Filipinas – El Organismo Canadiense de Desarrollo Internacional (CIDA) ha respaldado con CAD 700.000 las actividades de emergencia de la OIM ante el tifón Bopha en Filipinas.  Gracias a esta suma, la Organización  podrá impulsar la asistencia para el refugio de emergencia de los damnificados.

“Canadá responde ante las crecientes necesidades del pueblo filipino, que debe hacer frente a la alarmante desolación provocada por el tifón”, afirma Julian Fantino, Honorable Ministro de Cooperación Internacional.  

“La OIM trabaja en estrecha colaboración con el Gobierno de Filipinas y el equipo de las Naciones Unidas en el país.  Acogemos con gran agrado esta intervención canadiense y vamos bien encaminados para lograr nuestro objetivo de financiación”, explica José Pimentel, jefe de la misión de la OIM en Filipinas.

“Cooperamos también con el sector privado para destinar la asistencia individual a los proyectos en Mindanao, ofreciendo la posibilidad a las personas y grandes donantes de llevar el seguimiento de su dinero a lo largo de la respuesta de emergencia y ver resultados concretos”, añade Pimentel.

Como parte del llamamiento consolidado de las Naciones Unidas, por valor de US$65 millones, los fondos que aún debe recaudar la OIM ascienden a US$ 6,6 millones.

La donación total hecha por Canadá, por valor de CAD 2 millones, será destinada a la OIM, el PMA y el UNICEF, quienes prestarán asistencia humanitaria aproximadamente a unos 480.000 damnificados que necesitan de manera urgente alimentos, agua potable y refugio de emergencia.

El tifón Bopha ha sido la tormenta más fuerte que ha asolado Filipinas en 2012.  A su paso ha dejado a más de 5,4 millones de personas gravemente afectadas, más de 800.000 desplazados y en torno a 900 muertes y otras tantas desapariciones.  Según datos recientes, la cifra total de viviendas dañadas o destruidas ronda las 150.000.

Bopha es también el tifón más meridional jamás registrado en el Pacífico Occidental, una preocupante señal que indica que el cambio climático podría afectar a Filipinas de forma impredecible.

Desde que el 6 de diciembre el Gobierno filipino solicitara la ayuda de la OIM para construir refugios temporales, la Organización desplegó personal inmediatamente y ha llevado a cabo operaciones vitales para asistir a los supervivientes más vulnerables.  

Esta semana, en colaboración con el Departamento de Asistencia Social y Desarrollo, la OIM ha entregado materiales para el refugio de emergencia a 600 familias, o 30.000 personas, que permanecen al raso desde que, el 4 de diciembre, la tormenta arrasara  Mindanao.  Estos sets están compuestos, entre otros, de chapas onduladas con las que las personas que han perdido sus hogares podrán refugiarse.

Las actividades de la OIM giran en torno a cuatro ámbitos clave: la gestión y coordinación de campamentos, el refugio, la salud y la información humanitaria vital.

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Christie Bacal
OIM Filipinas
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