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La clave para que la lucha mundial contra la tuberculosis tenga éxito está en llegar a los migrantes

Filipinas - Se estima que un tercio de los nueve millones de personas que contraen la tuberculosis cada año no recibe la atención necesaria en los sistemas de salud establecidos. Es más, dada la proliferación de las cepas multirresistentes, la enfermedad amenaza con cobrarse numerosas vidas entre las poblaciones a las que es difícil acceder.

Los migrantes, en particular, corren el riesgo de quedar excluidos de las pruebas de detección y de recibir tratamiento, ya que suelen estar socialmente marginados, carecen de acceso a la atención de salud y temen ser estigmatizados. Por cierto, en muchos países, se exponen a ser deportados si se descubre que padecen tuberculosis.

Al conmemorar, en 2014, el Día Mundial de la Tuberculosis, la OIM se suma al llamamiento formulado por la comunidad internacional para redoblar los esfuerzos orientados a llegar a los tres millones de víctimas de esta enfermedad que no reciben atención. El Director General de la OIM, William Lacy Swing, declara: “En un mundo cada vez más móvil, es fundamental que los migrantes estén en el centro de las iniciativas para combatir la propagación de la tuberculosis, y que los países más afectados por esta enfermedad aúnen esfuerzos con los menos afectados, a fin de erradicar la tuberculosis en el mundo.”

Habitualmente, el tratamiento completo contra la tuberculosis toma seis meses, periodo durante el cual los trabajadores migrantes tienen que desplazarse en busca de trabajo. Ahora bien, los refugiados y los migrantes, al no estar familiarizados con los sistemas de salud en los países de acogida, desconocen los peligros que entraña la demora en la búsqueda de atención de salud o la interrupción del tratamiento antes de tiempo.     

Por otra parte, a las poblaciones desplazadas como consecuencia de crisis humanitarias no les queda otra opción más que seguir desplazándose a otros lugares, con la consiguiente interrupción del tratamiento que reciben. Estos factores hacen que las comunidades móviles sean particularmente vulnerables a la tuberculosis multirresistente.

Todo parece indicar que en la mitad de los 22 países “más afectados” por la tuberculosis no será posible alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio de detener y comenzar a reducir la incidencia de la tuberculosis para 2015.    

El Director de la División de Migración y Salud de la OIM, el Dr. Davide Mosca, señala: “Sin estrategias específicas de prevención y control de la tuberculosis destinadas a los migrantes, varios países de origen, tránsito y destino no podrán alcanzar o mantener sus objetivos de erradicación de la enfermedad.”

Cualquier progreso con miras a la consecución de los objetivos de erradicación de la tuberculosis requiere un orden de prioridades, a saber: llegar a las principales poblaciones afectadas; proporcionar un diagnóstico y tratamiento de calidad; y hacer frente a la tuberculosis multirresistente y a la co-infección TB/VIH.

El Director General, Sr. Swing, afirma: “La OIM, en su calidad de principal organismo mundial consagrado a la migración, considera que para que haya un desarrollo humano incluyente, es preciso tener en cuenta la salud y los derechos humanos de los migrantes.”  

El Sr. Swing añade: “La tuberculosis no es solamente una enfermedad infecciosa; es también una enfermedad que obedece a la pobreza, la vulnerabilidad social y la marginación. Por ello, no hay que escatimar esfuerzos para proveer a los migrantes servicios de atención de la TB equitativos que, por una parte, respeten sus derechos y, por otra, promuevan la defensa de la legislación nacional e internacional en materia de salud.”

Si desea obtener más información sobre las actividades realizadas por la OIM en relación con la tuberculosis, visite el sitio web: http://health.iom.int

Para más información, sírvase ponerse en contacto con el

Dr. Poonam Dhavan
en la Oficina de la OIM en Manila
Correo electrónico: pdhavan@iom.int
Tel.: +63.2.2301631

Nota para los editores:

La OIM está al frente de las actividades relativas a la tuberculosis y la migración en todo el mundo. Así pues, realiza pruebas para la detección de la tuberculosis, antes de la partida, a los refugiados que se prevé reasentar; lleva a cabo proyectos comunitarios relacionados con la tuberculosis; y promueve la integración de la prevención y el control de esta enfermedad en los proyectos de respuesta a situaciones sanitarias de emergencia. La OIM colabora estrechamente con asociados mundiales para el control de la tuberculosis, incluidas la OMS, la Alianza Mundial Alto a la Tuberculosis, el Fondo Mundial, y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, con el fin de impulsar la labor en materia de tuberculosis y migración.