Comunicado
Global

El programa de distribución de artículos no alimentarios llega a lugares remotos con mucha necesidad

Seis meses después del devastador terremoto que asoló
Haití, y a pesar de haber contado con inmensos esfuerzos
humanitarios que han ido creciendo en tamaño y complejidad,
aún existen personas vulnerables que pasan desapercibidas
entre las resquebrajadas infraestructuras.

Se estima que el número de haitianos que vive en
refugios, ya sea en campamentos bien organizados o en asentamientos
espontáneos, se eleva a 1,5 millones.  No obstante, los
residentes de zonas que no fueron directamente afectadas por la
destrucción física causada por el seísmo no
han gozado de ningún tipo de ayuda al no haber sido
identificados dentro del grupo de personas con necesidades. 
Aun en las zonas afectadas por el desastre, algunos residentes
permanecen en las inmediaciones y, como consecuencia, no se
benefician de los excesivamente dilatados programas de
protección oficial.

El equipo de distribución de artículos no
alimentarios de la OIM asiste a estas comunidades mediante el
reparto de artículos esenciales, tales como lonas
impermeables, mantas y sets de higiene, cocina y salud.  Este
equipo suele ser el primero en responder a las necesidades de los
desplazados y normalmente se encarga de la evaluación y
clasificación de las mismas, remitiendo a la
población y a las comunidades  a otros servicios u
organismos.

«En una ocasión abastecimos de artículos no
alimentarios a una institución benéfica para
discapacitados, a quien remitimos a la unidad de asistencia al
refugio de la OIM después de que nos dirigieran una
petición de ayuda al refugio para menores hijos de
discapacitados», explica Stéphane Trocher, encargado
del programa de distribución de artículos nos
alimentarios de la OIM.

«Son muchas las personas que, a través de nuestras
actividades de distribución entre los más
necesitados, conocen a la OIM.  Este programa sirve de puerta
de entrada al sistema humanitario para muchas de las
comunidades», continúa Trocher, quien agrega:
«Nuestros equipos fueron uno de los primeros en el terreno
que distribuyó artículos tras el terremoto entre las
comunidades afectadas de las inmediaciones y de campamentos para
desplazados».

Desde el pasado 14 de enero, alrededor de 2 millones de
artículos no alimentarios, como lonas impermeables, sets de
higiene y de cocina, mosquiteras, mantas y pañales, han sido
distribuidos a través de la unidad de logística y
suministros de la OIM y en colaboración con 178 ONG
asociadas con el propósito de alcanzar al mayor
número posible de personas afectadas.

Tal y como afirma Trocher, la OIM y otros organismos
humanitarios asociados reaccionan con la mayor prontitud posible a
las peticiones de comunidades vecinas, pequeñas asociaciones
y organismos de zonas devastadas por el seísmo, tanto en
Puerto Príncipe como en sus alrededores, pero las carencias
siguen existiendo.

Durante los dos primeros meses que siguieron al desastre, la OIM
respondió a las peticiones de más de 200.000 familias
a través de canales de distribución establecidos
mediante asociados.  «La continua demanda de
distribuciones es uno de los más grandes desafíos a
los que nos afrontamos, ya que no podemos satisfacerla con la
prontitud deseada», afirma Trocher.  Hasta la fecha, la
repartición de artículos no alimentarios llevada a
cabo por la OIM ha alcanzado a 288.837 familias (1,5 millones de
personas).

La OIM ha recibido una carta de agradecimiento por los bienes
recibidos a través del programa de artículos no
alimentarios de una de las organizaciones beneficiarias, un
orfanato de Puerto Príncipe llamado «Kay Nou»
que atiende a 161 menores de edades comprendidas entre los 3 y los
7 años.  Sin embargo, esta organización se
encuentra todavía en una situación precaria y sigue
necesitando ayuda.

«Gracias a misivas como esta podemos darnos cuenta de la
magnitud del seísmo en un país donde la
población ya vivía situaciones
difíciles.  Queremos asegurarnos de que las comunidades
que nos han contactado comprenden que no las hemos olvidado pero
que deben ser pacientes ya que hacemos todo lo que está en
nuestras manos para ayudarlas dentro de la mayor brevedad
posible», manifiesta Trocher mientras observa las cartas que
se apilan en su escritorio.

Entre algunas de las fuentes de financiación de este
programa se encuentran la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional, el Departamento de Desarrollo
Internacional del Reino Unido, el Gobierno de Japón y la
Agencia Española de Cooperación Internacional.

Para más información, póngase en contacto
con:

Stéphane Trocher

OIM Puerto Príncipe

Tel. 509 3701 9293

E-mail: "mailto:strocher@iom.int">strocher@iom.int