Las personas que viven con el VIH encuentran trabajo en la ciudad de Les Cayes
Desde 1993, la OIM en Haití lleva a cabo numerosos programas
de fomento del fortalecimiento social mediante la creación
de oportunidades generadoras de ingresos destinadas tanto a
personas a título individual como a comunidades.
Dichos programas se han realizado en colaboración con
organizaciones internacionales y asociaciones locales de base
popular y entre sus beneficiarios se encuentran personas y
comunidades de zonas pobres y poco desarrolladas.
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target="_blank" title="">Migraciones – Verano 2010
Los programas abarcan diferentes aspectos como la
renovación y la construcción de carreteras
asfaltadas; la limpieza de canales y desagües; riego y
conservación del suelo. Asimismo, dentro de los
esfuerzos por fomentar el empleo local se ha llevado a cabo la
construcción de escuelas y centros de salud, lo cual resulta
fundamental para lograr tanto un desarrollo social como la
estabilidad de la comunidad.
Desde agosto de 2008, la ciudad haitiana de Les Cayes se ha
beneficiado de una serie de proyectos de este tipo, a saber, la
renovación de canales de riego y de desagües, la
reforma de escuelas y la construcción de centros de salud y
carreteras públicas.
Tal y como afirma Louis Chanel, de la OIM, los beneficiarios de
dichos proyectos son en su mayoría portadores del VIH/SIDA y
los programas se realizan en estrecha colaboración con la
Association de la Solidarité Nationale (ASON),
primer grupo existente en Haití de asesoramiento comunitario
sobre el SIDA, y el grupo de apoyo mutuo Association des
Personnes Vivant avec le VIH (APVIH).
«Los beneficiarios reciben tratamiento médico en el
Hospital de la Inmaculada Concepción en Les Cayes y la
remuneración que reciben por el empleo realizado va de 200 a
250 gourdes diarias (US$5-6)», explica Chanel.
Hasta la fecha, más de 2.600 personas han sido empleadas
a través del Plan de Emergencia del Presidente de los
Estados unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en
inglés).
«Esta iniciativa me ha permitido el establecimiento de un
comercio al por menor», explica Eugène Solange,
miembro reciente de la asociación ASON. «Vendo arroz,
aceite, espaguetis y jabón».
Luckner Brunal es otro de los miembros del grupo de
asesoramiento comunitario ASON. Con el dinero que ha recibido
por su participación en proyectos del programa PEPFAR ha
podido adquirir un cochinillo que alimentará para su
posterior venta. «El programa ha sido una verdadera
ayuda para mi familia, ya que nos ha permitido mejorar nuestra
alimentación y renovar la vestimenta de nuestros
hijos».
El programa, lanzado en un primer momento por la OIM en Les
Cayes, se ha expandido a los municipios vecinos de
Port-à-Piment y Coteaux gracias a la colaboración con
el Movimiento haitiano para el Desarrollo Rural,
organización con sede en Puerto Príncipe.
Mediante esta iniciativa, una cifra considerable de personas
afectadas por el VIH/SIDA de estas zonas han encontrado empleo.
«En contra de la hostilidad y el estigma que normalmente
tienen que soportar los portadores del VIH, el trabajo se
desempeña en una atmósfera de cordialidad,
intercambio y dicha», asevera Chanel.
Para acabar con los prejuicios existentes contra las personas
afectadas por el VIH, el grupo de asesoramiento APVIH organiza
regularmente sesiones de concienciación entre el
público general.
Además de los proyectos de infraestructuras llevados a
cabo por la OIM y sus socios en Les Cayes, en febrero de 2009 se
lanzó, gracias a la financiación del PEPFAR, una
serie de proyectos mediante los cuales fomentar la
producción local de alimentos de los cuales se beneficiaron
directamente cientos de personas afectadas por el VIH/SIDA.
El programa de la OIM para la estabilización de
comunidades (PREPEP, por sus siglas en francés), financiado
por USAID, trabaja junto a grupos comunitarios en zonas
específicas, propensas a experimentar conflictos. Su
misión consiste en la identificación de proyectos de
pequeña envergadura y grandes repercusiones en los que una
muestra representativa de la comunidad participe para su
estabilización y desarrollo. El programa pretende
acortar distancias entre gobierno y comunidades marginales mediante
la creación de oportunidades para el diálogo y la
colaboración en torno a la reforma de infraestructuras de
pequeño tamaño y la realización de actividades
socioculturales, especialmente dirigidas a los jóvenes.
Asimismo, el programa PEPFAR ha colaborado con ONG, asociaciones
y organizaciones del África subsahariana y El Caribe, entre
otros lugares, en la lucha contra el VIH/SIDA. Gracias a
dicho programa, Haití recibió US$100 millones durante
el año fiscal 2008 con los que llevar a cabo programas de
prevención, tratamiento y atención del VIH/SIDA.
La OIM, encargada de la implementación de los mismos,
contribuye en el desarrollo comunitario y en la creación de
puestos de trabajo, además de brindar asistencia directa a
las personas que viven con el VIH, lo cual supone un importante
avance en aras de fomentar una mayor tolerancia y
comprensión de la población.