Colombia – La OIM, junto con la Agencia Colombiana para la Reintegración, ha prestado asistencia para la reintegración en la vida civil a 749 excombatientes, que han recibido formación, orientación profesional y ayuda para retomar los estudios.

En el marco del programa de la OIM para la reintegración comunitaria de excombatientes (CORE, por sus siglas en inglés), un 63 % de las 749 personas que han recibido ayuda fueron formadas y se les orientó laboralmente; un 42 % recibió asistencia psicosocial; un 38 %, formación en el empleo; un 35 %, formación, evaluación o fondos para crear o consolidar pequeñas empresas; un 5 % decidió seguir estudiando; y un 1 % fue empleado por empresas privadas que colaboran con la OIM mediante la contratación de personas desmovilizadas.

Hasta la fecha se han desmovilizado más de 55.000 combatientes ilegales en Colombia.  De ellos, unos 32.000 formaban parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), desmovilizadas colectivamente entre 2003 y 2006.  Otros 23.000 lo hicieron de forma individual de diferentes grupos de la guerrilla.

“La Resolución 163, emitida por el Gobierno de Colombia en 2011, establece los requisitos que deben cumplir los participantes para disfrutar de las ventajas y recibir un trato alternativo por los delitos cometidos durante el tiempo que pertenecieron a un grupo armado ilegal.  La OIM participó en el diseño de este proceso que dura entre seis y siete años y se conoce como la Ruta de la Reintegración”, explica Marcelo Pisani, jefe de la misión de la OIM en Colombia.

Entre estos requisitos,  que comparten el objetivo de la reconciliación, cabe citar: la participación voluntaria en el programa de reintegración concebido por el Gobierno; no delinquir; firmar un acuerdo para decir la verdad, lo que contribuirá a los archivos históricos del conflicto armado; y prestar servicios comunitarios en las comunidades de acogida.

“Los participantes que reúnan los requisitos y que hayan elaborado un proyecto de generación de ingresos pueden concluir con éxito el proceso de reintegración.  Los desafíos a los que se enfrentarán los 749 hombres y mujeres a quienes la OIM ha prestado asistencia serán los de cumplir su compromiso de no reincidir, contribuir a la memoria histórica del conflicto armado y seguir participando en las actividades de reconciliación”, añade Pisani.

Claudia (nombre ficticio), que acaba de terminar el programa, explicó a la OIM: “El proceso de reintegración te permite volver a soñar.  Todos debemos participar para que Colombia sea un país pacífico en el que todos seamos protagonistas”, afirma al animar a otros excombatientes a aprovechar las oportunidades que el Gobierno les ofrece.

El programa CORE de la OIM cuenta con la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de los gobiernos de Canadá, España, los Países Bajos, el Reino Unido y Suecia.  

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