En un mundo marcado por un creciente nivel de movilidad e interdependencia, las diásporas cumplen una función importante. Entre 75.000 y 200.000 malgaches residen en el extranjero, y la mayoría de ellos (de los cuales un 63% son mujeres) se han instalado en Francia. Así pues, Madagascar puede aprovechar este recurso para el desarrollo. Aunque la diáspora malgache solo representa una pequeña proporción del total de la población nacional, se destaca por una buena capacidad de integración en los países de destino, un perfil socioeconómico globalmente satisfactorio, un nivel razonablemente alto de calificaciones, una proporción importante de mujeres, una amplia red de asociaciones y un dinamismo empresarial pronunciado, especialmente entre los jóvenes. El Gobierno de Madagascar, bajo la dirección del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha trabajado desde 2015 para que estas realidades se tengan cada vez más en cuenta, con miras a estimular y aumentar la participación y la movilización de la diáspora malgache en el proceso de desarrollo nacional. Aun así, a pesar de estos importantes esfuerzos, se ha observado que la diáspora malgache no suele dar muestras de interés por establecer puentes y contactos con el país de origen y sus autoridades, lo que limita las contribuciones potenciales que podría aportar. Una de las razones que explican esta renuencia es la falta de confianza entre las asociaciones de la diáspora o entre los miembros individuales de la diáspora y los mecanismos institucionales que están siendo implementados por las autoridades. También incide la falta de comunicación entre la diáspora y la población en general en Madagascar, lo que a su vez conduce a la persistencia de estereotipos negativos en ambos lados. En ese contexto, este proyecto tiene por principal objetivo apoyar el fomento de las capacidades normativas e institucionales en Madagascar, poniendo en marcha iniciativas concretas que reconozcan el valor de la diáspora y refuercen el compromiso con ella mediante el establecimiento y la aplicación de un programa piloto de voluntariado para los jóvenes de la diáspora malgache, incluidas las mujeres jóvenes.