la OIM llevó a cabo una ampliación masiva del sitio para mejorar las condiciones de vida y el acceso a servicios de socorro de los desplazados internos. Ahora que los desplazados han huido de estas áreas, los agentes humanitarios temen que se repita lo que ocurrió en 2014, cuando miles de personas vivían con el agua hasta las rodillas y las enfermedades transmitidas por el agua proliferaban vertiginosamente.

“Antes de que comiencen las lluvias, es necesario reparar las áreas dañadas para que los desplazados internos puedan regresar y para que se puedan reanudar los servicios de socorro. Al mismo tiempo, hay que emprender de inmediato el desarrollo de áreas adicionales para poder ofrecer condiciones de vida aceptables y reducir el hacinamiento. Incluso antes del ataque de febrero, unos 36.000 desplazados internos ya vivían en zonas muy congestionadas debido a las limitaciones de espacio”, explicó el Jefe de la Suboficina de la OIM de Malakal, Anders Haugland.

Las operaciones para salvar vidas continúan mientras que dan inicio los trabajos para mejorar las áreas dañadas. La OIM ha tomado medidas rápidas para suministrar agua potable a más de 40.000 desplazados internos. El segundo día de los combates, un miembro del personal arriesgó la vida para caminar dos kilómetros en la oscuridad y sin protección hasta el sistema de bombeo de agua de la OIM en el río Nilo Blanco, para asegurarse de que el agua seguía fluyendo al sitio de protección de la población civil. Asimismo, la OIM está construyendo letrinas y está realizando actividades de promoción de la higiene para minimizar el impacto de las condiciones de hacinamiento sobre la salud de los niños y sus familias.

La clínica de atención primaria de salud de la OIM, incluida una nueva sala de maternidad, fue incendiada durante el ataque. No obstante, la OIM adaptó rápidamente y abrió una clínica temporal en donde se prestan servicios completos de atención primaria de la salud y cuidado materno. La semana pasada, el personal médico examinó a casi 2.300 pacientes y atendió el parto para el nacimiento de nueve bebés.

En su mayoría los desplazados internos huyeron de los combates con escasas o sin pertenencias, muchos de ellos literalmente tan solo con la ropa que llevaban puesta. Una de las desplazadas, Nyarock, una joven madre de cuatro hijos, vive con sus parientes y sus niños en dos tiendas de campaña improvisadas con lonas plásticas de la OIM, ​​postes y láminas.

A pesar de las enormes necesidades, cuando se le preguntó que era lo que más deseaba, Nyarock expresó: “Solo queremos que nuestro pueblo viva en paz”.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con la OIM de Sudán del Sur, Ashley McLaughlin, Tel: +211 922 405 716, Email: amclaughlin@iom.int