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Global

Fatal Journeys: un nuevo informe mundial de la OIM

Alemania- En la última edición de su publicación Fatal Journeys sobre la identificación y localización de migrantes muertos y desaparecidos, la OIM informa que más de 60.000 migrantes han perecido o desaparecido en rutas marítimas y terrestres en todo el mundo desde 1996.

De acuerdo con el informe publicado hoy 14 de junio, se calcula que 5.400 migrantes murieron o fueron registrados como desaparecidos en 2015. En lo que va del año 2016, más de 3.400 migrantes han perdido la vida en todo el mundo, y más del 80 % de ellos en su intento por llegar a Europa por mar.

Sin duda, el número real de muertes de migrantes es mayor, indicó el Director del Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM (GMDAC por sus siglas en inglés), Frank Laczko, y explicó que un sinnúmero de muertes permanecen desconocidas, concretamente, la muerte de migrantes en el mar o en zonas remotas donde rara vez hay testigos o registro de las muertes.

“Sin embargo, ¿qué pasa con los que mueren? ¿Quiénes son sus familias y alguna vez van a enterarse de lo que pasó?”, planteó Laczko. “Una tragedia más que se suma a la pérdida de vidas es el hecho de que muchos de los muertos no tienen nombre”.

El segundo informe mundial de la OIM sobre las muertes de migrantes se ocupa de estas cuestiones fundamentales. En él se examinan las medidas que las autoridades pueden y deben tomar para garantizar el seguimiento y la identificación de las personas que mueren o desaparecen. Por otra parte, ¿qué medidas se deben tomar para ayudar a las víctimas olvidadas de estas tragedias: las familias que quedaron atrás? A pesar de su urgencia, estos temas han estado ausentes en gran medida de los debates de política.

Las investigaciones existentes sobre las personas desaparecidas indican la angustia psicológica extrema y las dificultades económicas y sociales que la desaparición de una persona suscita en las familias.

El informe de la OIM revela que esta situación dolorosa es muy común. En su mayoría los cuerpos de migrantes nunca se encuentran, y muchos de los que se encuentran nunca se identifican. En 2015, en el Mar Mediterráneo se recuperaron los cuerpos de menos de la mitad de las personas presuntamente fallecidas. Hay familias en Myanmar y Bangladesh que cuentan historias de familiares que simplemente desaparecieron. A lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, el Centro de Derechos Humanos Colibrí –una organización sin fines de lucro con sede en Arizona– ha registrado la desaparición de unas 2.700 personas.

“Las familias se enfrentan a un contexto sumamente confuso, complicado e incluso peligroso en el que buscan a sus seres queridos”, destacó la antropóloga forense Robin Reineke, Directora del Centro para los Derechos Humanos Colibrí que ayuda a las familias que buscan familiares desaparecidos a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México. Reineke, que fue autora del material del nuevo informe sobre la frontera entre los Estados Unidos y México, agregó que “la desaparición de cuerpos y personas a lo largo de la frontera con México es una grave crisis de derechos humanos que pone de manifiesto la vulnerabilidad de los migrantes internacionales frente a la negligencia y el abuso”.

Si bien existen sistemas nacionales e internacionales para localizar a las personas desaparecidas, los mismos no se han adaptado para tomar en cuenta a los migrantes desaparecidos y en gran parte siguen siendo inaccesibles para las familias migrantes. A menudo, los sistemas locales y nacionales de registro e identificación de las muertes no están concebidos y ni son adecuados para los problemas particulares que surgen en el contexto de la migración internacional.

Sin embargo, no se trata únicamente de los desafíos considerables que supone la tarea lo que vuelve escasa la identificación. A diferencia de otros desastres humanitarios o de transporte, los Estados involucrados conceden escasa prioridad a la identificación de los migrantes, y con demasiada frecuencia la muerte de migrantes y refugiados se considera como una excepción a las prácticas humanitarias normales.

“Con poco o ningún apoyo del Estado, se deja a las familias que naveguen a través de una series de obstáculos indefinidos de las organizaciones y la burocracia que pueden ser sumamente confusos, complicados e incluso peligrosos. Atrapados entre el dolor y la esperanza, su búsqueda puede durar años, e incluso toda la vida”, advirtió el Sr. Laczko.

Compilado por el Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM con sede en Berlín y expertos de todo el mundo, el objetivo de Fatal Journeys es llamar la atención sobre este imperativo humanitario. En el informe se recomiendan cinco puntos para la acción, que comienzan con el reconocimiento de que la investigación e identificación de las muertes de migrantes es una obligación bajo el derecho internacional. En Fatal Journeys se sostiene que las familias deben tener acceso a los mecanismos de búsqueda y que se les debe conceder el derecho de visitar el lugar del entierro de sus seres queridos. Es preciso realizar todos los esfuerzos por identificar a los muertos, incluso mediante el establecimiento de bases de datos internacionales y regionales. Por último, en el informe se recomienda un programa mundial de investigación para comprender mejor la manera de apoyar a las familias y mejorar los mecanismos de identificación.

Además de los problemas de identificación y localización, en el informe de la OIM se presentan los datos más recientes sobre los migrantes muertos y desaparecidos en todo el mundo, recopilados a través del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, la única base de datos mundial que existe sobre las muertes de migrantes.

El informe se presentará en un seminario sobre el tema de la identificación y localización de familias, organizado por el Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM en Berlín el martes y miércoles. En el evento de dos días de duración se congregarán expertos de la región del Mediterráneo y de todo el mundo, con el objetivo de fortalecer la colaboración y generar ideas para mejorar los mecanismos de identificación y atender las necesidades de las familias.

El Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing, elogió la publicación del informe actualizado. “En repetidas ocasiones he sostenido que salvar vidas debe ser una máxima prioridad en toda respuesta a la migración en las rutas peligrosas de todo el mundo”, declaró el Embajador Swing. “A la vez de trabajar para salvar vidas, debemos tomar en cuenta la pérdida de vidas y debemos considerar a las familias que se quedan atrás para llorar a los muertos”.

Para obtener más información, por favor consultar Fatal Journeys Volumen 2, https://publications.iom.int/books/fatal-journeys-volume-2-identification-and-tracing-dead-and-missing-migrants

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con Frank Laczko, Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial de la OIM (GMDAC), Berlín, Tel: Directo: +49 (0) 30 27877820, Móvil: +49 (0) 151 11676795, Email: flaczko@iom.int