El departamento de Norte de Santander, Colombia, se ha visto gravemente afectado por el cierre de la frontera con Venezuela, lo que ha provocado una crisis económica con consecuencias significativas para el movimiento comercial, las fuentes de empleo y los ingresos de la población.
Al mismo tiempo, los colombianos continúan migrando hacia Venezuela en busca de oportunidades de generación de ingresos, mientras que otros se han visto obligados a retornar debido a la crisis humanitaria de 2015. Por el momento, los municipios fronterizos no tienen la capacidad necesaria para dar respuesta a la elevada demanda de empleo, que ha generado sentimientos xenofóbicos, particularmente hacia mujeres y niños.
Con miras a abordar esta cuestión, el proyecto implementará estrategias para prevenir y gestionar estos flujos migratorios irregulares en las zonas fronterizas de Colombia y Venezuela. A este efecto, el proyecto: 1) fortalecerá la capacidad de las autoridades locales y las organizaciones sociales para satisfacer las necesidades de los migrantes; y 2) mejorará las condiciones sociales y económicas de las poblaciones rurales a través de la ejecución de iniciativas de generación de ingresos piloto.
El proyecto llevará a la práctica el marco del Plan Indicativo de Trabajo (PIT) de la OIM con el Gobierno colombiano (2015-2019), y guardará consonancia con el Plan Nacional de Desarrollo (2014-2018). De conformidad con el primer objetivo del Plan, el proyecto contribuirá al “fortalecimiento de las capacidades del Estado para promover una migración ordenada a nivel territorial, nacional, regional e internacional, con enfoque de desarrollo sostenible”.