La OIM afirma que, con arreglo a los planes actuales, las
soluciones de vivienda serán insuficientes a finales de
año para resolver la crisis de desplazamiento que atraviesa
Haití.

Este problema se agrava sobremanera en la zona metropolitana,
donde el espacio está limitado y donde existen problemas
relativos a la incertidumbre de la propiedad de la tierra.

«Probablemente, a finales de 2011 cientos de miles de
haitianos continúen en campamentos para desplazados»,
advierte Luca Dall’Oglio, jefe de la misión de la OIM
en Haití.

A pesar de que el número de desplazados residentes en
campamentos ha experimentado un descenso −pasando de un
millón y medio en julio de 2010 a 810.000 en enero de
2011−, los que permanecen en ellos, después de un
año de tormentas, cólera e inestabilidad
política, son las víctimas más vulnerables del
terremoto; las que no tienen otra alternativa más que
permanecer allí donde están.

«Más aún, muchos de los que ya han
abandonado los campamentos probablemente no hayan encontrado una
solución de alojamiento duradera, así que residen con
amigos y familiares o en tiendas de campaña ubicadas en sus
vecindarios», añade Dall’Oglio.

Esta advertencia llega en un momento en el que finalizan las
operaciones de numerosos organismos socios de la OIM dedicados a la
gestión de los campamentos. Su partida, junto a la carencia
de fondos, hace que la capacidad de proporcionar servicios a
aquellos que permanecen en los campamentos sea cada vez más
limitada.

«Debido a que Haití continuará haciendo
frente a una importante crisis por falta de viviendas durante
algún tiempo, la OIM y sus socios focalizan sus esfuerzos en
el retorno de la población de los campamentos a sus
comunidades y en el mantenimiento de los sistemas necesarios para
ocuparse de los que se quedan atrás», explica Giovanni
Cassani, coordinador del grupo de gestión y
coordinación de campamentos de la OIM.

A esta complicada situación se suma una oleada de
desalojos de los campamentos por terratenientes particulares.
Más de la mitad de los desplazados residen en campamentos
establecidos en terrenos privados y al menos 99 de los 1.152
campamentos existentes en Haití están bajo amenaza de
desalojo.

La responsabilidad principal en lo relacionado con los procesos
de desalojo recae en el Gobierno haitiano. No obstante, se ha
solicitado ayuda a los organismos internacionales para que medien y
gestionen dichas disputas.

«Si se obliga a desplazarse a personas que carecen de una
solución de vivienda adecuada, a menudo no les queda otra
opción que ir a zonas peligrosas e inseguras como edificios
que presentan carencias de seguridad o zonas que corren el riesgo
de sufrir desprendimientos de tierras e inundaciones»,
asevera Sara Ribeiro, oficial de protección de la OIM en
Haití.

La aceleración de las operaciones de reparación y
reconstrucción de vecindarios y la búsqueda de
soluciones a medida para cada familia contribuirían a
mitigar la situación. Sin embargo, la escasez de fondos y un
decreciente interés significa que la difícil
situación a la que se enfrentan los desplazados haitianos
continuará a largo plazo.

Para más información, póngase en contacto
con

Leonard Doyle

OIM Haití

Tel.: +509 3702 5066

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