Comunicado
Global

Conferencia Iberoamericana sobre migración y desarrollo

Representantes de 30 países, entre ellos 22 Estados miembros
de la Secretaría Iberoamericana, organizaciones
internacionales y ONG se reunieron esta semana en Madrid para
hablar sobre los flujos migratorios que tienen los Estados miembros
Iberoamericanos como países de origen, tránsito y
destino.



Las conclusiones preliminares, que se presentarán a los
Jefes de Estado en la próxima Cumbre Iberoamericana en
noviembre de este año en Uruguay, incluyen el desarrollo de
políticas que generen empleo, reducción de la pobreza
y aumento de los ingresos en los países de origen; responder
a las necesidades reales del mercado laboral; promover la
migración circular y el retorno; reducir los costos de las
remesas; incrementar el acceso a los bancos y los créditos
para la educación; y vincular a los migrantes con sus
países de origen para que puedan ejercer su derecho al voto.




Se acordó la necesidad de llevar a cabo varios ejercicios de
regularización como un primer paso necesario para integrar a
los migrantes, sin que esto sea utilizado como una forma de
controlar la migración. Asimismo acordaron que las
políticas migratorias a largo plazo han de estar encaminadas
a retener a los trabajadores calificados en los países de
origen.



Brunson McKinley, Director General de la OIM, que asistió a
la reunión de dos días organizada por la
Secretaría Iberoamericana, con el apoyo de la OIM, el CELADE
y la Fundación Carolina de España, recalcó que
los países deben centrarse en una serie de cuestiones
fundamentales, susceptibles de ser gestionadas, con el fin de
alcanzar consensos y resultados tangibles.



“La migración se tiene que integrar mejor en las
políticas y planes de desarrollo, y los países han de
contar con políticas migratorias así como la
capacidad interna necesaria para desarrollarlas. En este sentido,
la comunidad empresarial tiene que ser incluida en el debate sobre
migración, además de mejorar los mecanismos para que
haya una correspondencia entre oferta y demanda de mano de obra a
escala mundial. En un momento en que se presta un gran
atención a las diásporas como agentes de desarrollo,
es necesario tener en cuenta y mejorar su potencial de
desarrollo”, afirmó.



Entre las principales cuestiones tratadas por los participantes de
la conferencia destaca el aumento de la cooperación con la
sociedad civil para desarrollar políticas encaminadas a
promocionar los derechos de los migrantes; el fomento de la
dignidad y los valores de los migrantes, así como la lucha
contra la discriminación; la promoción de maneras de
vincular a los migrantes y sus familias con los esfuerzos en
materia de desarrollo en los países de origen; y el
desarrollo de políticas para programas de migración
laboral temporal.



El Informe sobre Migración Mundial de 2005 de la OIM estima
que hay unos 20 millones de ciudadanos de América Latina y
el Caribe que viven fuera del país en que nacieron. De 1995
a 2000, la tasa de emigración neta correspondiente a
América Latina y el Caribe era la más elevada de
todas las regiones del mundo.



Aunque la emigración se dirige sobre todo a América
del Norte, la investigación de la OIM confirma que la
migración a Europa de América Latina y el Caribe ha
aumentado rápidamente en la última década.



Durante su estancia en Madrid, el Director General de la OIM, el
Sr. McKinley, mantuvo otras reuniones de carácter bilateral
con funcionarios de alto rango, como Miguel Ángel Moratinos,
Ministro de Asuntos Exteriores español, y Ellen Sauerbray,
Asistente del Secretario de Estado de Estados Unidos para la
Oficina de Población, Refugiados y Migración.
Asimismo, firmó acuerdos de cooperación con el Dr.
Rubén Silié, Secretario General de la
Asociación de Estados del Caribe, y con Margarita Escobar,
Viceministra de Asuntos Exteriores de El Salvador.



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