Un nuevo proyecto piloto de la OIM, que ha sido financiado por la
Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM)
del Departamento de Estado de los Estados Unidos, reunirá al
sector público y al privado en Chinandega
–región agrícola al noroeste de la capital,
Managua– con el objetivo de garantizar una exitosa
reintegración económica de las víctimas de la
trata y de construir la capacidad de los funcionarios del gobierno
local y de las organizaciones comunitarias que trabajan con
mujeres.

Para poder identificar oportunidades laborales para las
víctimas de la trata que han retornado a sus hogares gracias
a la ayuda de la OIM, la Organización y sus socios locales
llevarán a cabo un ejercicio de mapeo a través del
cual reconocer las ONG, organizaciones civiles, cooperativas y
otros grupos ubicados en Chinandega.

Además de en este departamento, donde la OIM ha brindado
su ayuda a las víctimas durante los últimos tres
años, el proyecto se ampliará para incluir las zonas
fronterizas de Somoto y Ocotal.

Durante los tres últimos años, la OIM Nicaragua ha
ofrecido ayuda al retorno y la reintegración a 64
jóvenes mujeres nicaragüenses tratadas para su
explotación sexual en El Salvador, Honduras, Guatemala,
Costa Rica y México.

«Aún nos queda mucho por hacer.  El
fortalecimiento de las capacidades de las autoridades locales que
se llevará a cabo en esta fase del proyecto es fundamental
para luchar contra los tratantes», explica Brenda de
Trinidad, coordinadora del proyecto de lucha contra la trata de la
OIM en Nicaragua.

Durante una feria local de información orientada a
concienciar sobre la violencia domestica, cuatro jóvenes que
se beneficiaron de la ayuda del proyecto la OIM, repartieron
folletos y hablaron en público sobre los peligros de caer en
las redes de tratantes que se alimentan de la pobreza, el desempleo
y la falta de información para proponer falsas ofertas de
trabajo en países vecinos a jóvenes mujeres.

De Trinidad añade: «Un buen ejemplo de la necesidad
de una mayor capacidad y más recursos es el caso de una
madre que recibió una llamada telefónica de su hija,
tratada en Guatemala, y quien se dio cuenta que era asunto suyo
rescatar a su hija.  Para ello, viajó al país
vecino, consiguió liberarla de sus captores y la
llevó de vuelta a casa».

El proyecto de la OIM ofrece igualmente atención
médica y ayuda psicosocial así como formación
profesional.

«Son mujeres muy valientes, muchas de ellas han conseguido
librarse de situaciones realmente peligrosas; están
deprimidas y desesperadas porque no tienen cómo ganarse la
vida.  Por ello, es necesario que la asistencia de la OIM les
ofrezca los medios para curarse y reintegrarse satisfactoriamente
desde un punto de vista social y económico», explica
Berta Fernández, jefa de la misión de la OIM en
Nicaragua.

Nicaragua es un país de origen de mujeres y menores
tratados para su explotación sexual y el trabajo
forzado.  Las mujeres y las jóvenes son tratadas para
la explotación sexual tanto dentro del país como
fuera de sus fronteras, en Guatemala, El Salvador, Costa Rica,
México, Honduras, Venezuela, España y los Estados
Unidos.  Los menores son tratados en Nicaragua para realizar
trabajos forzados en los sectores de la construcción,
agropecuario y pesquero así como para la servidumbre
doméstica.

Para más información, póngase en contacto
con:

Brenda de Trinidad

OIM Nicaragua

Tel. +505.278.9569

E-mail:  "mailto:bdetrinidad@iom.int">bdetrinidad@iom.int