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Quiénes somosLa Organización Internacional para las Migraciones (OIM) forma parte del Sistema de las Naciones Unidas y es la organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada para beneficio de todos, con 175 Estados Miembros y presencia en 171 países.
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Nuestro trabajoComo organización intergubernamental líder que desde 1951 promueve una migración humana y ordenada, la OIM juega un rol clave apoyando el logro de la Agenda 2030 por medio de diferentes áreas de intervención que conectan la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible.
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Queda Mucho Por Hacer Para Encarar el Estigma y La Discriminación Que Sufren las Mujeres Objeto de Trata con Fines de Explotación Sexual
La Organización Internacional para
las Migraciones (OIM), al conmemorar hoy el Día
Internacional de la Mujer señaló que hay que prestar
mayor atención a las mujeres objeto de trata con fines de
explotación sexual para que se sobrepongan al estigma y a la
discriminación, y puedan así recuperarse plenamente
de su sufrimiento y reintegrarse en la sociedad.
La Directora General Adjunta de la OIM, Sra.
Ndioro Ndiaye dijo: “Hoy, como nunca antes, somos conscientes
de la trata de personas en todo el mundo. Pero queda mucho
por hacer. Tiene que haber un cambio de actitud. Casi
siempre, las mujeres y niñas objeto de trata con fines de
explotación sexual son víctimas por doble partida
dado el estigma que se asocia a la prostitución”.
Los empeños para ayudar a las
víctimas de la trata, se centran mayormente en la
realización de campañas de prevención y en el
suministro de asistencia que comprende la puesta en marcha de
permanencias de urgencia para rescatar a las víctimas y
ayudarles a retornar a sus países de origen. La
asistencia de rehabilitación y reintegración
comprende el asesoramiento, la atención médica, la
capacitación y la concesión de préstamos para
el establecimiento de pequeños negocios. Ello no
obstante, son pocos los programas que encaran el estigma con que
tienen que vivir las mujeres el resto de sus vidas, y que
además acrecienta la probabilidad de que vuelvan a ser
víctimas de abusos.
La vergüenza de la explotación
sexual que suscita un ostracismo social tanto para las mujeres como
para las niñas objeto de trata es un hecho para las
víctimas en todo el planeta. Generalmente, las
víctimas son desheredadas por sus familias o corren el
riesgo de ser marginadas por comunidades que creen que la culpa es
suya y no del traficante.
En África Meridional, cuando las
mujeres de zonas rurales pobres regresan suelen ser rechazadas por
sus familias y se ven obligadas a trasladarse a las zonas urbanas y
a trabajar en la industria del sexo para poder sobrevivir.
Para estas mujeres el comercio del sexo es el único medio de
sustento que conocen. En otras partes de África,
Europa y Sudamérica las víctimas de la trata cargan
consigo el estigma del fracaso cuando regresan sin dinero ni las
riquezas que supuestamente debían haber conseguido en el
extranjero, a cualquier precio.
En Europa Oriental y Asia Central el estigma
de ser objeto de trata con fines de explotación hace que la
mayoría de las mujeres y niñas que regresan a sus
países no soliciten la asistencia que necesitan para
recuperarse, incluso si se cuenta con programas de ayuda
global.
La Sra. Oksana Horbunova, Coordinadora del
Programa de la OIM de Lucha contra la Trata de Personas en Europa
Oriental dijo: “La vergüenza que implica el haber
trabajado en la industria del sexo hace que las mujeres y
niñas objeto de trata se nieguen a asimilar lo que les ha
ocurrido ni lo que tuvieron que hacer para sobrevivir en las manos
de traficantes sin escrúpulos. Es sumamente
preocupante observar que ello les impide solicitar ayuda cuando
realmente lo necesitan. Si se animaran, podríamos
ayudar a muchas víctimas más”.
El estigma que cargan las mujeres objeto de
trata con fines de explotación sexual no sólo aparece
al final del proceso de la trata sino que está omnipresente
desde un principio. La base de datos de la OIM sobre las
víctimas de la trata muestra que considerables cantidades de
mujeres que son madres solteras son vulnerables a la trata debido a
la pobreza y falta de oportunidades y al estigma y
discriminación que ello trae consigo. Un alto
porcentaje de mujeres objeto de trata también son
víctimas de la violencia en el hogar.
Cuando son objeto de trata, el trato que les
dan los traficantes, clientes y funcionarios encargados de aplicar
la ley es sintomático del estigma de su
situación. Y lo más triste es que cuando se
rescata a las víctimas, las autoridades no siempre les
brindan el apoyo necesario, e incluso las tratan como delincuentes,
las meten en la cárcel y finalmente las deportan.
El Sr. Richard Danziger, Jefe de la
División de la OIM de Lucha contra la Trata de Personas
declaró: “Si bien se observa un cambio de actitud en
algunos países gracias a la legislación, a la
creación de organizaciones no gubernamentales especializadas
en cuestiones de trata de personas y a la capacitación de
los funcionarios encargados de la aplicación de la ley, el
proceso no deja de ser lento. Es preciso contar con
más alternativas que la de devolver a las víctimas de
la trata a su país, situación que no siempre es ideal
cuando se sabe lo que son los hogares a los que regresan estas
mujeres y niñas”.
Cabe señalar el ejemplo de los Estados
Unidos, donde se otorga visado a las víctimas de la trata
para que puedan permanecer en el país y, si así lo
desean, para traer a sus familiares más cercanos.
La Sra. Ndiaye concluyó diciendo:
“Al acabar con el estigma y al posibilitar que las mujeres
objeto de trata den la cara y hablen de sus experiencias, los
empeños mundiales de lucha contra la trata de personas con
fines de explotación sexual, particularmente de mujeres y
niñas, serán mucho más eficaces. Ello
será posible si se acaba con la ignorancia y los prejuicios
que cunden entre el público en general sobre por qué
las mujeres caen en manos de traficantes”.