Migrant Stories

Y un día decidí descubrir el nuevo mundo

Llegue a Argentina en el año 2001 con mis tíos y mi prima. En aquel entonces, hubo un acuerdo entre Argentina y algunos países de la ex Unión Soviética. Argentina aceptaba a los migrantes y les facilitaba los trámites para hacer la residencia permanente. Mis tíos vieron una buena oportunidad, ya que las cosas en Ucrania no andaban muy bien. Siendo los dos profesionales no tenían trabajo fijo en su país y tenían que buscar mejor futuro para su familia en el exterior.

Yo fui estudiante en Ucrania, estudiaba la carrera de la "Bibliotecología e Informática" en uno de los terciarios de mi ciudad. Había completado 2 años y medio de la carrera, cuando decidí irme con los tíos a descubrir el nuevo continente.

Me costó un montón tomar la decisión de irme, ya que a pesar de que las cosas en Ucrania no andaban tan bien, yo me sentía feliz en mi país. Jamás me falto nada. Estudiaba, trabajaba, iba a reuniones con amigos, en verano viajaba a la costa del Mar Negro, disfrutaba la vida como cualquier chica de 19 años. Pero las ganas de ir y descubrir un nuevo mundo me vencieron.  Decidí dejar mi zona de conforte y salir a navegar las mares ajenas. Mi mamá me apoyo en este proyecto y le agradezco mucho por esto.

El 18 de Noviembre del 2001 tomamos un avión de KLM en Kiev rumbo a Buenos Aires.

Recuerdo los primeros días en Buenos Aires. Llegamos el 19 de noviembre, hacía mucho calor, al cual no estaba acostumbrada. Me acuerdo que estaba sorprendida de todo: de la gente, la naturaleza, las palmeras, el idioma... No sabía hablar español, solo unas palabras. Nos arreglamos con el inglés los primeros meses y después, ya en 5-6 meses hablábamos español bastante fluido. El idioma fue lo más fácil para mí.

La gente me llamó la atención muchísimo. Los argentinos parecían siempre sonriendo, no se preocupaban por nada, hacían líos en la plaza Congreso y, parece, con esto se divertían.  Se daban un beso cuando se veían, hablaban rápido y muy emocionalmente. Me gusto el "aire de felicidad" de Buenos Aires. Es una ciudad preciosa y siempre tendré buenos recuerdos de ella.

No sabía si me quedaba para siempre o si era un viaje temporal. Tenía mi pasaje de ida y vuelta por un año y podía volver. Pero decidí quedarme, aprender español a la perfección, hacer amigos, descubrirme a mi misma en este nuevo ambiente.

Hubo momentos cuando quería dejar todo y volver. Me agarraba una nostalgia terrible, extrañaba a mi vida allá, mi familia, mis amigos, pero lo pude superar. Siempre me decía a mi misma: "hay muchas cosas por descubrir todavía, gente por conocer, lecciones por aprender". Esto realmente me daba fuerzas para seguir adelante. Especialmente en aquellos momentos cuando tuve que trabajar por poco dinero en lugares que no me agradaban. Pero ahora entiendo que todo eso fue solo una etapa de mi vida, necesaria para mi propio desarrollo como ser humano y avance personal.

La verdad es que me integré muy rápido en la sociedad argentina. El idioma fue fácil para mi, desde los primeros días encontré amigos, gente con la cual todavía sigo en contacto. La cosa mas difícil era conseguir trabajo. Pero en el año 2001 esto era el mayor obstáculo inclusivo para los argentinos, ya que el país sufría una seria crisis en los sectores político y económico. 

Tengo que reconocer que los amigos argentinos siempre me apoyaron, es algo que tiene la gente argentina: son muy buenos amigos. Tambien estuve participando en las actividades de la comunidad ucraniana, como por ejemplo el teatro y el coro ucraniano.

Por supuesto extrañaba algunas comidas típicas de mi país, extrañaba las orillas del Mar Negro, extrañaba el invierno, el frío, la nieve y los deportes invernales, las conversaciones con mis amigas cercanas en la cocina hasta la madrugada, mi ciudad tan linda y elegante. Para mi Ucrania sigue siendo el mejor lugar del mundo, mi hogar donde siempre puedo volver, donde siempre me esperan seres queridos.

En el año 2004 me fui a Perú por 3 años, donde trabaje como modelo, guía de turismo y traductora. Después volví a Argentina por unos 3 años más, trabajé para una compañía argentino-rusa. Viaje por trabajo por casi toda Sudamérica, conocí más gente, hice más amigos. Ingresé a la Universidad de buenos Aires para estudiar traducción de inglés. Todo lo que soñaba, en realidad.

En el 2009 tomamos la decisión de irnos a vivir a Canadá con mi marido.Y desde hace 4 años vivimos aquí. Me encanta este país, me encanta que acá hay un invierno que tanto me faltaba en Argentina, me encanta el orden, la tranquilidad y la seguridad que brinda este país. ¡También me gusta su gente!

Estoy trabajando como trabajadora social en la Sociedad de la Salud Mental y disfruto mi trabajo.

Creo que tengo esta facilidad para integrarme rápidamente en un ambiente nuevo, es algo que aprecio mucho de mi personalidad.

De aquí a 10 años...Uhh, ni idea donde estaré en un año :=)  En realidad no soy una persona que planea su vida. La vida me lleva por sus corrientes y yo lo único que trato de hacer es ser un buen capitán de mi propio barco.