Comunicado
Global

Un nuevo acuerdo de cooperación entre los Estados de África del Este y del Cuerno de África aborda la explotación laboral en el exterior

Nairobi – El rescate aquí la semana pasada de 100 niños y mujeres jóvenes de Uganda que se preparaban para volar hacia los Emiratos Árabes Unidos para realizar tareas como trabajadores domésticos, refuerza las conclusiones de la reciente evaluación de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en relación a que la trata de personas se ha convertido en una amenaza en África del Este en la última década.

El personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Kenya está familiarizado con este tipo de casos. El 19 de mayo un grupo de jóvenes ugandesas fueron rescatadas y en septiembre de 2018 otras 60 fueron rescatadas mientras se preparaban para abordar un vuelo que las llevaría a Omán.

“Es triste, pero hay también historias similares en otros países de la región”, sostuvo Mohammed Abdiker, Director Regional de la OIM para el Este y el Cuerno de África.

“Es importante asegurar que los países cuenten con políticas y con legislación adecuadas para abordar las violaciones de los derechos de los trabajadores migrantes, los casos de trata de personas y de tráfico de migrantes y también para poder combatir el crimen organizado”.

Un foro de dos días de los Ministerios de Trabajo y de Protección Social y con la participación de funcionarios de gobierno de alto rango procedentes del Este y del Cuerno de África esta semana procedió a la firma de un acuerdo regional de cooperación que constituye un paso muy importante en tal dirección, haciendo que se vuelva mucho más difícil para los tratantes explotar a los jóvenes que buscan empleo en los países del Golfo.

El acuerdo, cuya firma finalizó el martes en un foro organizado por el Gobierno de Kenya con el apoyo de la OIM y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene como objetivo armonizar las políticas laborales en la región para hacer que la migración laboral sea segura, ordenada y humana mediante el establecimiento de una plataforma común para el compromiso con los Estados del Golfo y con otros países que son los empleadores principales de migrantes de origen africano.

Hubo asistentes de Kenya, Burundi, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Ruanda, Somalia, Sudán del Sur Uganda y Tanzania.

La falta de políticas laborales armonizadas significa que los migrantes están expuestos a la explotación y al abuso por medio de prácticas indebidas entre ellas una cantidad excesiva de horas de trabajo, confiscación de sus pasaportes, confinamiento y denegación de su salario.

Los representantes acordaron asimismo la formación de un Foro Regional Ministerial sobre Trabajo y  Protección Social con una presidencia rotativa.

 “Este comité con membrecía adicional de socios en el desarrollo asumirá la iniciativa de impulsar la implementación de acuerdos claves para el Foro”, sostuvo el Secretario de Gabinete para el Trabajo y la Protección Social de Kenya, Simon Chelugui.

“También asesorará y preparará informes de progreso para los ministros a cargo de la Migración Laboral en la región sobre la Agenda de este y de otros foros en el futuro”.

Los ministros acordaron cooperar en la provisión de asistencia diplomática y consular para los trabajadores migrantes, en especial en países en donde algunos estados no tienen representación diplomática, y se comprometieron con expandir los acuerdos bilaterales sobre migración laboral más allá del nivel de los trabajadores no calificados, tales como los trabajadores domésticos, a fin de incorporar a otros profesionales.

La OIM registró al menos a 140.000 personas migrando en la ruta este desde el Cuerno de África a Yemen, arriesgando sus vidas en peligrosos cruces de corrientes de agua. Estos viajes generalmente empiezan en las comunidades rurales de las regiones de Oromia, Amhara y Tigray, en Etiopía,  pasan por Obock en la costa de Djibouti, o desde la región de Puntland en Etiopía.

Yemen, sin embargo, no es su destino. Casi el 90% de los migrantes que llegaron a Yemen el año pasado tenían como destino final el Reino de Arabia Saudita, cuya comunidad etíope de larga data comprende una porción considerable compuesta por unos cinco millones de migrantes no documentados aproximadamente, que viven en dicho país.

El Director Regional de la OIM Mohammed Abdiker explicó que los países de la región enfrentan un cuadro muy desafiante en relación al empleo, y que necesitan crecer al menos un 6% anual en las próximas dos décadas para absorber una fuerza laboral joven y que crece con mucha rapidez.

“Sin embargo, el crecimiento económico en sí no es suficiente, debe venir acompañado por una transformación estructural en los sectores de servicios e infraestructura para una verdadera creación de empleo”, sostuvo Abdiker.

“La falta de oportunidades económicas y la expectativa de encontrar mejores medios de subsistencia en otros lugares siguen constituyendo dos de los factores de empuje y de atracción de los movimientos migratorios”. 

Para más información por favor contactar a: Yvonne Ndege, Oficina Regional para África Oriental y el Cuerno de África, Tel.:+2547 977 35977. Email: yndege@iom.int