Este proyecto, que se llevará a cabo en estrecha colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tiene por objeto reforzar la capacidad de los inspectores de trabajo de los Gobiernos de Mauritania, Malí y el Senegal a fin de propiciar una mayor protección de los derechos de los trabajadores migrantes.
En la primera etapa, la OIT efectuará una evaluación sobre la situación de los trabajadores migrantes en los tres países. Sobre la base de los resultados de esta evaluación, la OIM desarrollará los módulos adecuados de capacitación, contando con la aportación experta de la OIT. Los cursillos de capacitación se organizarán para unos 25 inspectores laborales de cada país de que se trata.
A fin de alentar la transferencia de los conocimientos adquiridos durante la capacitación y aplicarlos en su trabajo, los inspectores laborales realizarán una encuesta en el terreno sobre la situación de los trabajadores migrantes en sus regiones de trabajo respectivas. El establecimiento de redes entre las distintas inspecciones laborales dará lugar a una mayor colaboración, a una sinergia de los esfuerzos y a una mayor eficacia a la hora de proteger a los trabajadores migrantes.