Comunicado
Global

Consolidar la capacidad de recuperación en uno de los países más propenso a desastres, Filipinas

Filipinas – La OIM está acrecentando su respuesta de socorro y reconstrucción tras los desastres naturales acaecidos en Filipinas, mediante la organización de talleres intensivos sobre la preparación para situaciones de emergencia.

Al impartir cursos sobre las competencias necesarias en la respuesta a situaciones de emergencia y las técnicas de lucha contra la trata en la provincia más afectada de Mindanao, la Oficina de la  OIM en Filipinas espera consolidar la capacidad de recuperación del Gobierno local y regional.

Estos esfuerzos se llevan a cabo en un momento en el que los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias han formulado un llamamiento para recaudar fondos adicionales a fin de ayudar a las familias afectadas por el tifón Bopha, que arrasó la isla de Mindanao, situada al Sur de Filipinas, en diciembre último. Este tifón dejó a casi un millón de personas sin techo y ocasionó muchas muertes y destrucción.

El tifón ha sido la peor tormenta mundial de 2012 y también la más fuerte que se haya visto en el Mindanao meridional en más de 100 años, un síntoma del calentamiento global que está afectando nuevas latitudes del país.

Filipinas, con unos 95 millones de habitantes, es oficialmente el tercer país con mayor propensión a desastres en el mundo, después de Vanuatu y Tonga. En realidad, los funcionarios de las Naciones Unidas suelen considerar a Filipinas como el país con mayor propensión a desastres, habida cuenta de su numerosa y vulnerable población y de la frecuencia con que ocurren desastres naturales.

Del 24 al 27 de enero de 2013, la OIM, en colaboración con el Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo, organizó un taller de cuatro días de duración en gestión y coordinación de campamentos. En ese taller, se abordaron cuestiones como la trata de personas, que suele incrementar cuando las personas se quedan sin techo y lo pierden todo tras un desastre.

Ricardo Casco, Jefe en Funciones de la Oficina de la OIM en Filipinas, que participó en el taller, dijo: “Integrar el componente de lucha contra la trata de personas en la gestión de campamentos es primordial dada la vulnerabilidad de las comunidades desplazadas, que carecen de medios de sustento y no poseen un techo, y las pocas posibilidades que tienen de encontrar fuentes alternativas de ingresos”.

Participaron en el taller los funcionarios del Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo, provenientes de las regiones de Mindanao con mayor propensión a tifones, incluida la Región 10 que fue gravemente afectada por el tifón Sendong/Washi en 2011, y las Regiones 11 y CARAGA, recientemente afectadas por el tifón Pablo/Bopha.

Dulce Almeda, Oficial Regional del Ministerio dijo “Los talleres como este son esenciales, particularmente en lo referente a la planificación in situ. De esta manera sabremos qué se necesita, en función de las normas humanitarias en materia de letrinas, bañeras, puntos de recolección de agua y zonas de cocina.”

Y añadió  con relación a las recientes situaciones de emergencia: “Si tan solo hubiésemos podido planificar la evacuación previa e identificar los lugares de evacuación con antelación, habría sido mucho más fácil gestionar los desplazamientos.”

El objetivo de este taller en la capital regional Davao, es reforzar la capacidad de preparación y fomentar la capacidad de respuesta. La impartición de conocimientos y principios en gestión de campamentos a los principales responsables gubernamentales en materia de desastres, permitirá que los interlocutores municipales, provinciales y regionales estén mejor preparados para futuros desastres.

El taller brindó la oportunidad de compartir conocimientos y buenas prácticas en regiones donde se producen  tifones con frecuencia y en nuevas regiones donde nunca antes había ocurrido desastres naturales de tal magnitud. En tan solo 12 meses, los tifones Bopha y Sendong afectaron regiones de Filipinas donde prácticamente nunca hubo situaciones climáticas tan extremas, lo que propició un mayor número de víctimas, y enormes traumas y sufrimiento  para la población.

Los participantes en el taller efectuaron visitas al campamento y se les alentó a efectuar críticas sobre la labor de gestión de campamentos. El taller sobre la planificación in situ se llevó a cabo utilizando un modelo humanitario estándar de campamentos. Ello suscitó gran interés por parte de los participantes puesto que ese modelo podría ser replicado en sus regiones respectivas en la planificación previa a desplazamientos.

La Oficina de la OIM en Filipinas también participó en un taller sobre el albergue, que se centró en las medidas de reducción del riesgo de desastres para “la reconstrucción adecuada” y trató de las normas de los materiales que cabe utilizar para que las viviendas resistan mejor a los tifones.

En un plan de respuesta humanitaria revisado referente a Bopha, se solicita 76 millones de dólares EE.UU., es decir, un incremento del 17% con relación a los 65 millones de dólares EE.UU. solicitados originalmente el 10 de diciembre cuando se produjo aquél desastre. A medida que la OIM y otras organizaciones trabajan con el Gobierno para llegar a más personas, se hace patente la verdadera magnitud de ese desastre.

La violenta tormenta afectó a más de 6,2 millones de personas, cobrándose más de mil vidas y ocasionando el desplazamiento de por lo menos 800.000 personas. Las provincias de Davao Oriental y Compostela Valley sufrieron la mayor destrucción puesto que arrasó tres pueblos costeros.

El nuevo plan velará por que en los próximos seis meses el Gobierno y las organizaciones humanitarias puedan prestar asistencia a casi un millón de personas. Además de la asistencia de emergencia, hay organismos como la OIM que están apoyando al Gobierno para que consolide su capacidad de preparación y sus planes de respuesta en caso de desastres a través de eventos como este taller de capacitación en coordinación y gestión de campamentos, de cuatro días de duración, y del mantenimiento de un registro de especialistas capacitados en la materia. Hasta la fecha, la asistencia prestada ha beneficiado a decenas de miles de personas, aportándoles asistencia alimentaria, albergue, agua potable y material de higiene. Muchas familias también han participado en programas de trabajo a cambio de dinero, que les permite ganar dinero al tiempo que ayudan a reconstruir sus comunidades.

Según un estudio del Banco Asiático para el Desarrollo, alrededor del 85,2% de la economía filipina está sujeta a desastres naturales. Asimismo, según el informe “Respuesta a desastres naturales y riesgo de desastres”, elaborado por el Banco Asiático para el Desarrollo el año pasado, más de la mitad de las tierras del país está sujeta a riesgos económicos a raíz de múltiples peligros tales como inundaciones, tifones y terremotos.

Para mayor información se ruega ponerse en contacto con

Christie Bacal
en la Oficina de la OIM en Filipinas
Teléfono: +63 2230 1750
Correo electrónico: cbacal@iom.int