Migrant Stories

Reasentamiento voluntario: el caso de Corail Cesselesse y Tabarre Issa

Filas de tiendas de campaña erigidas en un amplio y
despejado terreno del tamaño de veinte campos de
fútbol, calles, centros de salud y puestos de control bajo
el mando de la Policía haitiana y los cascos azules de la
ONU, Corail Cesselesse tiene la apariencia de pueblo recién
construido.

A unos 20 kilómetros de la capital, Puerto
Príncipe, Corail Cesselesse es el nuevo hogar de más
de 1.300 familias que se quedaron sin nada tras el terremoto del
pasado 12 de enero.

Días después de la tragedia los desplazamientos de
la población se intensificaron: decenas de miles de personas
sin hogar se concentraron en espacios abiertos, escuelas y otros
edificios públicos y privados.

Poco después, los asentamientos espontáneos
florecieron dentro y fuera de la capital, así como en otras
zonas del país.

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target="_blank" title="">Migraciones – Verano 2010

«Mi casa quedó reducida a escombros y mis hijos
estaban aterrorizados», explica Guilaine Lapointe, quien
añade: «No nos quedó otra opción que
apresurarnos a encontrar un refugio».

Finalmente, Guilaine y su familia se instalaron en el patio de
la escuela Saint Louis de Gonzague, una institución privada
ubicada en el barrio Delmas 33 de Puerto Príncipe.

Los parques públicos cercanos al destruido Palacio
presidencial fueron rápidamente ocupados por personas sin
hogar y multitudes desesperadas.

Traumatizados tras el seísmo, los supervivientes apenas
consideraron los riesgos que podían representar los lugares
elegidos para refugiarse.  La preparación de estos
emplazamientos y las medidas inmediatas de mejora de las
condiciones de vida de los desplazados quedaron relegadas a un
segundo plano.

«Tras el 12 de enero, los derrumbamientos eran nuestra
principal preocupación y, como no llovía, no
estábamos inquietos por las inundaciones ni los
desprendimientos de tierra», explica Ronald Vital, residente
en el campamento de Tabarre Issa.

Más de 50.000 desplazados se refugiaron en el club de
golf de Petion-Ville, ubicado en una de las colinas que forman
parte de Puerto Príncipe.  De ellos, alrededor de 5.000
se asentaron en zonas declaradas por el Gobierno haitiano como de
elevado riesgo frente a inundaciones.

En plena temporada de lluvias y con una alta probabilidad de que
los huracanes azoten la isla, muchos campamentos y asentamientos de
Haití, en los que residen decenas de miles de personas,
corren un elevado riesgo de inundaciones.  Muchos de ellos son
de difícil acceso o se encuentran en escarpados acantilados
o en zonas con riesgo de derrumbamientos, como es el caso del
campamento de Vallée de Bourdon, ubicado en la parte
inferior de la carretera hacia Petion-Ville.

En la actualidad, siguen llevándose a cabo esfuerzos
coordinados para fomentar el traslado de las familias que viven en
zonas de alto riesgo a zonas vecinas más seguras.

Dentro del marco de la estrategia global elaborada conjuntamente
por el Gobierno haitiano y la comunidad humanitaria, se han
establecido cinco opciones para los residentes en zonas no
seguras.

Opción 1: La primera y más aconsejable de
las opciones es el retorno de las familias a sus hogares, siempre y
cuando se estime que estos son seguros.  Para ello, el
Gobierno de Haití, junto a socios de la ONU, realiza
evaluaciones estructurales de viviendas y edificios y comunican a
la población qué hogares son seguros, además
de responder a las preocupaciones y necesidades de la
comunidad.

Opción 2: Aquellos que perdieron sus hogares
también pueden retornar a sus lugares de origen.  Esta
opción implica la construcción de un refugio temporal
en su parcela de terreno o el traslado a un lugar cercano. 
Esta opción también incluye operaciones de retirada
de escombros a manos de ingenieros del Gobierno haitiano, del
ejército estadounidense y de una serie de organizaciones
internacionales.

Opción 3: Si no disponen de un hogar al que
regresar, los afectados tienen la posibilidad de buscar una familia
de acogida o recurrir a familiares o amigos.  Un gran
número de actores humanitarios trabajan en labores de
asistencia de las comunidades de acogida.

Opción 4: Cuando no puedan retornar a sus
hogares ni alojarse con una familia de acogida, los afectados
tienen la posibilidad de permanecer en los asentamientos temporales
en los que se encuentren. La OIM, junto a sus socios del grupo de
trabajo para la gestión y la coordinación de los
campamentos (CCCM, por sus siglas en inglés) y otros grupos
de trabajo, se encarga de garantizar la provisión de
servicios básicos así como de la seguridad y
salubridad de los campamentos.

Opción 5: En los casos en los que ninguna de las
opciones anteriormente citadas sea viable, el Gobierno de
Haití se encargará de identificar nuevos terrenos y
de interceder con los propietarios de los mismos.  La OIM
pertenece a un grupo de organizaciones que trabaja junto al
Gobierno haitiano en el establecimiento de nuevos campamentos en
las afueras de Puerto Príncipe.

Dos de los campamentos establecidos en las afueras de la capital
son Corail Cesselesse y Tabarre Issa, gestionados respectivamente
por las ONG American Refugee Committee y Concern.

Durante las dos primeras semanas de abril, más de 500
familias fueron reasentadas en Tabarre Issa y otras 1.300 lo
hicieron en Corail Cesselesse, gracias a la asistencia de la
OIM.

Asimismo, la OIM apoyó al gobierno en la
reubicación de familias desplazadas desde zonas de alto
riesgo del Vallée de Bourdon a Tabarre Issa y del club de
golf de Petion-Ville a Corail Cesselesse.

La experiencia de los equipos de la OIM dedicados a la
ordenación del terreno también ha sido de utilidad
para la planificación y gestión de los
campamentos.  Durante la segunda quincena de abril, la OIM se
encargó de cubrir todas las necesidades en materia de
gestión de los campamentos en Corail Cesselesse.

«La reubicación se ha llevado a cabo de manera
voluntaria.  Debido a las diferentes opciones disponibles, ha
sido necesario realizar un enorme esfuerzo de información
entre la población», afirma Bertrand Martin, de la
OIM.

Este ha sido el caso de los reasentamientos que se han llevado a
cabo en el campamento de Corail Cesselesse.  Junto a
representantes de la comunidad, la OIM informó de todas las
opciones posibles a las familias que residían en zonas de
alto riesgo en el campamento del club de golf de
Petion-Ville.  Las visitas organizadas por la OIM permitieron
a los miembros de la comunidad conocer los avances en los trabajos
de acondicionamiento de las instalaciones así como
transmitir a la OIM sus ideas sobre cómo mejorar la
disposición de las instalaciones.

Asimismo, se han establecido kioscos de información en
Petion-Ville en los que representantes comunitarios y de la OIM
satisfacen en todo momento las dudas de las familias afectadas.

En ellos pueden encontrarse además mapas y fotos de los
nuevos campamentos, así como una lista con los servicios e
instalaciones disponibles.

«De manera regular, distribuíamos folletos,
pósters y pancartas para mantener informada a la
población y explicarles cómo se procedería a
la reubicación», explica Martin.

La reubicación de Vallée Bourdon a Tabarrese Issa
se realizó de manera similar después de que el cuerpo
de ingenieros del ejército estadounidense identificara a
unas 500 familias en situación de gran riesgo.

Los movilizadores comunitarios de la OIM entraron
rápidamente en escena para explicar a dichas familias porque
deberían trasladarse a otro emplazamiento más seguro
y cómo se desarrollaría dicho proceso.

«El compromiso de las familias fue muy positivo ya que
desencadenó un diálogo constructivo y genuino»,
afirma Martin.  «Así, conseguimos disipar algunos
malentendidos y rumores que circulaban durante la etapa de
reubicación».

El proceso de reubicación en Corail Cesselesse, que
contó con un equipo en el terreno de la OIM encargado de
acoger a las familias que iban llegando, se completó en un
par de semanas.  Tras su inscripción, los cabezas de
familia retiraban una tarjeta identificativa y la familia se
asentaba en la parcela que se le había otorgado y donde los
equipos de la OIM habían montado una tienda de
campaña familiar.

Debido a que se avecina la temporada de huracanes, la OIM ha
comenzado a establecer una serie de refugios temporales que, con un
espacio habitable de 18 metros cuadrados, brindarán a las
familias una mayor protección frente a los elementos.

«Me encuentro mucho mejor aquí», afirma
Rodrigue Paulinis tras haberse asentado en Corail con su mujer y
sus dos hijos.  «Este lugar parece más seguro
para mí y mi familia.  Lo único que falta es el
trabajo, pero a pesar de ello estoy dispuesto a
quedarme».

La OIM, en calidad de coordinadora del grupo de trabajo CCCM,
brinda su apoyo a American Refugee Committee, la ONG encargada en
la actualidad de la gestión de las operaciones diarias en
Corail Cesselesse.  Asimismo, la OIM colabora con otros 189
socios humanitarios dedicados a ofrecer asistencia a las
poblaciones desplazadas residentes en cerca de 1.400 refugios de
Puerto Príncipe y alrededores.

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