Según las estimaciones de 2011, uno de cada 11 mongoles residía en el extranjero y había 22.350 migrantes, provenientes de 95 países, que trabajaban en Mongolia, prueba de que el país está experimentando un incremento tanto de la migración interna como internacional.
Estos raudos incrementos de la migración han traído consigo toda una gama de nuevos retos para el Gobierno de Mongolia que exigen una reestructuración de las principales entidades migratorias y requieren apoyo técnico para desarrollar las políticas apropiadas y consolidar la capacidad con miras a una gestión adecuada de los retos migratorios planteados.
En respuesta a la solicitud directa de asistencia del Ministerio de Justicia y de la entidad de inmigración de Mongolia, recientemente creada, este proyecto fomentará la coherencia política y la creación de capacidades para mejorar la gestión de la migración en ese país. En ese contexto, se organizarán talleres de capacitación y seminarios normativos destinados a la entidad de inmigración en Mongolia y se reforzará su capacidad para efectuar los cambios institucionales necesarios. Asimismo, se reforzarán los conocimientos y competencias en materia de derecho internacional sobre la migración y la gestión de retornos, y se promoverá una mayor cooperación bilateral en cuanto a la lucha contra la trata de personas.
Este proyecto creará capacidades para promover cambios sistémicos a largo plazo que apoyen la nueva estructura y, en última instancia, beneficien a los migrantes internos e internacionales que llegan y viajan desde Mongolia. Concretamente, el proyecto apoyará una mejor gestión de la migración a nivel normativo y consolidará la capacidad para mejorar la gestión de fronteras y los empeños de lucha contra la trata.