Desde los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el Gobierno de Azerbaiyán ha buscado mejorar su política de visados para promover en mayor medida el desarrollo del libre comercio, el turismo y la prevención de la migración irregular. Sin embargo, esta optimización de la política de visados no ha avanzado ni se ha instaurado, más bien está paralizada debido a la diferencia de opiniones entre los organismos gubernamentales y la falta de capital de simiente del presupuesto.
La Comisión de Supervisión del Control de Fronteras se dirigió a la OIM como asociado de confianza del Gobierno para que facilitase su pericia a fin de instaurar un nuevo sistema de visados. Ello comprendió la edición del formato y el diseño de una matriz de visados legibles por máquina nueva y segura; el análisis de las diferentes opciones para la impresión; la estipulación del apoyo financiero y técnico necesario para ello; la elaboración de recomendaciones sobre los cambios a los procedimientos de visado existentes; y la mejora de la política de visados.