Cinco años después del derrocamiento de Saddam Hussein, hay más desplazados que nunca antes
Cinco años después del derrocamiento de Saddam
Hussein en Iraq, ahora hay más desplazados que nunca antes a
causa de los conflictos y de la violencia sectaria. Esto
implica, sin duda, que el sendero de la solución a la crisis
humanitaria en el país se encuentra aún lejos.
"/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/media/docs/reports/iraq_idp_assessment_march08.pdf"
target="_blank" title=""> "background-color: rgb(153, 204, 255);">Iraq Displacement
Assessment and Statistics
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target="_blank" title=""> "background-color: rgb(153, 204, 255);">Minority Religious IDP
Groups in Iraq
Aunque el índice de desplazamiento disminuyó el
año pasado debido a una mejoría en la seguridad
en las ciudades como Bagdad y a la depuración sectaria de
barrios que eran mixtos, actualmente hay más de 5,1 millones
de iraquíes que se encuentran desplazados en su país
o viven como refugiados en el extranjero. De este grupo, 2,7
millones son desplazados internos y más de 2,4 millones son
refugiados, quienes viven en su mayoría en los países
vecinos de Siria y Jordania.
Pese a que Iraq albergaba a un número considerable de
desplazados internos antes del 2003 debido a las guerras y a las
políticas del antiguo régimen, las operaciones
militares del 2003 provocaron un nuevo desplazamiento de varias
decenas de miles de personas. En el 2006, el rápido
aumento de la violencia sectaria cambió radicalmente la
magnitud y la dinámica del desplazamiento, pues cuando la
crisis alcanzó su mayor nivel, se registraba un
desplazamiento interno de más de 60.000 personas al mes.
Las condiciones en que se encuentran los desplazados han
empeorado en gran medida en este periodo, y el refugio, los
alimentos y el empleo siguen siendo las necesidades prioritarias
tanto de los desplazados internos como de los refugiados de
Iraq. Estas necesidades aún no han sido atendidas a
causa de la inseguridad que existe y de una importante carencia de
fondos para las emergencias humanitarias.
La presión de ese desplazamiento interno a gran escala en
un periodo de tiempo tan corto ha agravado la difícil
situación de los desplazados, y muchas provincias de Iraq se
ven incapaces de resistir la presión en su infraestructura
de la llegada de grandes cantidades de personas. Algunas
provincias han cerrado sus fronteras a los nuevos desplazados y los
países vecinos han impuesto estrictos requisitos de visado
que también impiden que los iraquíes huyan de su
país.
Muchos desplazados internos viven en refugios precarios o
atestados, ya que carecen en gran medida de ingresos que les
permitan pagar unos precios de alquiler en continuo aumento.
Más del 75% de los desplazados internos no tienen acceso a
las raciones alimentarias del Gobierno y un 20% les falta agua
potable. Al mismo tiempo, el 33% no tienen acceso a los
medicamentos que necesitan.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad humanitaria, las
evaluaciones de los desplazados internos efectuadas por la OIM
indican que sólo el 20% de ellos ha recibido asistencia de
alguna ONG o institución humanitaria internacional.
Aunque últimamente se ha prestado mucha atención a
los iraquíes que regresan del extranjero o de otras partes
de Iraq, debido a un aumento en la seguridad en los barrios de
origen o al empeoramiento de las condiciones de seguridad de las
zonas a las que habían huido previamente, los retornados
representan tan sólo el 1% del total de la población
de refugiados y desplazados internos.
"Es importante considerar esta noticia 'positiva' en su
contexto. Muchos de los que vuelven no pueden regresar a sus
lugares de origen porque han sido ocupados o destruidos, lo cual
los obliga a desplazarse nuevamente. Las mismas evaluaciones
realizadas por la OIM de casi un millón de personas que
resultaron desplazadas hace poco muestran que en el caso de
más de un tercio de ellos, sus casas han sido ocupados por
otros. No tienen hogares a los que puedan retornar", afirma
Rafiq Tschannen, Jefe de misión de la OIM en Iraq.
Ali y su familia reflejan la tragedia que aflige a muchas
familias desplazadas en Iraq. El padre de Ali fue secuestrado hace
dos años y hasta ahora no ha sido liberado, a pesar del
rescate que se pagó por él. Sus dos hijos
también fueron secuestrados, aunque posteriormente
liberados, y otro hijo perdió la vida en un atentado con
coche bomba. La familia, al ser amenazada por grupos armados
y ante la pérdida de muchos de sus seres queridos,
abandonó su lugar de origen y su trabajo en Bagdad.
Ahora, la familia de Ali vive en la casa de un pariente con sus
familiares y otra familia desplazada. Solamente una persona
tiene empleo, lo cual no proporciona los ingresos necesarios para
mantener a todos en la vivienda.
A pesar de la inseguridad, los grandes desafíos y los
fondos limitados, la OIM continúa brindando asistencia
humanitaria a los iraquíes desplazados y a las comunidades
vulnerables en que se hallan los desplazados internos. Desde
el 2003, la OIM ha ejecutado 139 proyectos de asistencia
comunitaria relacionados con agua, saneamiento, salud y sustento,
así como también de asistencia para la
educación. La OIM también da ayuda humanitaria
de emergencia en materia de alimentos en todo el país, y
más de 330.000 desplazados internos se han beneficiado de
esta asistencia tan sólo en los dos últimos
años. En general, la OIM ha asistido a más de
cinco millones de desplazados internos, retornados y miembros de
comunidades de acogida desde el 2003.
"Instamos a los donantes a ofrecer su ayuda y prestar la
atención necesaria a esta crisis humanitaria en Iraq.
Hasta la fecha, el llamamiento de dos años de la OIM para
asistir a los desplazados internos de Iraq ha recibido una
respuesta cuyos fondos cubren sólo el 28% de lo que se
requiere. Podríamos hacer mucho más para evitar
el sufrimiento que todos nosotros podemos percibir claramente",
agregó Tschannen.
Si desea mayor información, póngase en contacto
con:
Dana Graber Ladek
Especialista en Desplazamientos en Iraq
Tel.: +96265659661
Correo Electrónico:
href="mailto:dgraber@iom-iraq.net">dgraber@iom-iraq.net