Ginebra – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hace un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe de inmediato a fin de garantizar el desarrollo a largo plazo y la asistencia humanitaria sostenible para los refugiados Rohingya y las comunidades de acogida. El 25 de agosto se conmemora la fecha en la que los primeros cientos de miles de hombres, mujeres y adolescentes rohingya debieron escapar de la violencia y la persecución en Myanmar y hallar refugio en lo que ahora constituye el mayor reasentamiento de refugiados del mundo en Cox’s Bazar, Bangladesh.

Casi 1 millón de refugiados siguen alojados en campamentos saturados. Más de la mitad de ellos son menores. Si bien Bangladesh ha acogido generosamente a los refugiados rohingya en los últimos cinco años, un solo país ni puede ni debe asumir esta gran responsabilidad.

Los actores humanitarios locales e internacionales deben seguir brindando su apoyo a la respuesta liderada por el Gobierno de Bangladesh para permitir que los rohingya vivan una vida digna mientras se encuentren desplazados.

Los rohingya han jugado un papel central en la respuesta humanitaria. Desde tareas de voluntariado hasta apoyo a la respuesta a incendios y ciclones, pasando por las tareas de divulgación puerta a puerta para concientizar acerca de las medidas de prevención de la COVID-19, la comunidad ha liderado esfuerzos en los campamentos para apoyarse mutuamente. Puesto que la crisis continúa, debe lograrse un mayor empoderamiento brindando más acceso a  educación, desarrollo de capacidades y de medios de subsistencia.

Con pocas posibilidades de acceder a medios de subsistencia, los refugiados rohingya siguen dependiendo en gran medida de la asistencia humanitaria. Los grupos o personas con necesidades específicas, tales como las personas con discapacidades, familias a cargo de mujeres solas o personas sin acceso a medios de subsistencia, informaron de que las necesidades más significativas no han sido cubiertas, lo cual los expone a un mayor riesgo de caer en estrategias de adaptación negativas como la trata de personas y el tráfico de migrantes.

Las redes criminales de trata emplean diferentes tácticas al objeto de tentar a los refugiados para que trabajen fuera de los campamentos y en otros países usando falsas promesas, coerción y secuestro. La OIM es uno de los principales organismos especializados en la lucha contra la trata de personas en Cox’s Bazar, y como tal ha podido identificar y asistir a más de 1.300 víctimas de trata.

La temporada actual de monzones ya está provocando inundaciones históricas en la zona noreste de Bangladesh y estas copiosas precipitaciones en el área de los campamentos podrían implicar mayores riesgos para los hogares temporales de los rohingya, construidos con lonas impermeables y varas de bambú. En 2021, las intensas lluvias provocadas por monzones provocaron numerosos incidentes de inundaciones que afectaron a casi 30.000 personas; 19.000 fueron nuevamente desplazadas y debieron abandonar sus casas.

El Gobierno de Bangladesh, junto a la OIM y sus contrapartes humanitarias, proveen asistencia vital y servicios básicos. La OIM sigue facilitando albergues y brindando servicios de protección y de salud mental y psicosocial, además de agua y artículos de higiene. La OIM también está implementando iniciativas para la reducción de riesgos a fin de mitigar los impactos del cambio climático en Bangladesh.

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Para más información, por favor contacte con:

En Ginebra: Safa Msehli, Tel. +41 79 403 55 26 Email: smsehli@iom.int

En Bangkok: Itayi Viriri, Tel: +66 65 939 0934, Email: iviriri@iom.int