Comunicado
Global

Estudio de la OIM aborda las vulnerabilidades en materia de salud de los migrantes en el África Meridional

Sudáfrica - El Programa de la OIM de colaboración sobre salud y movilidad en el África oriental y meridional (PHAMESA, por sus siglas en inglés) ha publicado el resumen de las primeras conclusiones de un estudio sobre las vulnerabilidades en materia de salud de los flujos migratorios mixtos desde el África Oriental, el Cuerno de África y la región de los Grandes Lagos hasta el África Meridional.

Los hallazgos se presentaron en la 2ª. Conferencia Ministerial del Diálogo sobre la Migración en África Meridional (MIDSA), celebrada en Maputo (Mozambique).

La OIM encargó este estudio en 2012 como respuesta directa al fenómeno en aumento de la migración mixta e irregular de estas tres regiones al África Meridional, con el principal objetivo de generar datos que respondieran a las necesidades normativas de los flujos migratorios mixtos en las regiones afectadas y de mejorar la situación de la salud de los migrantes durante el proceso.

Además, el estudio recaba otros datos y actualiza los hallazgos obtenidos por el estudio de la OIM de 2009, titulado En busca del sueño sureño, en el que se evalúa la trata de hombres y niños de la parte oriental a la meridional del continente, centrándose en las poblaciones que migran desde Etiopía, Kenya y Somalia.

Las conclusiones de esta primera etapa examinan la demografía de los migrantes, la evolución de la dinámica de género, los factores de expulsión y atracción, las rutas y medios de transporte, las cifras estimadas, los modos de actuar de los traficantes, el tipo de abuso y explotación que sufren los migrantes y las cuestiones de salud en los países de tránsito y destino.

El estudio abarca la investigación y análisis de los movimientos migratorios mixtos desde la República Democrática del Congo (RDC), Etiopía y Somalia con destino al África Meridional. Si bien Sudáfrica sigue siendo el destino tradicional de estos migrantes, otros países como Malawi, Mozambique y Zambia se consideran cada vez más destinos alternativos.

Se desconoce el número exacto de migrantes que emprenden este viaje, ya que deben cruzar diferentes países de tránsito. Al parecer, hay un número mayor de personas de la RDC, Etiopía y Somalia que llegan a Sudáfrica. No obstante, muchos se quedan en países de tránsito como Mozambique para trabajar, en particular en el sector en auge de la minería.

Pese a que la mayoría de los migrantes que conforman los flujos migratorios mixtos son hombres jóvenes, cada vez son más las mujeres jóvenes de Etiopía y Somalia que se embarcan en estos viajes. Los grupos migrantes de la RDC comprenden más familias, formadas entre otros por ancianos, madres y menores. Asimismo, hay una creciente evidencia del incremento en el número de menores no acompañados que emprenden este viaje.

Los principales factores de atracción siguen siendo encontrar una vida y oportunidades mejores. Sin embargo, la mayoría de los migrantes entrevistados citaron como principales motivos por los que abandonaron su país la guerra, la pobreza y la violencia política.  

Por tierra, Kenya, Malawi, Mozambique, Tanzania, Zambia y Zimbabwe se encuentran entre los países de tránsito más frecuentes. Los medios de transporte de la mayoría de los migrantes suelen ser los camiones contenedores, los barcos y el viaje a pie, si bien algunos recurren al transporte comercial en autobuses y aviones. Según parece, se ha producido un descenso de los viajes en barco. 

Las condiciones en las que se traslada o detiene a muchos migrantes entrañan graves riesgos para la salud. Estos viajan a  menudo en camiones contenedores, corriendo graves riesgos de asfixia y, a veces, de muerte. Además, durante el viaje no tienen acceso al agua, alimentos o refugio. Las mujeres, en particular, son víctimas de la violencia física o por motivos de género, lo que entraña entre otros graves daños psicológicos. 

Las detenciones en países de tránsito también pueden conllevar riesgos importantes para la salud como, por ejemplo, la exposición a la tuberculosis y, en algunos casos, a la tuberculosis multirresistente, dada la escasez de programas de detección en las prisiones y centros de detención de la región.

Según otro de los hallazgos del estudio, los traficantes desempeñan una importante función en el movimiento y tránsito de la mayoría de los grupos de migrantes, en especial de etíopes y somalíes. Estos llegan a pagar hasta US$ 5.000 por un viaje por países de tránsito, entre ellos Zambia y Mozambique. Los traficantes se encargan de varios asuntos locales relacionados con el paso como el pago de sobornos o la organización del transporte y los guías. Todo el viaje puede llegar a durar hasta seis semanas, comprendidas las paradas en “alojamientos seguros”, campamentos para refugiados y otros centros de tránsito a lo largo del camino.

También ha proliferado la corrupción. Si bien algunos migrantes tienen documentos de viaje legales, existen pruebas de que se emplean documentos falsos, entre ellos pasaportes, pases fronterizos y visados obtenidos en algunos países de tránsito. Los traficantes confabulan con funcionarios de inmigración y de fronteras para facilitar el paso sin trabas de migrantes indocumentados.

Siguen habiendo opiniones encontradas con respecto a los migrantes en varios países de tránsito y de destino. Se ha indicado la existencia de discriminación contra migrantes somalís y etíopes en diferentes países de tránsito, puesto que no se les reconoce como refugiados “reales” y, a veces, los funcionarios del orden y de inmigración se refieren a ellos como “inmigrantes irregulares”. 

“Este estudio permitirá a los gobiernos y otros interesados en países de origen, tránsito y destino comprender mejor las diferentes vulnerabilidades, comprendidas aquellas en materia de salud, a las que se enfrentan los migrantes que emprenden este viaje y dar una respuesta completa a sus necesidades”, afirma el Dr. Erick Ventura, coordinador regional de la OIM en migración y salud.

EL estudio fue financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (NORAD), en el marco del programa PHAMESA.

Si desea descargar los hallazgos del estudio (únicamente en inglés), visite: www.iom.org.za.

Para más información, póngase en contacto con

Gaone Dixon
OIM Pretoria
Tel.: +27 72 127 7094
Correo electrónico: gdixon@iom.int