Haití - Tras el paso del huracán Sandy, el sistema nacional de alerta de Haití ha registrado un nuevo brote de cólera y la cifra de casos confirmados asciende a 3.593. 

El Ministerio haitiano de Salud también ha confirmado este incremento y sitúa en un total de 837 el número de posibles casos en las zonas metropolitanas de Puerto Príncipe y de la región septentrional de Artibonite.

Esta semana, la OIM ha distribuido 9.979 sets para el cólera, que incluyen sales de rehidratación oral, Aquatabs y tabletas de cloro para la purificación del agua, en 31 campamentos de la zona metropolitana y en otras regiones.

Asimismo, en el campamento Bobin, en el municipio de Peguyville/Petionville (Puerto Príncipe), también se ha dado este brote y, entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre, se registraron un total de 40 posibles casos de cólera.

El personal de salud de la OIM, que ha colaborado con el Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), ha proporcionado tiendas de campaña de gran tamaño en las que establecer un puesto de rehidratación oral, ha organizado actividades de concienciación y distribuido sets para el cólera entre 550 familias.

“El equipo médico de la OIM prosigue con las labores de supervisión, seguimiento y gestión de los posibles casos de cólera, al mismo tiempo que lleva a cabo sesiones de concienciación en los campamentos dos veces por semana y organiza distribuciones según las necesidades.  Las necesidades de respuesta del Gobierno haitiano ante la epidemia son enormes”, explica Kristin Parco, responsable del programa de la Unidad de Salud de la OIM en Haití.

“Si dejamos a un lado el huracán Sandy, las grandes inundaciones acaecidas en el norte del país a principios de noviembre resaltan una vez más la urgente necesidad de apoyar las actividades de mitigación de desastres, establecimiento de refugios de evacuación y fomento de las actividades de adaptación de la población, así como de otros programas de preparación y reducción del riesgo de desastres”, advierte Gregoire Goodstein, jefe de la misión de la OIM en Haití.

Si las condiciones medioambientales siguen deteriorándose, el país seguirá viéndose afectando, de manera desproporcionada, por nuevos desastres, entre los que se incluyen, la pérdida de vidas humanas, viviendas y medios de vida, y, como ha sucedido con Sandy, originarán nuevos desplazamientos internos en un país en que la población residente en campamentos, desde el terremoto de enero de 2010, ronda las 370.000 personas.

Tras las recientes inundaciones en Cabo Haitiano y otras regiones septentrionales, que han anegado el hospital departamental Justinian, las clínicas privadas y tres centros de tratamiento del cólera, la OIM ha prestado asistencia al Gobierno y a la OPS/OMS, para lo que ha brindado sets para el cólera y equipo médico en prevención de un posible brote de cólera en la región.

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Kristin Parco
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