Kabul – La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sigue aumentando sus operaciones de socorro en todo Afganistán en respuesta a las complejas y crecientes necesidades humanitarias que empeoran día a día debido al conflicto y la sequía, mientras intenta a la par restablecer los proyectos relacionados con medios de subsistencia, desarrollo comunitario e infraestructura.

La respuesta humanitaria de la OIM incluye albergues de emergencia para las personas desplazadas internamente (IDP por su sigla en inglés) que se encuentran en estado de vulnerabilidad, servicios de protección que incluyen el de reunificación familiar, y servicios sanitarios que se brindan desde clínicas y a través de equipos móviles, los cuales viajan a las comunidades para proveer cuidados de la salud primaria y reproductiva, servicios de salud mental y Respuesta Rápida a la COVID-19.

La OIM está coordinando con sus asociados en todo el país la realización de evaluaciones conjuntas para garantizar que no se interrumpa la distribución de asistencia crucial a las poblaciones vulnerables, de las cuales más de 5.5 millones son personas desplazadas internamente.

“Resulta crítico asegurar la continuidad de las operaciones humanitarias para los millones de afganos afectados por el conflicto, por la COVID-19 y por desastres naturales, incluyendo la sequía, sobre todo a medida que el invierno se va acercando”, ha dicho el Jefe de Misión de la OIM Afganistán, Stuart Simpson.

“Como parte de nuestro compromiso para asegurar nuestra presencia en Afganistán, seguimos reclamando un acceso irrestricto, incluyendo en el mismo a nuestro personal de sexo femenino, a todos los y las desplazadas, muchos de los cuales están recurriendo a soluciones desesperadas, pidiendo dinero prestado y vendiendo posesiones para poder alimentar a sus familias”.

Un centro de atención telefónica para apoyar a la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM) de la OIM, la cual monitorea los desplazamientos de la población, está compilando la más reciente información sobre aquellas personas que son forzadas a abandonar sus hogares por la sequía o el conflicto.

Una serie de Datos compilados mediante entrevistas realizadas a más de 500 personas en nueve provincias han revelado en qué medida los afganos están luchando para poder lidiar con todas estas problemáticas; un 85% informa haber pedido prestado comida o depender de familiares o amigos para poder comer, en tanto que cifras significativas de adultos (29%) no comen para que sus hijos e hijas sí puedan hacerlo; un 65% deben pedir dinero prestado y un 43% se han visto obligados a vender tierras para poder alimentar a sus familias.

Este mes la OIM ha brindado asistencia de emergencia y artículos esenciales de socorro, incluyendo frazadas, sets de cocina y herramientas para la construcción, a más de 5.000 personas en Kabul, Ghazni y otros distritos. Tan sólo en la primera semana de septiembre, los servicios básicos de la salud como los servicios psicosociales y de salud reproductiva llegaron a más de 2.500 personas en las provincias de Herat, Kandahar y Nimroz.

Las evaluaciones cada vez más frecuentes de la OIM revelan que los alimentos, el dinero en efectivo y el agua apta para consumo, junto a los servicios médicos, son necesidades prioritarias para los casi 600.000 afganos desplazados desde el inicio del año.

Mientras se realiza la identificación de las acuciantes necesidades humanitarias, la OIM retoma las actividades de desarrollo comunitario en seis provincias, construyendo edificios escolares y para irrigación además de otros sistemas de provisión de agua para mitigar los efectos de la sequía. Actualmente se está realizando también una inversión a largo plazo en micro-emprendimientos.

"Tras diez años de trabajo en la estabilización de las comunidades de base, en programas para el desarrollo económico y de capacidades, y en enfoques integrados para la reintegración y con la mira en la comunidad, podemos afirmar con total seguridad que es necesario mantener los beneficios que el desarrollo ha generado en las últimas décadas”, dijo Simpson.

Hasta este momento, más de 850.000 personas han retornado al país y los flujos de retorno son continuos, a pesar de que reina una gran incertidumbre.

Desde finales de agosto más de 1.900 retornados indocumentados en estado de vulnerabilidad accedieron a asistencia humanitaria de emergencia en los principales puntos de cruce fronterizo con Pakistán y la República Islámica de Irán, y cientos de miles de personas – incluyendo muchas que ingresan a Afganistán – han debido someterse a la prueba de COVID-19 para de tal modo intentar evitar la propagación de la pandemia.

Los requerimientos financieros en el marco del Plan de Respuesta Humanitaria (PRH) Conjunto para Afganistán en 2021 totalizan la suma de 108.5 millones de dólares EEUU, los cuales serán destinados a 1.9 millones de personas de entre las más vulnerables, incluyendo a las que se están desplazando. Esto incluye un llamamiento por un monto de 24 millones de dólares EEUU lanzado en agosto y que brinda un perfil de los requerimientos inmediatos de fondos para poder responder a las acuciantes necesidades humanitarias.

Para más información por favor contactar con:

En Islamabad: Portavoz de la OIM, Safa Msehli, Correo electrónico: smsehli@iom.int

En Bangkok: Portavoz Regional, Itayi Viriri, Correo electrónico: iviriri@iom.int