La República de Moldova ha sido tradicionalmente un importante país de origen de trabajadores migrantes que se dirigían a los Estados de la Unión Europea. El número de migrantes internacionales que residían en el país era muy inferior en comparación, siendo todavía más reducido el número de personas en situación irregular y de apátridas en su territorio. Esta situación ha cambiado drásticamente desde el 24 de febrero de 2022, ya que muchos de los desplazados de Ucrania residen ahora en la República de Moldova. Por consiguiente, resulta necesario prestar más atención a la dimensión sanitaria que entraña la migración en relación con los extranjeros. De entre ellos, quienes poseen un permiso de trabajo están cubiertos por el Plan Nacional de Seguro Médico de Moldova, condición a la que también tienen derecho las personas con permisos de estancia regular. Sin embargo, los extranjeros no disfrutan del mismo acceso que los nacionales en materia de servicios de salud, por ejemplo, para tratamientos de larga duración contra enfermedades como la tuberculosis o el cáncer. También afrontan problemas para acceder a servicios de salud los migrantes irregulares, los apátridas y los solicitantes de asilo –varios miles de personas en total–, ya que no pueden beneficiarse de ese Plan Nacional. Por otro lado, una de las aspiraciones principales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 es la cobertura sanitaria universal, que se basa en el principio de que todas las personas deben poder acceder a servicios de salud esenciales de calidad allá donde los necesiten. Dicha cobertura también está en consonancia con los requisitos para la adhesión a la Unión Europea que la República de Moldova pretende conseguir. En consecuencia, el proyecto propuesto tiene por objeto prestar apoyo al Gobierno con miras a garantizar la cobertura sanitaria universal para los migrantes internacionales en su territorio, incluidos los migrantes irregulares, los apátridas y los solicitantes de asilo. Se prevé conseguirlo mediante estos tres componentes: 1) se llevará a cabo un estudio de viabilidad para mejorar la comprensión acerca del acceso de los migrantes en la práctica a los servicios de salud; 2) se creará un mecanismo sostenible y con perspectiva de género con vistas a poder integrar plenamente a los migrantes en el Plan Nacional de Seguro Médico; y 3) se organizarán actividades de capacitación para los responsables de la formulación de políticas, los proveedores de servicios de salud y otras partes interesadas pertinentes a fin de garantizar la inclusión de los migrantes y la perspectiva de género en el contexto de la prestación de servicios de salud.