La OIM en Chile, gracias a la financiación del Fondo Central
de Emergencias de Naciones Unidas (CERF), ofrecerá
asistencia de emergencia a unas 2.100 familias afectadas por el
fuerte terremoto del pasado 27 de febrero y el consiguiente
maremoto que provocó daños masivos en las provincias
meridionales de Maule y Biobío.

Según evaluaciones tempranas realizadas por las
autoridades chilenas, unos 200.000 hogares fueron destruidos y son
numerosas las familias que necesitan asistencia de emergencia.

La financiación de US$ 3 millones permitirá a la
OIM participar en las labores de construcción de viviendas
temporales, conocidas localmente como mediaguas, destinadas a 1.500
familias.  Además, la Organización
distribuirá 600 juegos de reparación de viviendas
entre aquellas familias cuyos hogares, a pesar de haber sufrido
daños, han sido evaluados como seguros.  Asimismo, se
repartirán 600 juegos de cocina e higiene entre las familias
que han perdido sus pertenencias.

«En este momento, son muchas las familias que, mientras
Gobierno y ONG locales comienzan las actividades de
reconstrucción, viven en condiciones de precariedad. 
Debido a la inminente llegada de las lluvias otoñales y el
consiguiente descenso de las temperaturas, estos organismos se
concentran en la provisión de refugio», explica
Viviana Mellado, oficial a cargo de la oficina de la OIM en
Chile.

El epicentro del seísmo se localizó en las
cercanías de las zonas costeras de las provincias de Maule y
Biobío, al sur del país.

De acuerdo con cifras del Gobierno, aproximadamente 160.000
hogares han sufrido daños irreparables o han sido
completamente destruidos en las regiones de Metropolitana,
O’Higgins/Libertador, Maule y Biobío -región
que, con un 37 por ciento, cuenta con el porcentaje más
elevado.  Hasta la fecha, restan aún por evaluar 93.600
viviendas en Maule y O'Higgins y se estima que entre 70.000 y
120.000 personas necesitan refugio temporal de manera urgente.

«La OIM trabaja junto a ONG asociadas en las labores de
provisión de asistencia y colaborará, igualmente,
junto a diversos organismos de Naciones Unidas para garantizar que
las necesidades de agua, saneamiento, educación y medios de
subsistencia estén cubiertas en aquellas zonas donde se
destine la financiación del CERF», añade
Mellado.

Esta iniciativa financiada por el CERF se desarrollará
durante un periodo de tres meses y se centrará en las zonas
más remotas donde la llegada de la ayuda gubernamental toma
más tiempo.

Para más información, póngase en contacto
con:

Viviana Mellado

OIM Santiago

Tel. +56 2 2746713

E-mail: "mailto:vmellado@iom.int">vmellado@iom.int