Al conmemorar el Día Internacional del Migrante, el 18 de diciembre de 2016, la OIM formula un llamamiento a todos para que apoyen la iniciativa JUNTOS —una campaña de carácter mundial que tiene por objeto cambiar las percepciones y actitudes negativas hacia los refugiados y los migrantes, y consolidar el contrato social entre los países y las comunidades, los refugiados y los migrantes. El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, presentó la iniciativa JUNTOS en la pasada Cumbre para los Refugiados y los Migrantes celebrada el 19 de septiembre de 2016 en Nueva York. 

La migración es provechosa tanto para los migrantes como las sociedades. Los migrantes enriquecen las civilizaciones del mundo al aportar nuevas competencias, experiencias, culturas e innovaciones a las comunidades de acogida y al enviar a sus países de origen, remesas, promover iniciativas para el desarrollo y crear redes de recursos.

Las deliberaciones sobre la migración suelen ser perniciosas y denigrantes para con los migrantes y refugiados, puesto que ignoran las realidades migratorias y menosprecian sus beneficios. Combatir la retórica negativa de que son objeto los migrantes es determinante para una migración bien gestionada, que sea mutuamente beneficiosa. El malestar y la sospecha que se ciernen sobre los migrantes, y que dimanan de estereotipos por los que se asocia a los migrantes con las actividades delictivas, están en el primer plano de las deliberaciones públicas puesto que las preocupaciones en torno a la seguridad y la amenaza del terrorismo ocupan hoy en día los titulares.

El papel de los medios de comunicación y de los políticos en la lucha contra las reacciones xenófobas y los temores es primordial para configurar —o reconfigurar— el discurso público y la consiguiente respuesta normativa. El liderazgo político es imperativo para luchar contra los alegatos virulentos que hoy en día promueven una percepción nociva y restringida de los migrantes. Ahora bien, la compasión y la comprensión basada en los hechos deben apuntalar la respuesta de los políticos a la migración.

Habida cuenta de que el número de personas que se desplaza no deja de aumentar, las sociedades diversas y multilaterales habrán de convertirse en la norma y no en la excepción. Uno de los objetivos más importantes de nuestra época es promover la diversidad social, cultural, religiosa y étnica para beneficio de todas las comunidades. La integración es un proceso multidimensional y de facetas múltiples que exige una participación incluyente y coherente de toda una gama de interlocutores —ya se trate de políticos y autoridades locales, de dirigentes comunitarios, migrantes y residentes del país de acogida. La integración de los migrantes fomenta sociedades incluyentes, dinámicas y participativas y también ayuda a prevenir la marginación, la discriminación y la exclusión de los grupos vulnerables. Cuando no se integra plenamente a los migrantes, se socava su potencial de contribución a las comunidades de acogida y se desaprovechan las oportunidades que conlleva la migración.

En este mundo polarizado, los migrantes establecen contactos con sus países de origen, tránsito y destino —puesto que cada vez hay más personas que emigran, más culturas que se interrelacionan y más sociedades que se diversifican. Las personas que se desplazan llevan consigo no solamente sus competencias sino también sus tradiciones y legado, ampliando así las identidades culturales existentes. Los gobiernos, el sector privado, las comunidades de acogida, los migrantes y todos los demás interlocutores pertinentes deben trabajar conjuntamente para alcanzar los objetivos comunes —la promoción de la cohesión social y de la comprensión intercultural— objetivos que están enraizados en los valores compartidos en aras de un mundo libre de discriminación.

Por ello, formulamos un llamamiento para que del 15 al 18 de diciembre manifiesten su apoyo a la iniciativa JUNTOS al difundir este vídeo en los medios de comunicación social.